Septiembre llega con subas tarifarias y con un arrastre inflacionario del 6%

A los usuarios de los servicios de electricidad y de gas no le queda otro camino que el uso raciona de la energía. Es que a partir del mes que viene comenzará a regir la segmentación energética, con la que el Gobierno intenta actualizar los valores de esos servicios. La Secretaría de Energía estableció el nuevo precio estacional de la energía mayorista para los usuarios del Nivel 1, aquellos que tienen ingresos altos y que perderán los subsidios. Se prevén aumentos del 65,87% al 74,79%, según se trate de la hora pico, resto o valle. El precio estacional es uno de los componentes que dan forma al precio final de la factura y al que se agregan el precio de transporte, distribución, impuestos y tasas locales.

Los reajustes tarifarias serán el punto de partida para un efecto en cadena si es que el Gobierno no toma medidas adicionales para contener los precios, advierten las consultoras privadas. Un mayor deslizamiento cambiario, en conjunto con la inercia inflacionaria y la ronda de actualizaciones de precios previstas en prepagas (11,3%) y expensas (8% en promedio) llevarían al índice de agosto a situarse en torno al 6,2% (74,6% interanual). De esta manera, los precios acumularían más de 53% en los primeros ocho meses del año, señala un reporte de Ecolatina.

De cara a los próximos meses, la falta de un ancla robusta que estabilice las expectativas, ajustes en tarifas, reapertura de paritarias y un sostenido crawling peg contribuirán a una mayor persistencia del fenómeno inflacionario. “Aún estimando una desaceleración en los últimos cinco meses del año, que podría estacionarse en la zona del 5% mensual, proyectamos que la inflación cerraría el año con un piso del 90%”, estima la consultora.

Con la dinámica inflacionaria mensual que se viene observando en los últimos tres meses, el economista Fausto Spotorno estimó que 2022 cerrará “raspando el 100%. Y eso es un problemón, porque frenar un nivel de suba de precios de esa envergadura lleva mucho tiempo”. Según el experto, las internas oficialistas como la situación judicial de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner más la reacción callejera de sus simpatizantes golpea a la economía. “Yo creo que hay que dejarse de hinchar y dedicarse a la economía. No se puede dejar nada librado al azar y es necesario aplicar un programa monetario y fiscal que apunte a bajar la inflación”, dijo Spotorno.

Según la economista Natalia Motyl, es probable que, frente a la acumulación de problemas que requieren nuevos precios, este 2022 cierre con una inflación entorno a los tres dígitos. “Sobretodo con el ajuste en tarifas que va a afectar el indicador de la última parte del año y la caída de la demanda de dinero que, luego de la fase estacional en el que sube por una mayor demanda de pesos por vacaciones y aguinaldo, que se va acentuar en los próximos meses”, puntualizó la analista a LA GACETA. La fuerte aceleración de la inflación de este año se encuentra asociado al incremento del ritmo de crecimiento de la oferta monetaria que tiene un rezago de hasta un año y a la caída de la demanda de dinero por un impacto negativo en las expectativas, completó la economista.

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Frente a la caída del consumo y del poder adquisitivo de la sociedad, el Gobierno adelantó ayer medidas que tienden a recomponer el bolsillo del asalario. En un acto de la Unión Obrera Metalúrgica, la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, y el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciaron que, durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, aumentarán las Asignaciones Familiares de trabajadoras y trabajadores en relación de dependencia con ingresos familiares de hasta $ 131.000. De esta forma, cada familia recibirá $ 20.000 de asignación por cada hija o hijo. “No queremos a ningún trabajador argentino debajo de la línea de pobreza. Esta decisión de reforzar y llevar a $ 20.000 las asignaciones familiares de los trabajadores de ingresos más bajos, un millón en todo el país, tiene por objetivo recuperar el ingreso de los trabajadores, protegiendo y cuidando el orden fiscal”, indicó Massa.

Si bien la inflación en alimentos se ha acelerado en toda la región, el problema inflacionario de la Argentina es claramente muy superior al que tienen otros países: la inflación local es cinco veces más alta a la de la región (valor mediano), indica un informe elaborado por el Instituto para el Estudio de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). Según ese diagnóstico, esta brecha se hace más grande todavía en la comparación con algunos países: 9,8 veces la inflación de Bolivia, 6,7 veces la de Ecuador y 6,2 veces la de Paraguay, por caso.