El frío se hace sentir en las aulas de las escuelas rurales

Han aumentado los casos de infecciones respiratorias

LA DESVENTURA DE ASISTIR A CLASE EN EL INVIERNO. Escolares llegan a una escuela de Río Chico. LA DESVENTURA DE ASISTIR A CLASE EN EL INVIERNO. Escolares llegan a una escuela de Río Chico. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

El frío hace penosa la asistencia a las escuelas de los niños, principalmente de zonas rurales. Algunos pequeños, como los de Santa Ana, Alto El Puesto, Viltrán (Graneros), Taco Ralo y de parajes de Simoca o Alto Verde (Chicligasta), están obligados a caminar largas distancias para llegar a clase. También rumbean a lomo de caballo o son llevados en motos por sus padres. Lo hacen en condiciones penosas. Son de familias humildes y visten ropas y calzados estropeados “al límite de su utilidad”, refieren los docentes. Para colmo los edificios escolares al que concurren tienen aulas con una frialdad a veces insoportable. “En algunas escuelas del este tucumano, por ejemplo, los maestros o profesores esperan que avance la mañana para dictar clases en el patio, bajo la calidez de los rayos del sol. De esa manera despiertan la atención de los chicos”, comentó Luis Frías, de Monteagudo. “Por el frío y al tener pocas ropas los niños llegan casi siempre tarde en el invierno. Los padres prefieren mandarlos más tarde”, advirtió. Esos establecimientos carecen de calefacción y exhiben ventanas y puertas dañadas, en muchos casos por la embestida de los ladrones.

Las respuestas de las autoridades educativas siempre demoran. Este problema también se da en la ciudad. En la escuela “Monseñor Ferro” de Concepción los educadores y los propios alumnos se vieron obligados a poner cartón o maderas en las ventanas que fueron arrebatadas por delincuentes. El frío les filtraba hasta los huesos, refirieron. En este caso es la inseguridad la que castiga a la comunidad educativa y escolar.

Juan Medinas, un docente que se desempeña en escuelas del este de La Madrid, observó que “cuando más lejos se está de la ciudad y las oficinas del Estado, más remotas se hacen las posibilidades de solución a la problemática del establecimiento y de los estudiantes”. “Los reclamos se pierden por meses en las oficinas y a veces nunca tienen respuestas” sostuvo. En las escuelas rurales, como en la de Yucumanita (Medinas), hay maestros que se ven obligados a apelar a la solidaridad de la gente para reunir calzados o vestimentas que protejan a los niños. “A clases se ven llegar chicos con apenas una camisa, pantalón y zapatillas rotas. Lo bueno de esa escuela es que se les da desayuno y almuerzo. Creo que muchos van solo por ese beneficio”, apuntó una vecina que solo se identificó como “Ana María, de Medinas”. El frío, y las múltiples carencias que soportan, hacen estrago en la salud de los niños. El problema ha recrudecido en estos días con un repunte de las infecciones respiratorias, entre otras. La situación se refleja en la inasistencia.

“Se habla solo de gripe y resfrío. Son los casos más frecuentes que se está dando no solo en los estudiantes sino también en los docentes. De ahí que las clases se ven complicadas”, dijo Laura Malica, de la escuela 384 de Alto El Puesto. La infectóloga Adriana Bueno confirmó que con la irrupción de la ola polar, se advierte un importante incremento de las infecciones respiratorias en niños y adultos.

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