Maggi y su primer gol en San Martín: “Fue un desahogo muy grande”

El delantero se emocionó porque “no me venían saliendo las cosas”.

BUEN GESTO. Maggi se sacó la “mufa” cuando marcó el 4-0. El delantero pidió la pelota para ejecutar el penal y luego pidió una ovación para Verón, quien lo fabricó. PRENSA CASM BUEN GESTO. Maggi se sacó la “mufa” cuando marcó el 4-0. El delantero pidió la pelota para ejecutar el penal y luego pidió una ovación para Verón, quien lo fabricó. PRENSA CASM
29 Agosto 2022

Ni bien Pablo Dóvalo señaló el punto de penal, luego de la falta de Joaquín Papaleo sobre Mauro Verón, corrió desesperadamente a agarrar el balón. “Voy yo, voy yo”, les dijo a “Nené” y a Lucas Diarte, quienes también querían cobrar la penal. “Déjenmelo a mí”, repitió una y otra vez el ex Racing.

Se paró firme y definió con clase. Pelota a un palo y el arquero sobre el otro, casi del manual de cómo debe ejecutarse un remate desde los 11 metros.

A los 32’ del complemento, ni bien vio cómo la pelota besaba la red del arco santiagueño, Iván corrió unos metros, se arrodilló, se tapó la cara y se tiró al suelo. Lloró de emoción; claro, no era para menos.

En 2019, “Chino” era una de las grandes apariciones que había entregado la cantera de Racing. Sólo nueve partidos le habían bastado para que un rápido de reflejos Víctor Blanco, presidente “albiceleste”, decidiera “blindarlo”.

Eduardo Coudet, por entonces entrenador de Racing, fue quien lo subió a Primera División y él cumplió con creces. Goles, asistencias, potencia e inteligencia en los metros finales le valieron un contrato por tres años y una cláusula de salida nada más y nada menos que de 22 millones euros.

Por eso las lágrimas del delantero tienen justificación. Coudet se marchó, su sucesor Juan Antonio Pizzi lo bajó a Reserva y si bien luego volvió a subir, ni Sebastián Beccacece ni Fernando Gago le dieron demasiadas oportunidades.

Ese fue uno de los motivos que o llevó a buscar nuevos horizontes y lo trajo por La Ciudadela. Aunque tampoco logró lo que quería.

“Fue un desahogo muy grande el gol; muy grande”, dijo Maggi sobre el tanto que cerró la goleada sobre el “Gaucho” y que le puso el broche de oro a una noche en la que San Martín se reencontró consigo mismo, luego de una etapa en la que las cosas no le venían saliendo.

Maggi se emocionó. Pero también le tocó las fibras a todos los que comparten el día a día con él. Sus compañeros se le fueron encima y el cuerpo técnico lo aplaudió de pie desde el borde del campo de juego. “Para mí fue eso porque vengo haciendo un trabajo enorme desde el inicio del torneo y las cosas no me venían saliendo como yo quería. Pero ya está, por suerte pude convertir”, explicó el delantero que sólo lleva en cancha 306 minutos en lo que va de la temporada de la Primera Nacional, repartidos en dos juegos como titulares y 13 ingresando como relevo.

Maggi volvió a sentirse pleno en un juego en el que el equipo también estuvo a la altura de las circunstancias. Durante la mini conferencia de prensa pos partido del viernes, estuvo risueño, más “Chino” que nunca, disfrutando una noche en la que cortó la malaria y el equipo dio otro paso hacia adelante en el torneo. “Estoy contento por el triunfo que lo necesitamos muchísimo. Hicimos un partido muy completo desde el minuto cero y dejamos una muy buena imagen”, aseguró ni bien le consultaron que sensaciones había dejado puertas adentro el regreso a la victoria.

Pero Maggi sabe que el conformismo no es bueno en ningún ámbito de la vida. Él quiere seguir creciendo, aportándole cosas positivas al equipo y también que San Martín vaya a fondo en busca del gran objetivo. “Ojalá, este sea el camino para poder cumplir el sueño que tenemos todo. Hay que seguir así”, concluyó.

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