Familia: ¿Dónde buscan consejos de crianzas los padres hoy?

En el siglo XXI los progenitores rehúyen de las recomendaciones de familiares para educar: prefieren los expertos a los abuelos. Buscan referentes en las redes, donde se libra una batalla de consejos entre influencers y expertos

 INFLUENCERS PARA LOS PADRES. Toda recomendación es bienvenida en estos tiempos de la tecnología. INFLUENCERS PARA LOS PADRES. Toda recomendación es bienvenida en estos tiempos de la tecnología.

Cuando nació Matilda, su mamá, Luciana Solórzano, escribió con letra prolija un cartel que decía: “no se aceptan consejos”. Las abuelas, pese a haber criado tres y cuatro hijos cada una, tuvieron que ponerse un sello en la boca. No les gustó mucho al principio, aunque después se adaptaron. “Yo tenía mucho para aportar. Pero bueno, las cosas se dieron así y hay que respetar”, confiesa Lucy, que no está muy de acuerdo con el colecho que su hija defiende a capa y espada, por ejemplo.

Luciana, de 32 años, está siempre conectada a las redes. Y desde que quedó embarazada de su primera y única bebé, hace dos años, empezó a seguir en Instagram a médicos, psicólogos y otros expertos en crianza. Además, está en grupos de WhatsApp donde comparte con otras mamás información sobre cuidado del bebé.

Su caso no es único. Muchas madres y padres de la generación millennial (nacidos entre 1980 y 2000) aprenden sobre papillas, sueño y crianza respetuosa, entre otras cosas, siguiendo cuentas en redes sociales. A los consejos de las abuelas, tías y otros referentes los toman con pinzas o no los escuchan.

Carolina Ovadilla, coach experta en inteligencia emocional y mamá de tres niños, sigue atentamente en las redes y en you tube a Melina Bronfman, Laura Gutman y Maritchu Seitun. También lee libros sobre crianza.

“La actual generación de mamás y papás es consciente de que la crianza ha cambiado mucho por distintos factores. Hoy hay distintas miradas sobre crianza; no hay un solo paradigma y gracias a la tecnología podemos acceder a mucha información”, sostiene. Además, celebra que en la actualidad muchos padres estén dispuestos a tener redes de contención en la crianza: “son grupos de personas que quizás no conocés, pero tienen hijos de la misma edad que los tuyos. Uno en estos espacios puede hablar, sentirse contenido, escuchar distintas voces o experiencias”, explicó.

Para Gabriela Alejandra Luna, que tiene 31 años y tres hijos, las redes sociales se convirtieron en sus aliadas para maternar conscientemente, según resalta. “Me gusta buscar información sobre crianza y también sobre las cosas que ellos hacen. Me permite acompañarlos y también estar alerta”, apunta.

Saber diferenciar

En el mundo moderno hace tiempo que los especialistas tomaron el relevo en la crianza. Los expertos están migrando a las redes porque, cosas de los tiempos, los padres buscan sus referentes allí. “En este momento, donde todo está influenciado por las redes sociales, los pediatras no pueden escapar a esa realidad”, escribió recientemente en un artículo la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

El tema es que no solo hay profesionales de la salud dando vueltas por Facebook, Instagram o Tik Tok. También hay madres y padres influencers, por ejemplo, que dan consejos de acuerdo a su experiencia. Por ello, ante tanta información, es necesario aplicar un filtro. O al menos saber diferenciar cuál es el contenido más fiable.

Sabrina Critzmann, que es médica pediatra, puericultora y además influencer, recomienda a los papás mirar críticamente aquello que siguen en las redes y distinguir quién está dando una opinión de quién está hablando con información profesional.

“Hay personas con muchos seguidores, cuentas de paternidad o de maternidad, en donde cuentan experiencias. Tenemos que ser muy cuidadosos y conscientes de que no son profesionales de la salud; tomar con pinzas esa información y chequearla. Además, hay que ser responsables: de ninguna forma las redes pueden reemplazar la información profesional individual adaptada a cada familia que da un médico en una consulta”, precisó. También aconseja que cuando alguien se siente agobiado por tanta información lo mejor es parar la pelota y desconectarse de las redes por un rato.

Critzmann tiene más de 310.000 seguidores en su cuenta de Instagram (@sabrina.pediatriaypuericultura) y además publicó dos libros, entre ellos “Hoy no es siempre. Guía pediátrica para una crianza respetuosa (Planeta)”. En contacto con LA GACETA, opina por qué las nuevas generaciones valoran mucho la información en las redes y menos los consejos de los abuelos: “hay que situarse en los cambios de paradigmas y el avance de la ciencia en los últimos años. En salud han cambiado muchas indicaciones desde el plano de la crianza, de la alimentación, del contacto con la naturaleza. Pasamos de un paradigma de los gérmenes que nos enferman de todo a hablar de la importancia de la microbiota y de que los chicos se ensucien. La generación anterior usaba jabón antibacterial para todo y hoy sabemos que es solo para un quirófano. Hay una información nueva que viene del avance de tecnología medica y de la ciencia donde se descubren cosas importante. No es que la generación anterior hizo todo mal; no hay que juzgar porque había otra información”.

“Hoy tenemos muchas investigaciones científicas y los profesionales podemos transmitirlas por las redes sociales”, dice Sabrina. Cuando abrió su cuenta, en 2018, no imaginó que iba a tener tantos seguidores. “Estudio y me sigo formando constantemente. Doy información de salud basada en evidencia científica”, puntualiza.

Asesores para todo

Los expertos en crianza también están proliferadando fuera de las redes: las doulas (que acompañan y aconsejan a las embarazadas), las asesoras de lactancia, de sueño infantil y de nutrición. En ese camino cada vez ha sido menos escuchada la voz de las otras generaciones.

La psicóloga Camila Menéndez Toro, especialista en maternidad y crianza, cree que esta especie de batalla de consejos que hoy se libra en internet es un efecto de esta era y de la pospandemia, donde las redes se convirtieron en una gran eje que sostuvo el aislamiento sobre todo en familias que estaban criando por primera ves o transitando puerperio en soledad. “Además, hoy ha surgido la figura del coach. Tenemos especialistas que nos ayudan a hacer todo, cosas que antes venían de la voz de la abuela, la tía, etcétera. Pero también las abuelas de ahora son distintas: trabajan, tienen vida social. En parte, pienso que la vida urbana hizo que las mamás pasen más tiempo solas en los primeros seis meses del bebé. En ese contexto, muchas buscan la conteción de una tribu, que pueden ser sus amigas o puede ser en una red social donde encuentran referentes afectivos y emocionales. Tal vez no se conocen cara a cara ni son amigas, pero las une la maternidad y la crianza”, explica.

Entre estos referentes hay muchos que son profesionales serios que se toman muy bien su trabajo y otros que no. Igualmente, según la experta, hay una cuestión ineludible que tiene que ver el contacto con el medico que pueda revisar al paciente en la consulta clínica. Sobre a quién seguir en las redes, cree que es bueno averiguar quiénes son los referentes que seguimos, si son profesionales o no.

Hay que ir con cuidado. Y seguramente los algoritmos estén influyendo en las crianzas. Pero no todo son desventajas en la red, matiza Camila. En estos puntos de encuentro hay muchos progenitores que se consuelan viendo que otro pasan por lo mismo. Una especie de terapia grupal que puede ser muy positiva.

Recomendaciones: qué dice la SAP sobre la presencia de pediatras en las redes sociales

En el informe “Redes sociales… los pediatras ¿deben ser influencers?”, que publicó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), se sugiere que  aquellos profesionales que decidan incursionar en la generación de una identidad profesional digital, deben tomar ciertos recaudos para cuidar su imagen profesional, así como también elegir el tipo de información que se difunde. Según publicaron, se estima que el 72 % de la población participa en al menos una red social. “Debemos reconocer que estas tecnologías han permitido crear  comunidades en línea donde las personas comparten ideas, problemas y soluciones”, explican. Sin embargo, aclaran que en la relación médico-paciente que se genera en la atención cara a cara, el profesional tiene la capacidad de conectarse con su paciente y su estado de salud. “Esta habilidad o capacidad se genera y se gesta a lo largo del tiempo. Las redes sociales no permiten esta interacción, y fomentan muchos de los rasgos opuestos donde falta esa comunicación directa”, apuntan.  “Sin embargo, las redes sociales pueden ser claves en la atención de los pacientes ya que pueden facilitar herramientas para brindar servicios de salud donde los pacientes puedan participar”, señalan. Y agregan que también pueden ser de gran ayuda para que los pacientes puedan familiarizarse con sus afecciones clínicas. “Existen amenazas como la falta de responsabilidad sobre la información compartida y las acciones que estas pueden generar, el riesgo de comprometer la relación médico-paciente, en lo que respecta a la confidencialidad. También aparece la pérdida de límites profesionales, ya que en las redes todos somos iguales”, enumeran. Luego recomiendan que los profesionales con presencia asidua en redes chequeen periódicamente internet para asegurar la calidad, transparencia y fiabilidad de su información y perfilamiento profesional. También recomiendan evitar brindar consejos médicos o tratamientos de modo particular, así como la promoción de medicamentos o procedimientos de tecnología médica. Asimismo, sugieren definir cuál es el objetivo de tener presencia en redes sociales. “La información volcada en la red debe constar con respaldo científico validado y debe ser actualizada periódicamente”, apuntan en otro documento llamado “El rol del pediatra en las redes sociales”.

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