Análisis: ¿Había dudas sobre la potencia de Inglaterra? Ahí la tienen

LA GACETA en Qatar. Lo que dejó la goleada de los británicos.

Inglaterra goleó con autoridad a Irán por 6-2 y se anota como uno de los grandes candidatos al título. Inglaterra goleó con autoridad a Irán por 6-2 y se anota como uno de los grandes candidatos al título.

Jude Bellingham acaba de colocar la pelota en un ángulo y a la frescura de sus 19 años se trepan sus compañeros para festejar. Poco después será el turno de Bayoko Saka, de 21, y nada menos que con un doblete. Mason Mount, incansable motor de la media cancha, cumplió 23. Inglaterra tiene juventud y talento. Pero también tiene toda la experiencia del enorme Harry Kane, que no marcó pero manejó los hilos de la ofensiva y se llevó la mayor ovación cuando lo reemplazaron. Sí, este es un equipo de temer, sólido, veloz, preciso, lleno de buenos jugadores. Candidato, sin dudas.

Se dirá que el rival no es medida. Es posible. El partido con Irán fue un set que Inglaterra resolvió por 6 a 2, con la salvedad de que en varios pasajes reguló un poco. Si iba por más, la defensa iraní no daba ninguna garantía de aguantar una decena de goles. Así de pobre lució la formación de Carlos Queiroz, tan frágil y carente de jerarquía como lo que se vio de Qatar el domingo. Y eso que arrancó con una línea de cinco en el fondo y la decisión de no dejar espacios. Bastó el cabezazo de Bellingham, joven maravilla que seguramente pasará de Borussia Dortmund a un grande de la Liga Premier, para desbaratar ese plan. Tampoco fue justificativo el cambio de arquero. A Beiranvand lo arrolló un tren y debió dejarle el puesto a Hosseini, saltarín e inseguro, pero no responsable de los goles.

Pero volvamos a Inglaterra. ¿Cuáles pueden ser sus puntos débiles? Imposible detectarlos en este partido. Siempre las dudas estarán por el lado de Maguire, que perdió el puesto en Manchester United a manos de Lisandro Martínez. Debió salir lesionado tras la primera conquista de los iraníes, felices por la gran definición de Teremi y por no quedar en cero. Había sido la primera aproximación seria de los asiáticos al arco de Pickford y terminó en gol. También habrá que ver cómo responden los jóvenes que Gareth Southgate mandó a la cancha cuando afronten compromisos exigentes. Por lo demás, si se habla de funcionamiento y de figuras, los ingleses duermen tranquilos.

El partido, un monólogo inglés, ofreció el muestrario de variantes ofensivas del equipo, siempre con el cerebral Kane al comando. Ambas definiciones de Saka fueron buenísimas, sobre todo la segunda, maniobrando en el área desde la derecha hacia el centro. Y fue un golazo el de Sterling, perfecto anticipo en el primer palo. Southgate contó plata adelante de los pobres y en un alarde de recambio mandó a la cancha -juntos- a Grealish, Foden y Rashford. Se veía venir el show y no defraudaron.

La tarde/noche en el estadio Khalifa se cerró con un penal de VAR. El brasileño Raphael Claus, sagaz trotamundo de la Copa Libertadores, le hizo caso al llamado para regalarle a Teremi la posibilidad del doblete. En la tribuna, los iraníes lo celebraron como un Mundial. Muchos de esos hinchas no habían cantado el himno nacional, como forma de apoyo a quienes protestan en su país contra el gobierno del ayatollah Jamenei. Los ingleses ya habían bajado la cortina hacía rato, sabedores de que no sólo son favoritos a quedarse con el Grupo B: miran mucho más lejos.

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