Mientras no se parta de un diagnóstico correcto que lleve a medidas proporcionales y adecuadas, los incendios seguirán siendo una pesadilla que irá in crescendo a raíz del agravamiento del cambio climático. De ninguna manera el problema se resuelve priorizando el labrado de actas y menos tomando medidas contra dueños de fincas. Hay que “adaptarse” a los cambios de las condiciones ambientales actuales que favorecen la propagación de cualquier fuego, sea intencional o involuntario. Las principales medidas pasan por: concientizar a la población sobre los riesgos, promoviendo simultáneamente buenas prácticas con medidas de prevención como limpieza y cortafuegos, incorporando medios materiales y humanos para la contención temprana, etc. Mucho contribuiría el retiro de los excedentes de rastrojos de los campos. Para Tucumán, lamentablemente YPF discontinuó su proyecto de biomasa en El Bracho, optando por tecnologías alejadas de su core y expertise como la electromovilidad.
Santiago José Paz
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