Cartas de lectores III: La otra mirada justa

27 Octubre 2022

Hace 25 años ingresé a la Justicia provincial; trabajando allí comencé mis estudios hasta recibir mi título de Abogado y luego, con el tiempo, pude prepararme en materia de posgrado. Me tocó vivir experiencias que nunca se dan a conocer generalmente por la prensa. Tuve compañeros que literalmente dejaron su vida por esta vocación de ser un agente judicial. Es por ejemplo del recordado y querido “Lalo Uro”, quien por involucrarse en su trabajo, intentó colaborar en una negociación para que un acusado de un delito, debido a que tenía una medida coercitiva en su contra y debía comparecer ante la Justicia. Este honestísimo y dedicado prosecretario Uro falleció cumpliendo con su plenitud en cuanto a sus convicciones de ser un funcionario correcto. Vi ordenanzas, empleados, funcionarios y jueces trabajar a destajo abundantes horas. Veo el compromiso a diario de la mayoría de los empleados. Padecieron infarto en pleno trabajo varios judiciales. Esto es la Justicia que no se ve. Es un tanto obvio que tristemente las causas en donde uno de cientos de jueces es mal instruida o existe mora, los medios son los que publican los errores, que estimo todos los seres humanos los tenemos. También pude en estos últimos tiempos ver el avance en materia de Violencia Doméstica, con la creación de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), la cual brinda soluciones casi inmediatas. El sueño y logro de la digitalización de los pleitos brinda una transparencia absoluta. Pues el expediente es digital, y las partes tienen constante conocimiento de los proveídos y resoluciones. La creación edilicia de los edificios que están ubicados sobre calle 9 de Julio es algo digno de destacar. Pues es pensado para la gente que acude a diario a los juzgados y oficinas. Son innumerables los avances y destaco el esfuerzo diario de absolutamente todos los compañeros judiciales en todos sus estratos. La capacitación que nos brindan es algo extremadamente útil y hasta la posibilidad de ingresar a la Escuela Judicial. Sin pretensión de extenderme, estas son unas humildes y simples líneas, para no generalizar nuestras dificultades diarias. Ojalá seamos muchos los que fuimos y somos testigos de la vocación, el trabajo, la transparencia y los nuevos desafíos.

Gonzalo Cornet Esteves 

goncornetesteves@gmail.com

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