Más colores, menos comida y más ruido en las recibidas en Tucumán

Las celebraciones de egreso universitario inundaron las calles los últimos días. De un tiempo a esta parte, han cambiado las costumbres. Experiencias y testimonios

POR EL CENTRO. En los últimos días cientos de jóvenes salieron a celebrar el fin de sus estudios universitarios con largas (y ruidosas) caravanas. POR EL CENTRO. En los últimos días cientos de jóvenes salieron a celebrar el fin de sus estudios universitarios con largas (y ruidosas) caravanas.

El fin de los estudios universitarios no es un hecho que pase desapercibido. En otras latitudes se celebra de forma conjunta y quizá más íntima, pero en la Argentina (y puntualmente en Tucumán) la mayoría de los estudiantes tira la casa por la ventana. Primero en la universidad, luego por las calles y, quizá más tarde, en alguna reunión nocturna. Los festejos suelen ser bulliciosos y ostentosos; los recién recibidos son arengados por amigos y por extraños y guardan postales para la eternidad.

Y en los últimos días, las calles de la provincia se han llenado de flamantes profesionales que festejan sus nuevos títulos. Ni siquiera la final de la copa del mundo -que concentró gran atención recientemente- los frenó; de hecho, algunos llevaron deco mundialista para sus caravanas. Estas nuevas recibidas, en la mayoría de los casos, se festejan con más colores y con menos comida desperdiciada; con más pintura y con más ruido.

EN CAMINO. En las caravanas, los chicos festejan con varios elementos. EN CAMINO. En las caravanas, los chicos festejan con varios elementos.

La organización lleva su tiempo. Para cada acontecimiento hay que pensar en los carteles, en los globos, en las bengalas de colores, en la pintura (que se elige según los intereses del recibido/a) y hasta en la música. Todo eso, por supuesto, corre por cuenta de los amigos y de la familia.

Lugares

Cuando el alumno consigue su aprobado, empieza la fiesta. En algunas casas de estudio ya hasta se han propuesto espacios específicos para las celebraciones. En la Facultad de Psicología de la UNT -cuenta a LA GACETA su decana, Silvia López- se dispuso hace algunos años un lugar específico para evitar dificultades. “Antes cada uno festejaba en su lugar, donde quería, y muchas veces después se ensuciaba todo (el predio). Por eso armamos un espacio donde los egresados pueden sacarse fotos y hacer el festejo. También hicimos campañas de concientización para lograr que se use menos comida, que además es peligroso; en una ocasión, por ejemplo, en la recibida de una alumna le tiraron vinagre y después tuvo problemas en la córnea”, cuenta. Propuestas similares han llevado a cabo otras universidades de la provincia. Y dieron frutos.

PARA FESTEJAR. Una parada obligatoria es en la plaza Independencia. PARA FESTEJAR. Una parada obligatoria es en la plaza Independencia.

Hace algunos días Aldana Campos Córdoba se convirtió en licenciada en Administración de Empresas. Su última materia (y el festejo posterior) fue en la Quinta Agronómica. “Mi facultad tiene un patio donde van todos los que se reciben, para que familiares y amigos puedan tirarles cosas. Todos van ahí porque está prohibido ensuciar dentro de las instalaciones”, comenta. Una vez que termina el evento, los presentes recogen los residuos y se tiran en grandes contenedores ubicados allí. “Pero no siempre se utilizan; muchas veces dejan todo en el patio o a veces los basureros se llenan, cuando hay muchas recibidas en un día, y no se vacían”, advierte.

Cambios

Depende, obviamente, del grupo que acompaña al egresado. Flavia Frohlich se recibió recientemente de la licenciatura en Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Naturales. “Lo que noté es que luego (del festejo) la gente se toma el tiempo de tirar los envases usados donde corresponde -dice-; en mi facultad no hay un lugar destinado a recibidas, pero siempre se espera al recibido afuera del bar de la facultad”.

SIN COMIDA. Hoy para festejar se usa más nieve, papel y más pintura. SIN COMIDA. Hoy para festejar se usa más nieve, papel y más pintura.

Ambas egresadas pidieron que no se les arrojara ningún tipo de alimento. “Cada vez se opta más por la espuma, la pintura y y las bengalas, y me parece buenísimo”, dice Flavia, que asegura que no todos hacen celebraciones aparatosas. “Hay quienes sí hicieron un gran festejo y otros que lo celebran de una forma más tranqui... Lo importante es que se cumpla lo que cada uno desea para esa fecha tan importante”, considera.

“Ahora las recibidas son mucho más organizadas y mucho más preparadas; hay mucha gente que se dedica a preparar todo para la recibida: carteles, props (son los carteles con frases para fotografiarse), cajas con elementos para tirar, trajes y remeras”, enumera Aldana, que considera que pospandemia los estudiantes se volcaron aún más a las calles.

LUGAR. En la Facultad de Psicología los chicos tienen dónde festejar. LUGAR. En la Facultad de Psicología los chicos tienen dónde festejar.

“Por un año entero no hubo recibidas en público; muchos festejaron en casa con su familia -reflexiona-; y creo que ahora se hace mucho más vistoso que antes. Además, se ven más recibidas ahora porque muchos pausaron sus estudios por las clases virtuales y los terminaron ahora”.

En las calles

También hay que decir que no todos son tan ordenados ni tan limpios. Y eso se ve más en la calle, dice Enrique Romero, subsecretario de Tránsito de la Municipalidad capitalina.

CLAVES. Las bengalas son un espectáculo presente en cada recibida. CLAVES. Las bengalas son un espectáculo presente en cada recibida.

“Van a las plazas y ensucian: tiran harina, huevos, pintan el suelo, y las bocinas son insoportables -relata-; y por supuesto que las caravanas van en falta de tránsito; una camioneta no puede llevar gente en la caja: se les toma la patente y se les hace el acta de infracción. No podemos pararlos y hacerlos bajar, porque con eso se genera un caos. El argumento es ‘déjenlos, son pibes’, y no. Son parte de un proceso de desculturalización; reciben títulos de médicos, de abogados, y van ebrios e incluso agrediendo a la gente si alguien les pide que no toquen bocinas”.

Además -afirma Romero- es peligroso. “Los que van en auto van sentados con el baúl abierto, con el riesgo de que el auto que va atrás acelere y le quiebre las piernas al que va sentado. Ya ha pasado -relata-; este fenómeno creció después de la pandemia. Ahora todo es extravagancia; se bajan del vehículo, corren para la esquina, se paran a bailar y ponen en peligro a todo el mundo. Si Darwin viviera, no afirmaría más que el hombre viene del mono, sino que el hombre está volviendo a ser mono”.

YERBA BUENA. Las caravanas se realizan en todos los municipios. YERBA BUENA. Las caravanas se realizan en todos los municipios.
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