En la Expo: se estrena una emprendedora de velas de cera de soja

Ruoti empezó a fabricar productos aromáticos y humectantes tras perder su empleo en la pandemia. La emprendedora desembarcó por primera vez en la Expo con un mesón que refleja sus habilidades con las velas, las flores, el tejido y la cerámica

EMPRENDEDORA TODOTERRENO. Alejandra Ruoti con su puesto de velas de cera de soja y perfumes. LA GACETA EMPRENDEDORA TODOTERRENO. Alejandra Ruoti con su puesto de velas de cera de soja y perfumes. LA GACETA
24 Septiembre 2022

“A&D Velas y Aromas” es el nombre oficial del emprendimiento de Alejandra Ruoti con la cera de soja y la perfumería. Detrás de un mesón ubicado en la zona de la Asociación Civil de Emprendedores y Artesanos del Bicentenario, la fundadora de 50 años detalla las propiedades de su producto carismático, que cumple muchísimas funciones. Ruoti enumera que las velas sirven para crear ambientes relajados, para aromatizar y, también, para humectar la piel porque el material que se derrite a 40 grados puede ser aplicado en manos, codos y pies, y en masajes. Sobre la mesa descansan botellas y frascos de diferente tipo y tamaño, y unos recipientes de cerámica de color crudo elaborados por la propia Ruoti. Ella también hizo los tejidos de macramé que decoran el gazebo.

La historia de esta recién llegada a la Rural prueba que el coronavirus fue mucho más que una enfermedad devastadora. “Durante la pandemia me quedé sin trabajo. Era administrativa y tenía una hija a mi cargo. Todo había eclosionado. ¿Qué hice? Me inscribí en cursos de velas de cera de soja y de perfumería. Es un mundo que a mí me fascina y que yo seguía en las redes sociales”, cuenta Ruoti. Ante la necesidad de reinventarse, la emprendedora pensó en probar con lo que le gustaba y así arrancó: fabricaba sus productos y los distribuía entre los conocidos que la ayudaron durante la crisis. “Un curso me llevó a otro hasta que salí a vender en mi ‘autito’”, refiere.

Con el ejercicio y la colaboración de su hermana María Elena, Ruoti se hizo todoterreno. No sólo hacía las velas, sino también los difusores, los perfumes, los contenedores de cerámica y los tejidos. Una vez pasó por la feria del parque Avellaneda de San Miguel de Tucumán y se le ocurrió que debía estar ahí. Averiguó en la Municipalidad, cumplió el procedimiento y en octubre de 2021 se estrenó como puestera. “Así empecé a hacerme más conocida. Esta ha sido mi vidriera. Hice otro curso en marketing digital que me permitió crecer y adquirí herramientas que me afianzaron como emprendedora. La Oficina de Empleo de la Municipalidad me apoyó muchísimo. Y aquí estamos por primera vez en la Expo”, dice con orgullo.

Las habilidades de Ruoti incluyen la serigrafía textil, la pintura en relieve, la confección de almohadones… Dice que al comienzo ella era una de las pocas fabricantes de velas de cera de soja que había en la provincia y que, después, la actividad se puso de moda. Se trata de un material natural -muy demandado por la cultura vegana- a diferencia de la parafina, que es un derivado del petróleo. Su producción abarca aromas dulces, cítricos, florales, etcétera. “La aromaterapia influye en el estado de ánimo. Cuando se funden, estas velas no queman, entonces, se pueden usar como si fuese una crema”, refiere.

La emprendedora asegura que le encanta la vida que se armó tras la tragedia que supuso la pandemia. Y afirma que no volvería al trabajo en la administración porque ahora maneja sus tiempos, aunque el trajín de trasladarse de lugar a lugar sea sacrificado. “Yo armo mi negocio en la calle por eso me esfuerzo por adornarlo y darle una buena presencia. Quiero que la gente se detenga y conozca lo que hago”, explica. Ruoti no sólo pasó de empleada a dueña, sino también de alumna a profesora: resulta que, entre feria y feria, también se animó y empezó a dictar cursos para que otros armen sus propios proyectos.

El emprendimiento en Instagram:

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