El plan de Massa: el mercado aguarda más detalles

Los analistas consideran que las medidas anunciadas por el nuevo conductor del Palacio de Hacienda han dado señales para corregir el rumbo. El Banco Central sigue sacrificando reservas. En lo que va del mes ya vendió unos U$S 580 millones. En la City, el dólar ha dado un respiro.

Ver para creer. La frase ha recorrido ayer distintos ámbitos empresariales y bursátiles. En general, el mercado ha recibido con expectativas la batería de medidas con la que el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, intentará revertir la delicada situación económica y política en la que se encuentra la Argentina. Massa vive un período de gracia, en la que el dólar blue y también las cotizaciones financieras no se han disparado. En su primer día de gestión, ha cosechado apoyos, pero también críticas dentro y fuera del país.

El cambio de tono más moderado y la intención de Massa de darle cierta importancia a la cuestión fiscal plantea la vuelta a un “status quo argentino’”, que difiere con una radicalización de la política económica, señala un reporte elaborado por Portfolio Personal Inversiones. Esta visión coincide con una suave reacción positiva en los activos argentinos, a la par de una pausa en el ascenso de los dólares financieros. No obstante, el plan tal como está no garantiza la continuidad del fuerte rally observado la semana pasada, cuando el precio promedio de los globales argentinos trepó un 26%, puntualiza el diagnóstico al que accedió LA GACETA.

La urgencia de los problemas macroeconómicos de fondo no se disipará en el corto plazo, y si el mercado no corrobora la ejecución de las señales fiscales, la tensión volvería al centro de la escena. Massa asumió en un período en el que el 69,2% de la población consultada por CB Opinión Pública desaprueba la gestión del presidente Alberto Fernández, producto de la falta de medidas económicas que pongan un freno a la inflación y al dólar, con una emisión monetaria que ha depreciado más al peso en el marco de un país en el que se desacelera su actividad económica por falta de insumos que, en gran medida, son importados. “Cuando el nivel de desaprobación de una gestión supera el 70% podemos hablar de signos de ingobernabilidad y la sociedad le ha pasado factura al Presidente por no tomar las riendas”, dice a LA GACETA el director de la consultora, Cristian Buttié. Con esta situación y si las elecciones fueran hoy, según la consultora CB Juntos por Cambio tendría un 34,5% del caudal de votos entre sus potenciales candidatos, 10 puntos más que el Frente de Todos y con el libertario Javier Milei en tercer lugar, con un 14,5% de apoyo popular. En el oficialismo, a su vez, la encuesta apunta que Cristina Fernández tiene más adhesión (11,7%) que Massa (7%) que, a su vez, relegó al Presidente (5,4%) al tercer lugar entre las preferencias. Según Buttié, Massa se encuentra frente a la posibilidad de catapultarse como el candidato natural si es que su gestión al frente de Economía logra mostrar algunos resultados, “en un escenario en el que Cristina juega un rol importante al darle el apoyo que no le dio a Martín Guzmán, mostrándose además como la dueña del poder político dentro del oficialismo para intentar salvar la gestión con una transversalidad interna”. “Si a Massa le salen bien las cosas, ganan todos, especialmente él. De la misma manera que si las cosas salen mal, pierden todos, particularmente Massa”, puntualiza el analista político.

En sintonía con lo que plantea Buttié, el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del NOA (Cesnoa), Daniel Abad, apunta que Massa goza de la consideración de la Vicepresidenta como no la tuvo con Guzmán y tampoco con Silvina Batakis. “Si bien se enunció como principal problema a la inflación, no hubo ningún anuncio concreto. Se apuesta al gradualismo fiscal y monetario para enfriar la economía y así empujar a la baja la inflación. Tampoco hubo referencias particulares respecto de cómo hará para reducir el Índice de Precios al Consumidor (IPC) como tampoco de los distintos tipos de cambio”, indica el consultor. Abad acota que la inflación y la brecha cambiaria son dos consecuencias del desorden de la política económica. “Déficit fiscal, emisión monetaria y puja distributiva son los causantes de estos síntomas”, remarca el director de Cesnoa.

Según Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, “enfrentar un proceso inflacionario de la envergadura del actual, que amenaza alcanzar el 100% anual, requiere un plan integral, conformado por un conjunto de medidas fiscales, monetarias, cambiarias y de ingresos coordinadas y simultáneas. Y éste por ahora no aparece”. El economista agrega que “se corre el peligro de que anuncios parciales, aunque vayan en la dirección correcta, no estén a la altura de las expectativas despertadas por la designación”.

Sensaciones encontradas

Luego de reunirse con su gabinete, Massa compartió un almuerzo de trabajo con el Presidente en el que se “evaluaron cómo es la situación a partir de los últimos cambios que se dieron”, dijo la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, que precisó que durante el encuentro “avanzaron en la hoja de ruta y la implementación de alguna de esas medidas” que anunció el titular del Palacio de Hacienda. “Lo primero que evaluaron es que recuperamos una cierta sensación de estabilidad y de que estaría terminando o habría pasado ese momento tan virulento de especulación que vivimos en las últimas semanas”, indicó Cerruti. “Recibieron diferentes informes, tanto de consultoras nacionales como internacionales, que ven con optimismo las medidas que se han anunciado ayer y que están comenzando a ser implementadas”, agregó.

La agencia de calificaciones crediticias Moody’s expresó que las medidas anunciadas por Massa “son moderadamente positivas”. En un comunicado, advirtió que “en vista de la elevada volatilidad política en el país, Moody’s espera un escaso apoyo general a las políticas de austeridad antes de las elecciones presidenciales de 2023, lo cual seguirá debilitando la capacidad del país de cumplir con las metas del FMI, especialmente en materia fiscal”. En tanto, JP Morgan y alertó que las medidas “se quedan cortas” para estabilizar la economía ante la magnitud de la crisis que afronta la Argentina. El banco norteamericano elabora el índice de riesgo país que ayer subió 2,6%, a 2.457 puntos básicos respecto del miércoles.

Por su parte, la banca de inversión Goldman Sachs consideró que las medidas anunciadas son “decepcionantes”. “No constituyen un plan global y coherente para reequilibrar la economía”, fue el diagnóstico de los especialistas de la entidad.

Medidas profundas

Los anuncios del nuevo ministro fueron dirigidos en líneas generales a atacar los principales problemas económicos: el déficit fiscal, la emisión inflacionaria para financiarlo, el atraso y la brecha cambiaria, responsables a su vez, de la falta de divisas y la pérdida de reservas internacionales. El diagnóstico es compartido por casi todo el arco político y económico.

Sin embargo, no se avanzó en el detalle de las medidas y en la tibieza de los anuncios se vislumbra la intención de sostener el modelo actual, eludiendo la responsabilidad de resolver las causas de la crisis con la firmeza necesaria, señala la Bolsa de Comercio de Córdoba. “La gravedad de la situación económica y social, requiere de medidas acorde en profundidad y determinación para llevarlas a cabo de manera de atacar los fundamentos que nos impiden el desarrollo económico”, plantea en un comunicado de la entidad.

“El optimismo que se requiere, está en relación directa con el grado de convencimiento que demuestre el nuevo equipo económico”, puntualiza. “Las vacilaciones, ambigüedades y falta de determinación, que transmiten la nuevas medidas, impedirán que se genere la confianza necesaria para ordenar la economía definitivamente. Pareciera que estamos ante una nueva postergación de los cambios necesarios para encarrilar a la economía en la dirección del orden y el progreso. Habrá que esperar las decisiones concretas para disuadir cierto escepticismo”, acota la entidad que preside Manuel Tagle.

En tanto, Paula Gándara, CIO de Adcap Asset Management, señal que los anuncios de Massa estuvieron en línea con las demandas del mercado, en el marco de un discurso amigable, pero sin detalles específicos para convencer. “Ni él ni Martín Guzmán presentaron un plan integral de estabilización de la economía, que es lo que la Argentina necesita. La diferencia entre uno y otro es que Massa tiene más poder político -aparece con el consenso de todo el Gobierno, a diferencia de Guzmán-, y eso es positivo. También, que hace hincapié en que va a recortar los subsidios; el planteo de Massa es más fiscalista, pero faltan detalles de cómo se van a implementar las medidas. Algo positivo es que anunció medidas concretas para aumentar las reservas del Banco Central”, detalla Gándara.

Según la analista, “hay presión devaluadora, pero el Banco Central vende continuamente dólares, y lo hace por la balanza energética, por la importación de energía. Es difícil sostener el precio del dólar con la caída actual de reservas del Central. Esa es la madre de todos los problemas”. En este sentido, hay demasiada inquietud no sólo en la Casa Rosada, sino también en el Palacio de Hacienda. En los últimos días, se profundizó la salida de dólares de la entidad que preside Miguel Pesce a razón de U$S 100 millones promedio diario. En lo que va de agosto, el BCRA acumuló ventas por U$S 580 millones. En su informe provisorio, la entidad señaló que las reservas brutas cerraron ayer en U$S 37.332 millones, una pérdida de U$S 5.269 millones en la comparación intermensual.

“La acumulación de reservas del Banco Central es clave, pero hay que ver si las nuevas medidas generan la confianza necesaria. Por ejemplo, el sector exportador va a liquidar 5.000 millones de dólares, pero no queda claro cómo lo va a hacer”, remarca Gándara. Ayer, el directorio del Central aprobó la emisión de una Letra en Dólares, destinada a estimular el ingreso de fondos externos para prefinanciación de grandes exportadores. Las divisas ingresadas por este mecanismo, depositadas en el sistema financiero local en una cuenta en moneda extranjera, habilitarán a la entidad financiera a licitar por el equivalente a ese depósito una Letra en Dólares, explicó el BCRA.

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