Tiroteo en Las Cañas: “Está cantado que intentaron matarme por encargo”

El árbitro, en intercambio de mensajes con LA GACETA, dijo que no pudo reconocer al atacante que lo hirió de un balazo en la espalda.

MOMENTO DE TENSIÓN. El árbitro Oscar Pérez es trasladado en una ambulancia después de haber sido herido.  MOMENTO DE TENSIÓN. El árbitro Oscar Pérez es trasladado en una ambulancia después de haber sido herido.

El corto intercambio de mensajes por WhatsApp se registró ayer a la tarde entre un periodista de LA GACETA y el árbitro Oscar Pérez, que fue herido de un disparo en un ataque que se registró el sábado a la siesta en el Complejo Las Cañas, de Yerba Buena. Las pocas palabras que pudo escribir la víctima fueron contundentes. Terminó transformándose en un indicio más de que quisieron matarlo por encargo.

- ¿Sabe quién le disparó?

- No, no tengo ni idea. Te puedo decir que fueron directo a mí.

- Todo parece que fueron a matarlo por encargo…

- OP: Así es. Está cantado eso.

Con el correr de las horas comenzaron a surgir indicios sobre lo que podría haber pasado, pero sus palabras reafirmaron la hipótesis. Personal de la Brigada de Yerba Buena, al mando de los comisarios Daniel Cuellar y Jorge Dib, dirigido por el fiscal Pedro Gallo, descubrió que Pérez convivía con una mujer en el barrio Policial III, de Tafí Viejo. Pero meses atrás decidió poner punto final a la relación. A partir de ese momento comenzó a recibir todo tipo de presiones para que volviera con ella. La ex pareja del árbitro, de acuerdo a la versión que dieron a conocer varios testigos, habría sufrido una severa crisis que la llevó a una profunda depresión.

Por esa razón, los hijos de la mujer habrían intentado a toda costa convencer al referí para que volvieran a estar juntos. Él no aceptó y la situación comenzó a agravarse. Los jóvenes después le habrían ofrecido dinero para que regresara con su madre. Como rechazó la propuesta, lo habían amenazado. En la última comunicación, le habrían anunciado que enviarían a alguien para matarlo si no regresaba con la mujer. Los investigadores secuestraron dos celulares de los sospechosos, que están siendo analizados por los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales.

Paralelamente tratan de identificar a los autores del ataque. Hasta aquí se sabe que dos jóvenes, a bordo de una motocicleta, recorrieron la mayoría de las canchas que están en el complejo buscando información sobre dónde se encontraba el árbitro. Luego de haber conseguido el dato, se dirigieron hasta el lugar donde el referí se encontraba dirigiendo un encuentro. Lo llamaron para que se acerque a la par de la tela metálica. Le preguntaron si él era Oscar Pérez y cuando les dijo que sí, uno de ellos sacó un arma y realizó dos disparos. Uno de ellos impactó en la espalda -se presume que intentó escapar- y el otro se transformó en una bala perdida que afortunadamente no hirió a ninguna de las cientos de personas que estaba en el lugar.

“Evidentemente estas personas no son profesionales porque no tomaron algunos recaudos”, explicó el abogado José María Molina. Entre los errores que cometieron, según la apreciación del profesional, aparecen: haber elegido un lugar donde había muchos testigos, haber realizado un amplio recorrido antes de cometer el ilícito y no haber cumplido con el objetivo que se plantearon. “Todo parecería indicar que estas personas son las que se conocen en la jerga como ‘cabeza i’ hierro’, es decir gente que está jugada y a la que no le importa nada. Es capaz de matar a alguien por una dosis de droga o por dinero”, añadió.

Antecedentes

En nuestra provincia el fantasma del sicariato sobrevoló el sur. Luis “Chano” De la Vega (52) y su hijo Walter (25) fueron asesinados en Santa Lucía en febrero. Al primero lo mataron a balazos en el interior de su camioneta utilitaria e intentaron quemarla con el cuerpo en el interior. Al menor lo ejecutaron a balazos. Por otra parte, en marzo de 2021, en La Cocha, Víctor Hugo Brito (58) fue encontrado asesinado de un disparo en la nuca en su casa de una localidad alejada. Su hijo, Gonzalo Brito (18) también estaba desaparecido hasta que lo encontraron en otro lugar. También lo habían matado a balazos y luego quemaron el cuerpo el interior del automóvil en el que se desplazaba. Los cuatro crímenes continúan impunes y los investigadores no descartan que hayan sido cometidos por las mismas personas.

“El caso del árbitro puede considerarse como un síntoma de que en Tucumán hay jóvenes que están dispuestos a matar por dinero. No puede pasar desapercibido, tiene que ser tomado como una alerta que ya se está cometiendo en otras ciudades no muy lejanas, como Rosario y Buenos Aires”, señaló el abogado Patricio Char. “Los problemas sociales, económicos y educativos llevan a que surjan nuevas modalidades delictivas. Se debe actuar, teniendo una mirada integradora e interdisciplinaria que involucre a todos los poderes del estado”, finalizó el profesional. (Colaboración periodística de Carlos Oardi)

El estado de salud: “Hay que seguir esperando su evolución”

“Los médicos todavía no nos dieron un diagnóstico definitivo, sólo nos dicen que debemos seguir esperando su evolución”, señaló Facundo Pérez, hijo del árbitro que está internado en un sanatorio de la capital. El joven explicó además que la operación que le realizaron el lunes por la noche a su padre fue un éxito. “Lograron extraer la bala que le había quedado alojada cerca de la columna. Por ahora, continúa sin poder mover sus piernas y sin sensibilidad en ellas”, explicó Facundo. Pérez añadió que los profesionales que lo intervinieron le explicaron que en los próximos días deberá ser sometido a una serie de estudios para determinar la gravedad de la lesión. “Ahora está más tranquilo porque lo pasaron a una habitación común”, finalizó.

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