Abren un centro de neonatología animal

La neonatología comprende el estudio y la asistencia de las primeras horas de vida de los recién nacidos. El diagnóstico precoz de las alteraciones de estos resulta clave, tanto para la sobrevida del paciente como para que se eviten complicaciones futuras. La importancia de esta rama de la medicina en seres humanos prácticamente no requiere explicación. Pero, ¿qué ocurre con los animales?

En el marco del 75° aniversario de la Facultad de Agronomía, Zootecnia y Veterinaria (FAZV) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), en esa unidad académica se inauguró el Centro Integral de Neonatología Animal (CINA). De acuerdo a uno de los responsables de su creación, el médico veterinario Antonio Ibarreche, prestará un servicio único a la sociedad. “En él, estudiantes de grado y de posgrado, graduados y docentes promoverán la formación integral en atención de neonatos equinos y bovinos, desde el momento del parto hasta el alta médica”, precisó. Añadió que, en caso de que se considere necesario, se comenzará la atención desde la gestación, con el objetivo de determinar la viabilidad esta y de anticiparse en la atención de una cría “problema”.

Ibarreche contó por qué junto a su equipo -María Fernanda Banegas, María Soledad Melhem y Pablo Stagnetto- vislumbraron la necesidad de que exista un espacio de estas características. “Durante los últimos años, la cría de bovinos y de equinos creció en forma exponencial -en calidad y en cantidad-. En Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Catamarca y Jujuy se invirtió en genética, y se apunta a la elite de haras y cabañas. El CINA surge como una necesidad regional de atención de gestaciones ‘problema’ y de neonatos”, indicó.

Subrayó que hoy en el NOA no existe un centro de neonatología animal. Y dijo que el CINA apunta a ser referencia a nivel regional y nacional, mediante la promoción de actividades de extensión y la formación de recursos humanos, que respondan a la demanda de los criadores. “Una cría muerta por falta de atención médica no es solo una pérdida económica para el propietario; en ese acto se va el tiempo y las expectativas de un criador, fruto de su esfuerzo y trabajo continuo”, puntualizó.

La puesta en pie del CINA no fue sencilla. Requirió trabajo extra, no solo de los docentes de la FAZV, sino también de estudiantes que se sumaron. “En 2017 la carrera no logra ser acreditada por la Coneau. Entonces nos propusimos ser motores del cambio, aunque eso nos llevara tiempo y esfuerzo extras, que las instituciones no tendrían en cuenta a la hora de evaluarnos. Empezamos con el Hospital de Grandes Animales de la FAZV, gracias al aporte de propietarios y de usuarios de equinos y bovinos. Hoy este es referencia para colegas y propietarios”, dijo Ibarreche.

Luego, determinaron las áreas de la medicina veterinaria que tenían mayor demanda y necesidad en el medio. Y así surgió el plan de crear el CINA. “Nos reunimos con nuestros clientes -trabajamos también en el ámbito privado-; sumamos empresas, usuarios de caballos y amigos que creyeron en nosotros”, finalizó Ibarreche.