Por Bruno Farano
01 Diciembre 2022
UNIDOS SON MÁS FUERTES. Argentina hizo un partido casi perfecto, “barrió” de la cancha a Polonia y se clasificó como el mejor equipo del grupo C. En octavos de final, se cruzará con Australia, el sábado.
Las Copa del Mundo son torneos cortos y complicados, en los que el margen de error es acotado. Por eso, una selección que pretende estar en la pelea por el título está obligada a mantener la guardia alta y a saber recuperarse a tiempo; pero sobre todo a no volver a fallar.
Tras el paso en falso del debut, Argentina aprendió de sus errores y comenzó un camino que se mantiene en franco ascenso. Contra México, ganó 2-0 mostrando una buena mejoría respecto al duelo contra Arabia Saudita, pero sobre todo mostrando contundencia. Y en esta oportunidad, el equipo dirigido por Lionel Scaloni mostró un nivel sólido, sin fisuras, que va en alza y que invita a soñar a sus hinchas.
El entrenador tiene mucho que ver en lo que muestra el equipo en cancha. Scaloni no se casa con nadie; lo demostró desde siempre y lo dejó en claro ni bien pisó Qatar, cuando dejó al margen jugadores que habían estado durante todo el proceso.
Y ahora, tuvo la sapiencia y la convicción para poner en cancha a los que futbolistas que mejor presente tienen; porque en un Mundial eso también pesa mucho. No se puede fallar y en cada partido hay que estar mejor y mejor.
Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Julián Álvarez llegaron a Doha con algunas chances menos que otros compañeros. Pero se ganaron sus lugares en base a buenos rendimientos y aportaron lo suyo en momentos claves.
Pero Argentina sigue a paso firme en la Copa porque es un equipo que juega como tal y que sobresale por encima de cualquiera de sus individualidades.
Si hay algo que hizo bien en esta oportunidad, fue jugar con convicción, con garra, con entrega y con hambre de gol. La Selección “borró” de la cancha a Polonia; la desbordó por ambas bandas, fue vertical y punzante y la puso en jaque en múltiples ocasiones.
El nivel individual fue muy parejo, con picos de rendimientos altos en todas las líneas, excepto Emiliano Martínez que casi no tuvo trabajo.
La dupla de centrales se mostró sólida para contener a un delantero de la talla de Robert Lewandowski. Los laterales fueron muy importante para “ensanchar” la cancha ante un rival que agrupó mucha gente detrás de la línea de la pelota. Y de mitad de cancha para adelante, casi todos fueron importantes.
Fernández volvió a mostrar que es clave en este equipo, Mac Allister y Ángel Di María están cada vez mejor en los últimos metros, Julián Álvarez es el “9” que necesita la Selección y, además, tiene al mejor del mundo en gran nivel y con confianza (no se cayó ni errando el penal).
Sí; porque la figura fue un equipo que va creciendo, y que saca chapa a cada paso.
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