Está claro que la muerte de Andrés Felipe Balanta sacudió al fútbol argentino. Miles de mensajes en apoyo a los familiares, cuerpo técnico, compañeros y amigos inundaron las redes sociales. Las preguntas se multiplicaron y los lamentos hicieron mucho hincapié a la edad y actividad que realizaba el futbolista de 22 años.
Mario Fitz Maurice, médico cardiólogo y jefe del servicio de Arritmia del Hospital Rivadavia (Buenos Aires) habló con LG Deportiva y brindó su punto de vista, que probablemente aclarará alguna de las dudas que generó el fallecimiento de Balanta.
“Antes que nada, estaría bueno decir que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en la Argentina y en el mundo occidental. Morirse del corazón es muy frecuente y de esas muertes, la mitad ocurre así de manera súbita. Es decir, le sucede a gente que aparentemente está sana y que hace las cosas habituales de su vida, que está facultad, en la oficina o haciendo deportes”, remarcó el especialista.
El cardiólogo explicó que las muertes relacionadas a lo cardiovascular, en los menores de 35 se debe a patologías congénitas que no fueron diagnosticadas, mientras que en los mayores de 35 se debe fundamentalmente a lo que se conoce como cardiopatía isquémica, es decir un infarto. “Este chico podría haber tenido una patología congénita no detectada, por algún motivo, no porque no fue al médico o porque el medico no la vio. Porque por ahí estaba muy bien estudiado, pero en el momento de esos estudios esa patología no estaba o no apareció, no había ninguna marca que nos podría predecir sobre una posible muerte súbita”, detalló Fitz Maurice.
Para tratar de evitar o contrarrestar de la mejor manera este tipo de episodios, es obligatorio que los lugares donde se practican deportes cuenten con desfibriladores y con gente capacitada para hacer la reanimación RCP. “Tener un desfibrilador no es estar cardioprotegido, estar cardioprotegido es tener la cantidad necesaria de desfibriladores, que estén señalizados, que haya gente preparada para utilizarlos y que haya personas preparadas para hacer RCP”, agregó el doctor.
Además de contar con el equipamiento necesario, para Fitz Maurice, director del Instituto Nacional de Arritmias, la capacitación juega un rol preponderante. “Hay un 10% de perdida de posibilidades de sobrevivir por minuto perdido, es decir si lo usas en el primer minuto, tenes un 90% de probabilidades que la persona llegue con vida a un hospital, pero si demoras nueve minutos, ya tenes solo el 10. Si te demorás en encontrarlo, o está muy lejos, cada vez hay menos probabilidades, por eso todo tiene que estar señalado”.
En relación a la descompensación que tuvo Balanta en el 2019, el doctor señaló que podría o no estar relacionado al episodio del martes. “No sé qué tipo de estudios se le hicieron, o qué protocolos hay en Colombia, pero puede ser que tenga que ver. Por otra parte, para que esté relacionado al calor, debería tener una patología congénita previa que sea reactivada por el calor, pero debería hacer mucho calor”, explicó.
El informe preliminar de la autopsia indica que Balanta habría fallecido por una afección cardíaca, de todas maneras, será confirmado una vez que finalicen los estudios de anatomía patológica. “Es probable que estas cosas se puedan detectar en la autopsia, si fue un cambio metabólico no se detectará, no sabrás la causa de la muerte súbita, ahora si tenía una arteria coronaria tapada, sí”, comentó el especialista que dejó un mensaje claro a los responsables de los lugares en donde se practican deportes. “Que esto sirva para mejorar y si vuelve a suceder tengan éxitos en la reanimación. Una vez que lo trasladan y llega al hospital empezamos a investigar patologías congénitas y si tiene alguna arteria coronaria tapada”, agregó.
También hubo un mensaje para la población general: “Todos deben ir al médico y hacerse los chequeos, los estudios los pedirá el doctor que los atienda, pero antes de empezar una actividad deportiva sí o sí, tenemos que hacer una consulta para poder regularla. Hay que ir al médico”, finalizó.
Una situación complicada
En junio del 2017, Miguel Ángel Julio Rosette vivió un episodio en nuestra provincia cuanto menos confuso. La Policía debió ingresar a su departamento por uno de los balcones, ya que el jugador no respondía a los llamados al portero, ni a la puerta. Lo encontraron tirado boca abajo en su dormitorio, con heridas superficiales en el cuello y manchas de sangre en la ropa.
El joven fue llevado al Hospital Padilla, donde se constató que su vida no corría peligro. Rosette había llegado a Atlético dos años atrás cuando el equipo militaba en la Primera B Nacional y debutó en el equipo el 22 de marzo de 2015.
Días antes del evento desafortunado el club había llegado a un acuerdo con el colombiano para interrumpir su contrato por “comportamientos inapropiados” y se le dio pasaje para que regrese a su país, algo que debía pasar en los siguientes días.
Polémica partida
En 2012 se dio una situación inusual, aunque muy diferente a lo ocurrido con Julio Rosette y Balanta. El colombiano Jairo Castillo llegó como un refuerzo de lujo para el equipo de Juan Manuel Llop, pero apenas jugó nueve partidos y convirtió un gol. Promediando el segundo tiempo de un partido ante Quilmes el delantero fue reemplazado por Cristian Palacios y se retiró bajo una silbatina generalizada, escupitajos e insultos racistas. “Nunca en mi carrera me han insultado tanto como lo hicieron aquí”, dijo el ex delantero. Por su parte Llop le bajó un poco la temperatura a las declaraciones del colombiano. “No se sentía cómodo y prefirió irse”, confesó el entrenador en ese momento a LV7.