“Mica estaba estudiando el profesorado de Educación Física en la Universidad en Gualeguay, a una hora y media en auto de donde nosotros vivimos”, dijo “Yuyo”. Estaba en el último año y el 1 de abril de 2017 fue a una fiesta en un boliche con sus compañeros, de la que se retiró. Un auto la siguió mientras ella caminaba y dos cuadras antes de su departamento “fue interceptada, secuestrada, violada y asesinada”. Su cuerpo fue hallado una semana después. “En los primeros días se conoció quién era Micaela. Militaba en el feminismo, fue una de las impulsoras de ni una menos. Militaba en la JP Evita; era una de las tres personas que tenía el movimiento Evita en Entre Ríos. Dos días después de la desaparición se identificó por las cámaras filmadoras el recorrido y el auto. “Se supo que ese auto era de Sebastián Wagner, que estaba condenado por dos violaciones y hacía poquitas semanas estaba con libertad condicional”, pese a los informes psicológicos del servicio penitenciario –dijo- que había desaconsejado liberarlo porque no reconocía que la violación estaba mal. Hubo además una denuncia contra Wagner el viernes 31 de marzo por un intento de violación a una niña de 13 años, a cuyo padre no le quisieron recibir la denuncia en dos dependencias judiciales y una comisaría porque estaba ausente la jueza. A partir de esto Flora Acselard, una ex secretaria de la vocal de la Corte Suprema nacional, Carmen Argibay (fallecida en 2013), tuvo la idea de hacer la ley Micaela para obligar a los empleados del Estado a capacitarse. La norma tuvo lento avance en 2018 y se resolvió con prontitud al final de ese año, después del escándalo de la Copa Libertadores entre River y Boca, porque el entonces presidente Mauricio Macri pidió sesión extraordinaria del Congreso para tratar una ley contra las barras bravas. Y ahí se pudo añadir a la sesión la ley Micaela, que rige desde enero de 2019. Después hubo que conseguir la adhesión de las provincias:Tucumán fue la última.
“Hubo personas que empezaron a demandar la ley Micaela para otros ámbitos, por ejemplo el sistema universitario, el ámbito deportivo -hoy Córdoba, provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Río Negro, Santiago del Estero, tienen ley Mica en el deporte-. También hay un proyecto presentado en la Cámara de Diputados Nación que se conoce como la Micaela sindical. También hay proyectos de ley Micaela para medios de comunicación”, explicó.
“El cambio cultural es muy lerdo pero los logros son grandes. Muchos organismos lo toman como una cosa que hay que hacer, y muchas personas en el Estado recién se ven obligadas cuando las citan. Muchas voluntariamente exigen capacitarse, no las que más lo necesitan. Yo propuse hacer ciclos de capacitaciones diferentes, que cada uno elija cuál”.
García dice que “hay una parte de la sociedad que ni está enterada del caso Micaela, y no es tan chiquita que digamos. Después hay un desconocimiento: le hablás de Micaela y la gente no sabe lo que dice la ley, pero lo asocian con que con esta ley se puede conseguir la sociedad que Micaela soñaba”.