Un oficialismo vencedor y vencido, en el debate por el proyecto de Presupuesto 2023

El Gobierno nacional superó el escollo de la Cámara Baja en pos de contar con un plan de gastos, pero debió resignar temas clave

DIPUTADOS trataría el pedido de Juicio, en unas semanas. DIPUTADOS trataría el pedido de Juicio, en unas semanas.

El debate de un proyecto de ley se presenta en forma de batalla discursiva, sin que importe si este llega al recinto con los votos suficientes para que sea aprobado o si, por el contrario, será rechazado más allá de los argumentos que esgriman sus defensores. Y como toda batalla, deja vencedores y vencidos. Pero como también ocurre en lides que se dan en otros ámbitos, a veces quienes se imponen logran triunfos pírricos y quienes son derrotados en ocasiones logran cosechar pequeñas victorias.

Ocurrió con la discusión en la Cámara Baja del Congreso del proyecto de Presupuesto 2023. Una primera -e indiscutible- lectura da cuenta de que el oficialismo resultó vencedor, porque logró que se apruebe, en general, el plan de gastos para el año que viene.

Incluso, en el tratamiento en particular del articulado de la iniciativa logró imponer un nuevo tributo, a los pasajes aéreos. Lo recaudado se utilizará para costear gastos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

En realidad, la aprobación del proyecto de Presupuesto 2023 resultaba, de alguna manera, el mal menor para la oposición. El año pasado, cuando el Gobierno no había logrado hacer que se apruebe la “Ley de leyes”, se había advertido la inconveniencia de que se repita algo así en un año electoral. Ocurre que, de acuerdo a la legislación de la Argentina, si el Poder Ejecutivo Nacional no cuenta con un presupuesto, puede reformular el del año anterior. Y la potestad de reasignar las partidas recae -también por ley- en quien ocupe la Jefatura de Gabinete; actualmente, el gobernador, Juan Manzur.

Dicho en otras palabras, si la oposición rechazaba el proyecto de Presupuesto 2023 en los hechos le habría dado al Gobierno del Frente de Todos un cheque en blanco para que lo administre durante un año en el que se realizarán las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), las generales y, eventualmente, el balotaje.

Pero más allá de esto, la oposición también se abrochó algunas victorias durante el debate del proyecto de Presupuesto 2023. Por un lado, el fuerte rechazo que se había dado en la víspera contra un artículo puntual motivó a que el oficialismo directamente lo retire del texto. El punto prorrogaba hasta el 31 de diciembre del año que viene la facultad del Gobierno para fijar retenciones con un tope de un 33% del valor imponible o del precio oficial FOB (Free On Board -en inglés, “Libre abordo”-; cláusula de comercio internacional para operaciones en las que la mercancía se transporta por barco) sobre productos agropecuarios.

Pero la oposición también se anotó otro triunfo: logró frenar la pretensión del oficialismo de hacer que magistrados, funcionarios y empleados judiciales tributen el impuesto a las Ganancias. La iniciativa había sido incluida el jueves, durante la última reunión de la comisión de Presupuesto. Los diputados del Frente de Todos arguyeron que merced de este punto, el fisco iba a recaudar $ 237.850 millones el el año que viene. Empero, sus homólogos de Juntos por el Cambio, en particular, interpretaron que se trataba de otro embate del kirchnerismo contra la Justicia. El artículo fue rechazado por 134 a 116.

Un polémico artículo

En el proyecto de presupuesto 2023 un punto hacía un ruido ensordecedor a la oposición, al punto que sobre este fundaron su advertencia de que no aprobarían la iniciativa a raíz de este. Se trataba del artículo que prorrogaba hasta el 31 de diciembre del año que viene la facultad del Gobierno para fijar retenciones con un tope de un 33% del valor imponible o del precio oficial FOB (Free On Board -en inglés, “Libre abordo”-; cláusula de comercio internacional para operaciones en las que la mercancía se transporta por barco) sobre productos agropecuarios.

Para tratar de convencer a los diputados de opositores, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, les prometió que no tenían en agenda un aumento de las retenciones. No le creyeron.

Tampoco lo hicieron las entidades que agrupan a los ruralistas. “Una vez más, la política pretende coartar el crecimiento y el desarrollo productivo con políticas confiscatorias, imponiendo gravámenes que restringen la producción, el crecimiento y la generación de empleo”, había dicho, mediante un comunicado conjunto, directivos de la Sociedad Rural Argentina, de la Federación Agraria Argentina, de Coninagro y de Confederaciones Rurales Argentinas.

Ante ese panorama, y ante la necesidad de que la iniciativa resulte aprobada en la Cámara Baja, y pueda seguir su camino hacia el Senado, para finalmente convertirse en ley, el oficialismo optó directamente por eliminar el punto del proyecto. Esto fue interpretado como un triunfo de la oposición.

“No teníamos previsto un nuevo incremento en el nivel de las retenciones a las exportaciones, a nosotros y (al) Ministerio de Economía nos resulta indistinto que este artículo esté o no”, había dicho el martes el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, en lo que había sonado como la antesala de la eliminación de este artículo.

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