Hola Lio, ¿cómo estás?

A la ansiedad hay que manejarla de manera adecuada. Esta Selección viene gestando un entusiasmo colectivo que contribuyó a alcanzar los 35 partidos invictos.

13 Noviembre 2022

Por Ignacio Bossi - Coach de fortaleza mental, individual y colectiva.

“Hola Lio: ¿cómo te sentís en esta previa?” Esa pregunta puede ser muy profunda cuando nos la hace nuestro mejor amigo. Sería fascinante estar en tu cercanía y escuchar tu respuesta desde la más pura sinceridad, sin cámaras digamos. ¿Cómo se la contarías a un amigo, como tu inseparable Pepe Costas? Voy a inferir tu respuesta, intentando escuchar el trasfondo de lo que decís en tus últimas entrevistas.

De tu declaración: “este es mi último Mundial”. Como Coach de Fortaleza Mental, individual y colectiva, me gustaría hacer hincapié en las emociones que convoca esa exposición. Cuando un equipo va al Mundial se generan muchas cosas (ideas, prejuicios -el famoso cassette-, ilusiones, sensaciones y estados de ánimo). Jorge Valdano siempre propone que el poder de un equipo es su estado de ánimo. Por lo tanto, en la medida que el equipo esté en emociones (sentimientos puntuales) o estados de ánimo (emociones sostenidas y compartidas) que lo ayuden, se fortalece. Lo contrario: cuando las emocionalidades no ayudan, debilitan inconscientemente al equipo.

Lo que nos lleva a preguntarnos y preguntarte, ¿cuáles son las emociones que nos fortalecen y cuáles son aquellas que no nos ayudan? Y lo más importante: Lio, ¿cómo podés liderar la creación de estados de ánimo que lleven al equipo a su máximo potencial? ¿Percibís el impacto de tus declaraciones?

En los últimos años, esta Selección se preparó para llegar al Mundial y pudimos ver cómo se fue gestando ese entusiasmo colectivo, que, sin dudas, contribuyó a alcanzar los 35 partidos invictos. El entusiasmo de la preparación ya finalizó. Ahora se comienza a vivir la previa del torneo.

Como vos dijiste: “si el primer partido no se gana, puede desencadenar una confusión muy grande, como ya nos ocurrió en el Mundial de 2018 contra Islandia”. Esto puede llegar a provocar un estado de ánimo de incertidumbre o presión sobre el equipo. Esa manera de vivirlo no sólo se traslada al equipo, sino también a toda la gente que los entrevista y a los que los alentamos. Adicionalmente, nuestro pueblo, habituado a los cachetazos económicos, parece sólo tener la ilusión de que ustedes traigan la copa, como los niños se ilusionan con los Reyes Magos.

Esa combinación de sensaciones nos lleva a que aparezca ese nerviosismo con forma de emoción que se llama ansiedad. Y como toda emoción, sería apropiado darle su justo lugar: que nos mantenga alertas, conectados y resolutivos para intervenir desde el primer segundo. Y manejarla adecuadamente para que no crezca y se transforme en un obstáculo para la precisión y el buen pie que caracteriza a este equipo.

Seguramente, Lio, como cualquier deportista de alto rendimiento, habrás compartido con muchos profesionales de la mente. Sin embargo, nos gustaría regalarte una pregunta, para vos y para el equipo que liderás: ¿cómo prepararnos emocionalmente? ¿Cómo minimizar la ansiedad para vivir en el Aquí y Ahora, en la previa al primer partido?

Y, si nos permitís, te sugerimos comenzar por vos. Si tu cabeza comienza a pensar que en el 2026 (próximo Mundial) también vas a estar en la Selección, como jugador o en otra manera de contribuir, te sacarás la idea de que este es el último, y así vas a poder conectarte con el presente. Tu liderazgo es clave para que el equipo esté en el presente y no en la ansiedad de que termine ese primer partido. Es importante que pensemos que este no es el último Mundial, que todavía la historia tuya con la Selección no está terminada, ni mucho menos.

Sacando de tu cabeza la preocupación, el peso que asignas a este Mundial, podrás conectar con el presente y así ayudar a reducir ese estado de ansiedad que el equipo no necesita, y encarar el primer partido con más posibilidades.

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