El caso del “médico mellizo”: “hay omisiones inadmisibles”

Reclamo del abogado de la víctima, a quien le devolvieron el rol de querellante

PROTESTA. Reclamo de hace semanas. PROTESTA. Reclamo de hace semanas. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll

La justicia resolvió restituirle el rol de querellante al médico Sergio Martínez en la causa que se investiga al hombre que, usurpando su nombre y título profesional, se desempeñó varios años en el Sanatorio Jesús María de Concepción. El propio fiscal Miguel Varela, de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana de los tribunales de “La Perla del Sur”, había sido quien en mayo último aceptó al galeno como querellante. Sin embargo un mes después rectificó su decisión, despojándolo de ese rol. Argumentó que en realidad la damnificada por el proceder del falso médico Enrique Bustamente es la administración pública o de salud.

Ayer el abogado Aníbal Atria, que representa a Martínez, formalizó ante el juez Raúl Fermoselle un recurso de oposición contra esa medida del fiscal Varela. El magistrado consideró que hay elementos suficientes de prueba para hacer lugar al reclamo hecho por el galeno y en consecuencia procedió a restituirlo como querellante.

Bustamante está acusado de “usurpación de identidad, título y ejercicio ilegal de la medicina”. A más de dos meses de haberse iniciado la causa, esta no presenta mayores avances. Es una de las razones por la que ahora el terapista planteará la recusación del fiscal y la elevación de la causa a la Justicia Federal. Martínez argumenta que el fiscal exhibe en el proceso “omisiones y demoras inadmisibles en tomas de decisiones vitales para el avance de la causa y la determinación de todos los responsables en la comisión de un delito que involucró la salud y vida de muchas personas”. “No se hicieron allanamientos en el sanatorio pedidos por mi parte para la incautación de documentaciones expuestas a adulteración. Había que ver en qué condición se le pagaba a Bustamante y quién lo autorizaba. Y se tenía que acceder a historias clínicas y otros elementos de prueba. Pero todo está en veremos”, apuntó. El abogado Atria dijo que la recusación contra Varela se vincula básicamente con “una falta de confianza”.

Precisó que hasta ahora el representante del Ministerio Público no amplió la investigación hacia los dueños del sanatorio, ni al órgano de fiscalización sanitaria, responsable del funcionamiento del centro asistencial y del control del personal que se desempeña. Sostuvo que el cambio de tribunales está impulsado también por el hecho de que los delitos tienen tipificaciones que pueden ser investigadas por la Justicia Federal.

Sin declarar

Bustamante se abstuvo de declarar en la causa. Solo se sabe que su desempeño en la sala de terapia intensiva del Jesús María se remontaría al año 2019. Precisamente Martínez descubrió que el impostor utilizaba su identidad y su matrícula profesional a través de una historia clínica de ese año y que le hizo llegar un colega. Esta tenía su sello y su firma adulterada. “Mirá, tenés un mellizo en el sur tucumano”, le dijo el terapista el profesional que le envió por vía celular la copia de la documentación. A partir de entonces él inició una investigación que lo llevó a descubrir a Bustamante atendiendo pacientes en el Jesús María. Estaba en el consultorio del médico Silvio Martoni, propietario del centro asistencial. Este profesional, a través de un comunicado oficial, dijo sentirse “consternado y estafado” por lo ocurrido con Bustamante. Deslindó su total responsabilidad con lo ocurrido.

Al menos unos 20 familiares de pacientes fallecidos en la sala atendida por Bustamante están en vía de plantear denuncias contra este y el sanatorio por la responsabilidad que, aseguran, tuvieron en los decesos. “No se puede ignorar la gravedad de lo ocurrido, aunque a nivel del Siprosa o de la Justicia, no se le está dando la importancia debida. Aquí estamos ante un centro asistencial para atención de pacientes del PAMI que tenía en su sector más sensible de atención de la salud a un falso médico. Desde ahí desfilaron muchos muertos, entre estos mi madre. Hasta ahora todo es como que nada pasó” planteó Carlos González, hijo de una mujer que falleció el año pasado en el Jesús María. Este hombre encabezó una manifestación que se realizó frente al sanatorio en repudio a Bustamante y sus autoridades. En la ocasión se pintó la fachada con leyendas que decían “asesinos”. Martoni lo denunció porque supuestamente durante la manifestación se destruyó un vidrio del edificio y se obstaculizó la atención de los pacientes. Ya fue citado declarar por el fiscal Varela, quien le formuló cargos y dictó una medida de restricción de acercamiento al sanatorio. “Sin dudas hay una clara intención de meter miedo y hacer desistir de nuestro afán de procurar justicia por todos los muertos que carga, con total impunidad hasta ahora, ese sanatorio. Pero vamos a seguir adelante” concluyó.

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