Emiliano “Dibu” Martínez se ganó el corazón de los argentinos durante los partidos de la Copa América, especialmente en la semifinal después de su espectacular actuación en la definición de los penales, que llevó al equipo albiceleste a convertirse en campeones.
Actualmente, es una de las estrellas destacadas del Mundial de Qatar y transita un presente arrollador como capitán del Aston Villa, su club de Inglaterra. Pero en el plano íntimo y emocional, el “Dibu” también logró grandes conquistas: enamorar a la chica de sus sueños y formar una familia.
El arquero conoció al amor de su vida mientras esperaba subirse a un colectivo cuando todavía era arquero del Arsenal. Los Gunners se quedaron con su pase en 2009 luego de comprarlo a Independiente, y fue allí donde el oriundo de Mar del Plata se encontraba con ella cada día, hoy conocida como Mandinha Martínez, que en aquella época vivía a la vuelta de su casa en Londres.
La mujer, nacida en Londres pero de padre portugués y madre brasileña, reveló recientemente cómo se inició su historia de amor con el arquero. “Mis padres tenían un restaurante en Londres, que era conocido por los jugadores del Arsenal y él empezó a venir cuando tenía 17, 18 años. En esa época yo estaba en la universidad y venía a trabajar al restaurante para ayudar a mis papás. Entonces, los fines de semana estaba Emi”, contó en una entrevista.
“Pensé que era un agrandado”, confesó ya que cada vez que se lo cruzaba, el Dibu bajaba la mirada. “Mi departamento quedaba al lado del de Emi. Yo caminaba para ir a trabajar y pasaba caminando delante de él, y le pregunté a su amigo: ‘¿Por qué cada vez que me ve baja la cabeza?’”, contó la mujer y detalló: "Al final Emi me mandó un mensaje para decir: ‘No soy agrandado, tengo vergüenza, pero si querés vamos a tomar un café", relató.
Según declaraciones del Dibu, un día se animó a hablarle y la invitó a salir. “La primera vez que entró en mi casa me acuerdo que era tan alto que yo pensé: ‘No puedo estar con él, es super alto, yo soy chiquitita’. Cuando entró me quedé como: ‘¡Qué grande que es!’”, confesó Ava.
La consolidación de su amor
Con el paso del tiempo, y mientras se comunicaban en inglés hasta que ella le enseñó a hablar en portugués y él le dio unas lecciones de español, afianzaron su amor y eligieron unirse en matrimonio. Después de dos años de convivencia, finalmente en 2017 dieron a dúo el "sí quiero".
La boda se realizó en las afueras de Londres. El Palacio de Brocket Hall fue el lugar elegido para celebrar su amor y una fiesta de más de 12 horas fue el momento que eligieron para festejarlo con menos de 100 invitados. Fueron 80 los que recibieron la invitación para hospedarse en un espacio de lujo que contaba con confortables habitaciones, canchas de golf, tenis y fútbol, y una pileta de grandes dimensiones.
“Él siempre fue muy dulce. Es muy lindo. Siempre pensé que era el más lindo del mundo. Pero siempre fue tan dulce conmigo. No es una persona que te regala cosas caras. Te da una flor, me escribía cartas. Tengo sus cartas guardadas”, manifestó su esposa.
Paralelamente, a pesar de su gran momento personal, su adaptación al Arsenal no le fue simple y comenzaron a prestarlo a otros clubes para que sumara minutos. Así fue como pasó por el Oxford United, y al no tener la continuidad deseada, se mudó a otro equipo tradicional del fútbol inglés como el Sheffield Wednesday.
Tras una temporada, volvió a los Gunners pero no fue ratificado y comenzó una recorrida por conjuntos como el Rotherham United, Wolverhampton Wanderers, Getafe, de España, y volvió a Inglaterra para jugar en el Reading.
“Me fui a préstamo por todos lados. Fui a Getafe a los 23 o 24 años y terminé jugando ocho partidos. Nunca me pusieron y toqué fondo”, explicó en el documental de Netflix.
“Nunca atajo por mí, siempre atajo por alguien. Tengo que buscar una excusa para las temporadas y no lesionarme”, dijo el portero, que fue contundente al remarcar cómo le cambió la vida, una vez más, desde la llegada de Santi, su primer hijo junto a Mandinha. “Desde que nació mi hijo, hace cuatro años, exploté. Tengo un psicólogo personal que necesité, porque estaba en un punto de mi carrera en el que no sabía para dónde ir. Fue una de las decisiones más correctas que tomé en mi carrera”, aclaró.
"No le pudo hacer upa"
El año pasado, mientras viajaba con el resto de sus compañeros del seleccionado del predio de la AFA en Ezeiza a cada ciudad de Brasil que le tocaba para jugar los partidos de la Copa América, su esposa le avisó que un nuevo integrante de la familia estaba listo para llegar al mundo. “Mi hija nació dos días antes de Ecuador. Me llamaron a cenar pero no fui, les dije que vayan ellos que mi mujer estaba por dar a luz. Pero a los dos días jugué un partido y era como que no me vas a meter un gol ni en pedo”, dijo sobre aquel duelo por los cuartos de final ante el conjunto de Gustavo Alfaro.
Ese día, Argentina ganó por tres goles y el equipo de Lionel Scaloni no recibió ninguno. Así fue como Dibu Martínez festejó la llegada de Ava, esa pequeña niña que hasta el propio Messi nombró en la arenga antes de la final en el mítico Maracaná.