30 Agosto 2022
Emilio Mustafá
“Una vez descubrimos a los chicos haciendo una ronda. Uno de ellos tomó un papel que simuló ser un cigarrillo. Luego de hacer como si lo hubiera fumado, comenzó a hacerse el mareado. Era un juego y que ellos lo llamaban ‘El drogado’”, relató el psicólogo social Emilio Mustafá.
“En esa actividad los niños demuestran que el consumo de sustancias es algo cotidiano en sus vidas”, añadió. “Es muy preocupante lo que está sucediendo con el narcomenudeo. En la actualidad, un vendedor es el que atiende los merenderos y comedores de los barrios. Hay un proceso de legitimación de esta actividad ilícita”, comentó el especialista.
“Hay que entender que hay chicos que hoy crecen viendo a sus padres consumir o vender dosis. Meses atrás intervinimos en un caso muy particular. Una mujer le fue a recriminar a su sobrino que no le vendiera más droga a su hijo, es decir, a su primo. El chico le dijo que para él era un cliente más y que lo seguiría haciendo. Estamos ante un fenómeno, patológico si se quiere, que terminará destruyendo todos los lazos familiares y los tejidos de una comunidad”, finalizó.
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