Por Guadalupe Norte
17 Octubre 2022
COLECCIÓN ATEMPORAL. La marca dispone de prendas con nombres de lugares emblemáticos de Tucumán o de mujeres.
Los paisajes que ofrece nuestra provincia han servido innumerables veces de inspiración para el arte. Entre lo ancestral y el caos posmoderno, la esencia fresca de los cerros y un simbolismo que agrupa la libertad con el desarraigo o las más nostálgicas de las zambas; Tucumán representa a una musa caprichosa.
Muchos han intentado plasmar sus facetas en el ámbito de la música, la pintura o el diseño. A este último rubro pertenece Eterna y Mía (@eternaymiaok): una marca de indumentaria que nos invita a descubrir el territorio a través de referencias que nos son propias.
Con el trasfondo de la pandemia, la propuesta nació hace dos años y se caracteriza por fabricar prendas inspiradas en la flora y los escenarios locales. En honor a los cítricos, los percheros exhiben conjuntos en tonos naranjas. Además de piezas embebidas en rosa, blanco, celeste o púrpura para atesorar las dulces primaveras u otoños, cargadas de lapachos y jacarandás.
En ese combo de recuerdos tampoco faltan las pizcas de negro sobre algún textil; una sutil metáfora de las cenizas de caña de azúcar que vuelan (con total descaro) en épocas de zafra.
Aunque menos perceptible que los diseños, nuestro estilo de vida aparece igualmente grabado en las prendas a través de géneros livianos y morfologías sueltas que se adaptan a los cuerpos de quienes habitan en Latinoamérica y el NOA.
“Una de las ideas que me llevó a proyectar esta marca fue -de alguna forma- intentar responder a las necesidades de las mujeres que vivían en esta geografía y debían soportar su calor. Fue entonces que pensé en confeccionar ropa que permitiera sentirnos cómodas, completar cualquier rutina y que no apretara el cuerpo ni fuera difícil de transportar (por su peso o la utilización de la plancha)”, comenta su creadora Melanie Cores, quien vivió 30 años en Tucumán.
Producción responsable
Sumada a su impronta federal, la iniciativa se inscribe dentro del slow fashion; una filosofía que apunta al consumo responsable y a disminuir el impacto que genera la industria de la moda (la segunda mayor contaminante del planeta) sobre el medioambiente.
“El aporte que hacemos desde Eterna y Mía a esta idea de sustentabilidad es elaborar prendas que sean atemporales, puedan usarse casi todo el año, en diversas ocasiones (es decir, versátiles según la situación o evento) y duren mucho tiempo en el placard”, agrega la asesora de imagen.
Por esta razón, la firma trabaja con series en lugar de dejarse llevar por la dictadura de las temporadas o el calendario de las pasarelas internacionales. De esa máxima y el contacto íntimo con Tucumán es que nació la primera colección de la marca “Jardín de la República”.
Al mirar las fotografías (con la inmensidad de Tafí del Valle como telón) los diseños cautivan a cualquier fanática de los colores vibrantes, el mix and match y los patrones florales o rayados. Detrás del mundo de estampas de autor, se encuentra la mano de la artista visual Juliet Ruiz.
“Desde hace años me dedico a hacer obras relacionadas con los paisajes tucumanos. Por ejemplo, a partir de fotos que tomo en las rutas o capturas rápidas en movimiento para reflejar las emociones que transmiten. También tengo una serie importante referida a los ingenios. Es increíble ver como esos diseños luego se transfieren a la indumentaria para crear prendas con personalidad y un gran significado”, agrega la Licenciada en Artes y grabadora.
Los nombres de los ítems (de alto verano e invierno) tampoco quedaron librados al azar. Pantalón Infiernillo, musculosa Yerba Buena, remerón Yungas, camisaco Cadillal, buzo Villa Nougués… el viaje alusivo por nuestros parajes no requiere de ninguna explicación extra.
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