La acusan de robar U$S 36.000 y montar un negocio

LA AUDIENCIA. El querellante dijo que la acusada montó un negocio “de ropa de gauchos”. LA AUDIENCIA. El querellante dijo que la acusada montó un negocio “de ropa de gauchos”.

La joven fue procesada por haberle robado U$S36.000 a su empleadora. La misma suerte corrió el hombre que le recibía y ocultaba los billetes. Ahora, los investigadores siguen tratando de ubicar a un tercer sospechoso. Según el representante legal de la víctima, la acusada habría iniciado un negocio de venta de ropa rural con el dinero que había sustraído con la modalidad de “robo hormiga”.

Todo comenzó cuando la propietaria de una vivienda descubrió el faltante del dinero. Ella guardaba los dólares en una bolsa negra que estaba en el interior de una conservadora que, según se supo, mantenía oculta en una alacena de dos metros de altura. La mujer denunció en la Policía que nadie había ingresado a su domicilio.

Los agentes, al mando de los comisarios Miguel Carabajal y Jorge Dib, dirigidos por el fiscal Diego López Ávila, investigaron el caso. Descubrieron que la empleada doméstica había tenido un importante crecimiento económico.

También sospecharon que la acusada, identificada como Daisy Vanina Flores, junto a un tal Saúl, cambiaba el dinero robado en una cueva de la capital tucumana. Por ese motivo, fue acusada de hurtos reiterados y venta ilegal de moneda extranjera.

En tanto, que también se formalizaron cargos por encubrimiento en contra de Maximiliano Exequiel López. Según López Ávila, el hombre habría recibido y ocultado el dinero del que se había apoderado ilegalmente Flores y luego habría utilizado para comprarse una camioneta que registró a su nombre.

“Las pruebas son contundentes. Esta mujer, aprovechando la confianza en ella depositada como niñera, se encargaba, mientras trabajaba, de sustraer parte el dinero”, sostuvo el querellante José María Molina. “Existen informes financieros que demuestran que con el dinero sustraído se compró una camioneta”, añadió.

El abogado señaló además el crecimiento que tuvo la acusada. “Tenemos pleno conocimiento de que montó su empresa en la venta de ropa de gauchos, organizaba encuentros dedicados a la doma de caballos y hasta repartía tarjetas con su nombre para prestar dinero. Todo eso lo hizo con el dinero robado a la persona que representó”, explicó Molina.

En una audiencia realizada el lunes, la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva, hizo uso de la palabra. “El robo me generó un daño enorme porque se llevó gran parte de mis ahorros. Pero lo más grave de todo es que yo confié en ella. Le dejé a mi hija a su cuidado. Todavía no me puedo recuperar de lo que hizo”, declaró con lágrimas en los ojos.

López Ávila pidió que se les dictase la prisión preventiva a ambos. La querella se adhirió al planteo y, los defensores lo rechazaron. La jueza Carmen López resolvió aceptar la acusación, pero ordenó que continuaran el proceso en libertad.

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