Palacios, el primer tucumano en ganar la Copa del Mundo

El famaillense fue el cuarto representante del “Jardín de la República” en jugar un Mundial y el primero en conseguir el título

FELICIDAD. Exequiel Palacios hizo realidad su sueño y levantó la Copa del Mundo en Qatar, donde jugó frente a México, Australia y Croacia. FELICIDAD. Exequiel Palacios hizo realidad su sueño y levantó la Copa del Mundo en Qatar, donde jugó frente a México, Australia y Croacia.

José Tiburcio Serrizuela había quedado a un paso de la gloria cuando fue subcampeón en Italia 1990, luego de perder por 1 a 0 la final contra Alemania. En 1930, Alberto Chividini también tuvo que conformarse con el segundo puesto, ya que Argentina cayó por 4 a 2 frente a Uruguay en el partido decisivo. En Qatar, Exequiel Palacios se convirtió en el primer representante del “Jardín de la República” en consagrarse campeón del Mundo.

Luego de 32 años, un campeonato Mundial volvió a contar con un futbolista tucumano y fue el cuarto en la historia, ya que José Rafael Albrecht jugó los certámenes de Chile en 1962 y de Inglaterra en 1966.

“Estamos muy orgullosos de Exequiel y de todo este plantel. El día que perdimos contra Arabia Saudita sabía que ibamos a ser campeones del Mundo. ¡Vamos Argentina todavía! Qué felicidad que tenemos. Famaillá está viviendo una verdadera fiesta”, dijo Carlos González, tío del volante surgido en River.

El famaillense, nacido el 5 de octubre de 1998, jugó tres encuentros en Qatar. Debutó el 26 de noviembre en el triunfó por 2 a 0 frente a los mexicanos. Ingresó a los 23 minutos del segundo tiempo en reemplazo de Alexis Mac Allister, cuando el partido estaba 1 a 0. “Todos lloramos de alegría ese día, porque esperábamos ansiosos el debut de Exequiel. Fue una emoción muy grande saber que un chico nacido en Famaillá esté representando al país en un Mundial”, explicó el tío del volante que actualmente milita en el Bayer Leverkusen de Alemania.

El 3 de diciembre, por los octavos de final, reemplazó a Nahuel Molina cuando el reloj marcaba 34 minutos del complemento del partido que la “albiceleste” venció por 2 a 1 a Australia. “Pala”, que ingresó dos minutos después de que Enzo Fernández marcara el gol en contra, mostró un muy buen nivel, con mucho despliegue y con buenos aportes, tanto en la marca como en la faz ofensiva.

En la semifinal, disputada el 13 de diciembre, tuvo acción a partir de los 28 minutos del segundo tiempo, cuando reemplazó a Rodrigo de Paul. El partido estaba definido, ya que Julián Álvarez había convertido cuatro minutos antes el 3 a 0 frente a Croacia.

Palacios se mostró muy emocionado al recibir la medalla de campeón. Luego de la premiación, se unió en un emotivo abrazo con su papá Luis y su mamá Mariela, que estuvieron acompañándolo durante todo el certamen, al igual que su hermano Agustín, su esposa Yésica Frías y su primo Ángel. Los que no viajaron a Qatar, hicieron el aguante desde Famaillá, donde se reunieron para alentar a la Selección. “Mi mamá Azucena, que es la abuela de Exequiel, está muy emocionada. No podía ni hablar de tanta alegría. Merecimos haber ganado durante los 90 minutos. Sufrimos hasta llegar a los penales, pero por suerte tenemos un gran arquero como Dibu Martínez”, contó Carlos González.

Mauricio Maldonado, otro de los tíos del campeón, dijo que toda la familia espera reunirse con Exequiel en los próximos días para festejar el título. “Sentimos una felicidad inmensa. Es increíble saber que un famaillense es campeón del mundo, que un tucumano es campeón del mundo y que un sobrino mío es campeón del mundo. Parece algo soñado, pero gracias a Dios y a la Virgen es real. Tenemos muchas ganas de poner verlo, abrazarlo y felicitarlo por lo que consiguió”, explicó.

Palacios nunca se olvida de sus orígenes y siempre que sus obligaciones se lo permiten, se llega por Famaillá a visitar a sus familiares. Seguramente durante los próximos días estará en “Ciudad de la Empanada”, donde ya prometieron hacerle una estatua. Y no es para menos, se dio el gusto de ser el primer representante de nuestra tierra en levantar la Copa del Mundo.

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