Antología 2022

Fragmentos de textos, entrevistas a protagonistas de la cultura y opiniones de algunos de los autores de los libros más celebrados por la crítica y los lectores.

01 Enero 2023

El vacío

Por Santiago Kovadloff

Lo padece todo el que, por un momento, pierde familiaridad consigo mismo. El que de pronto se desconoce en lo que hace, en la ruina repentina de aquello que le da sentido, en el súbito extravío de eso que, quizá abusivamente, quisiéramos contener en la palabra yo.

Bajo la intendencia del vacío perdemos concreción, nos convertimos en seres abstractos. Dure lo que dure y provenga de donde fuere, nos absorbe el desierto en el que de pronto nos perdemos. Esa nada que nos constituye y nos circunda a la vez nos transforma en parte del páramo en el que estamos. Su apogeo decreta el fin de todo discernimiento. El vacío que entonces nos colma nos define mediante su siembra de inconsistencia. Destituidos por él, nos abrasa lo informe. Todo en nuestro entorno pierde relieve y refleja nuestra propia disolución emocional. Esa tierra extraña, donde solo abunda la irrelevancia, nos agobia, nos marchita. Y somos, mientras ella nos sepulta, testigos de nuestra propia desaparición.

“El autoritarismo fue el pecado original de la izquierda latinoamericana”

Por Sergio Ramírez

“El paso por el poder congela los ideales. El poder tiene sus propios mecanismos, el que es burocrático, vertical. Esa idea de pisar al otro que no comulga con nosotros, de hacer lo que quiero prescindiendo de la democracia. El autoritarismo fue el gran pecado original de la izquierda en América Latina. Tras la caída del Muro y la desintegración de la Unión Soviética quedaron expuestos los errores y hemos aprendido el respeto de los derechos humanos. Creo en lo que está haciendo el presidente Gabriel Boric en Chile, por ejemplo. Quiero ver el vaso medio lleno en países que se han deshecho de las dictaduras militares, Argentina, Uruguay, Perú, Centroamérica y su avance a la democracia representativa. Quedan casos aislados, sí, Venezuela o Nicaragua. Solo la izquierda arcaica en América Latina no aprendió la lección: sin la democracia, las ideas no valen nada”.

“En la pospandemia vamos a buscar un equilibrio entre el mundo físico y la pantalla”

Por Jorge Carrión

“Los libros más vendidos, según The New York Times, tienen cada vez menos páginas. Está mutando nuestro modo de leer y de consumo en general y los grandes formatos están en retroceso ante una nueva dinámica. TikTok por ejemplo, marca una pauta de consumo rápido, intensivo, en píldoras de la información…

La vieja pregunta de quién vigila a los vigilantes que Alan Moore destaca en la novela gráfica The Watchmen es muy pertinente ahora. Facebook, Google, Twitter, Amazon se han convertido en los grandes vigilantes de la humanidad. Nos espían, nos controlan, nos mapean y se benefician con nuestros datos de hábitos de consumo por lo que hay que crear estructuras de fiscalización de ese tipo de agentes tan poderosos...

Creo que lo que va a ocurrir en la pospandemia es que vamos a tratar de equilibrar la vida del mundo físico y la vida en las pantallas. El metaverso de Facebook tiene que ver con el hecho de que ya no puede crecer más nuestra vida digital, a menos que se invente otro formato inmersivo para retenernos en sus plataformas…

Si bien nuestras generaciones utilizan estas herramientas, es cierto que los jóvenes son más transversales, multiplataformas y pasan de un modo muy fluido de TikTok a un libro en papel, de una película a un encuentro físico, de un comic a una red social, de manera que no sé hasta qué punto va a conseguir la literatura más tradicional sobrevivir a los gustos de los grandes consumidores”.

El lenguaje inclusivo

Por Alicia Zorrilla

“Es una distorsión de nuestra lengua con un objetivo socio-político muy claro y no creo que se pueda cambiar de la noche a la mañana una lengua por el gusto de un grupo minoritario. Tampoco es algo de ahora, desde el año 73 se viene hablando de la necesidad de visibilizar a las mujeres en el lenguaje pero no puede una “e” cambiar toda la historia de la lengua española. Ella es la que fija la conformación léxica y sintáctica y yo me pronuncio contra esa distorsión, porque es innecesaria. Para defender una causa hay que hacerlo con respeto, hablando bien, porque todos tenemos la libertad de hablar pero tenemos la obligación de hacernos entender”.

Mujeres y letras

Por Laura Restrepo

“Nunca las escritoras mujeres han tenido lectores como sucede en la actualidad. La maravilla es que esta literatura de mujeres en América Latina es un hecho contundente, no solamente desde el punto de vista de quienes escriben sino desde quienes la reciben, porque son legiones de mujeres las que andan leyendo…Para usar una palabra que no es bonita, debo reconocer que sí hay un boom de literatura escrita por mujeres, una expresión muy fuerte, sin eufemismos, que hacen referencia, no solo a las duras realidades de nuestro continente sino del mundo con una vitalidad que expresa la marginación , el sufrimiento o la discriminación de las mujeres y, al mismo tiempo, todo lo contrario: su fuerza, su capacidad de expresión, su inteligencia para moverse en el mundo y su aparición con un vigor notorio en el escenario internacional”.

“Cuando encuentro alguien que no lee, le doy el pésame”

Por Javier Cercas

“Sigo escribiendo de la misma manera, un escritor escribe para hacer los mejores libros posibles. Si tiene lectores yo soy muy feliz, sino los tiene pues también, porque a mí lo que me motiva es escribir. Obviamente, los lectores son muy importantes porque, como dice un personaje de Terra Alta, la mitad de un libro la pone un autor y la otra el lector. Los lectores, en definitiva, son los que tienen la última palabra...

Tenemos niveles de lectura que están por debajo de países como Inglaterra o Francia y ni hablar de los escandinavos. Allí siempre se leyó, más allá de los fenómenos literarios. Sin Larsson o Knausgard, había ya muchísimos lectores. Cuando me encuentro con alguien que dice que no lee, pues no me queda otra cosa que darle el pésame. Que haya gente que no disfrute de algo tan extraordinario como la lectura me entristece. Es como si nadie tuviera sexo, una cosa terrorífica. La lectura es como el sexo. ¿Tú conoces algo más útil que el placer y el conocimiento?”.

“Las mujeres también queremos triunfar”

Por Angélica Gorodischer

“Estoy cansada de las mujeres vencidas. Yo sé lo que pasa con las mujeres porque estoy en la lucha desde siempre. Pero me encanta saber que hay mujeres que reaccionan contra eso. Me gusta la mina que pelea. Y de las minas que pelean, algunas son vencidas y otras no. El hilo conductor de mi libro es la idea de tomar las riendas. Me gusta esa mirada de la pelea de las mujeres. Nosotras también queremos triunfar.

Yo siempre me siento vencedora, lo cual es a veces medio peligroso. ‘Yo puedo todo’. Pero a veces sí y a veces no”.

De sabios, ignorantes e idiootes

Por Julia Alessi de Nicolini

“Sabio” procede del griego “sophos”, que significa “hábil..., sagaz en materia de vida, sabio, prudente...”; “ignorante”, a su vez, es el que (como lo indica la i negativa) no tiene “gnoosis”, o sea “conocimiento”. Cuando el Diccionario de la Lengua Española define “conocimiento”, aclara que es lo que se “averigua por el ejercicio de las facultades intelectuales acerca de la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas...”; por otra parte, dice de la “sabiduría” que es “la conducta prudente en la vida” y añade que “prudencia” es la “virtud para discernir lo bueno de lo malo”. O sea: “sabiduría” y “conocimiento” no son precisamente sinónimos...

A partir de estas pistas puede concluirse que sabio no será tanto el que se mueva cómodamente en el plano erudito de los conocimientos teóricos sino el que sepa arriesgarse en el ámbito de la vida, la libertad, el discernimiento de valores; por eso el sabio es un “conocedor” muy especial; y habrá que aceptar que no todos los “conocedores” llegan a sabios.

“Pensamos, soñamos y fantaseamos con palabras”

Por Gabriel Rolón

“La literatura, como el psicoanálisis, es un mundo de palabras. Pensamos, soñamos y fantaseamos con palabras. Eso hace que los analistas y los escritores nos movamos en mundos que tienen algunas reglas parecidas. No iguales. Porque la palabra que le importa al psicoanálisis no es la misma de la que se ocupa la literatura. A nosotros, analistas, nos interesa la palabra en tanto y en cuanto falla en su intento de comunicar. Nos interesa el lapsus, el error, ese instante en que el paciente habla y dice más de lo que quiso decir. O menos. Pero siempre algo diferente. Algo que trae aromas de un lugar distinto: El Inconsciente. Un lugar donde hay recuerdos que no podemos recordar. Escenas reprimidas que hoy son la causa de nuestro sufrimiento. Pero aun así, la literatura y el psicoanálisis siguen teniendo un aire de familia”.

Los forasteros que no saben estar en ninguna parte

Por Denise León

“Supongo que la melancolía es pariente de la nostalgia. Hace pocos días murió una profesora de filosofía muy querida por mí, Julita Nicolini. Tenía un modo de poner a hablar a las palabras que a mí me hace pensar en la poesía: alguna vez nos explicó que la nostalgia era una enfermedad que expresaba una necesidad precisa: el dolor (algia) de no poder regresar a casa (nostoy). Y justo leí en un libro de Valeria Luiselli que la nostalgia como patología fue inventada por un médico de guerra del siglo XVII que atendía soldados desterrados con los mismos síntomas: insomnio y opresión en el pecho, alucinaciones de voces y fantasmas, confusión de pasado y presente. Los paliativos no funcionaban. Había que mandar a los soldados de nuevo a sus casas. Pero ¿qué pasa cuando no se puede volver, cuando las casas que anhelamos ya no existen o las devoró el tiempo, o si, sencillamente, somos parte de ese grupo de forasteros que no saben estar en ninguna parte? Mi abuela, apenas pudo, le prendió fuego a su pasaporte turco, pero siguió hablando en turco con su marido para que los hijos no entendieran y comiendo y cocinando las comidas que aprendió de la madre y de la abuela. ¿Eso es volver o no volver?”

La trascendencia del federalismo

Por Alberto Benegas Lynch

A nivel internacional el fraccionamiento del planeta en naciones permite la descentralización de poder y a su turno cada nación libre lo fracciona en provincias o estados locales a su vez divididos en municipalidades. No es para tomarse las fronteras en serio al bloquear o dificultar el comercio y los movimientos migratorios, es solo para lo que consignamos. A pesar de los graves avatares por los que atraviesa nuestro mundo, si se concentrara el poder en un gobierno universal tal como sugieren algunos autoritarios, la situación sería mucho más peligrosa de la que es.

“En el verano todo parece más expuesto”

Por Martín Kohan

“Desvelos de verano lo fui escribiendo a lo largo del tiempo, por rachas, sobre todo en verano. Busqué premeditadamente la atmósfera del verano, del calor. Pero al ser cuentos no es que pensé “me voy a sentar a escribir un libro”, como se puede hacer con una novela. Aparecían ideas de cuentos y me sentaba, escribía y quedaban. Surgió en un momento en que leía a César Pavese:  una lectura te lleva a otra y te lleva a escribir. No leía a Pavese desde que era estudiante. En el verano todo parece más expuesto. Incluso los desvelos. Hay una idea de que en el verano todo se intensifica: los cuerpos están más expuestos, la noche más iluminada. Y algo que creo también se me activó fue lo del pueblo: la intimidad expuesta, los cuerpos más disponibles frente al invierno en el que hay retraimiento, reclusión. El verano sería como expansión. Al mismo tiempo hay secretos, cosas no dichas”.

“El lector no existe”

Por Noé Jitrik

La crítica más habitual hace una pequeña operación mencionando la palabra “lector”, entonces el crítico cuando algo no le gusta o no entiende dice “el lector no entiende...” Como si el lector fuera una categoría objetiva, mensurable, que se sabe quién es. Y eso influye sobre las editoriales que empiezan a caracterizar a los lectores en un momento determinado y publican libros para los que ellos creen que son esos lectores. Pero resulta que el lector está cuando lee, no es algo de existencia previa a la lectura. ¿Por qué suponer que la gente que pasa por la calle son lectores? Probablemente sepan leer, pero no necesariamente son lectores en el sentido literario de la palabra. Entonces, se convierten en lectores cuando empiezan a leer y cuando empiezan a leer literatura, por lo tanto, no existen previamente. Es el libro el que los crea, empieza uno a ser lector cuando se conecta con un texto. Entonces el texto es el que hace la operación natalicia, se nace a cada momento como lector si en cada uno de esos momentos hay un nuevo texto que se pone ante sus ojos. Es una manera de dar una existencia que tiene luego una ubicación perversa, porque supone toda una red típicamente comercial en relación con el libro, de una crítica fácil, de la arrogancia de pretender saber quiénes son los lectores y qué quieren leer. La lectura es una operación compleja y lo interesante de esa operación es que no puede renunciar a esa complejidad y, por el contrario, hay que provocarla. Porque mediante el acercamiento a esa complejidad y el intento de desentrañar la red que implica esa complejidad el que lee, ya convertido en lector, empieza a ser una persona de otra naturaleza.

María Kodama y la libertad

Por Alina Diaconú

María fue desde muy temprana edad una mujer libre, 100% racional, enteramente lógica, feminista avant la lettre, sin dejar de ser femenina, coqueta, perceptiva y sensible. Había leído desde muy joven el libro de una francesa que afirmaba que no todas las mujeres nacen con la vocación de la maternidad, sino que algunas la tienen y otras, no. Y que una mujer podía tener otras aspiraciones en la vida. Esos conceptos la marcaron profundamente y se identificó con esa idea. Hay que poder sostener una postura así en un mundo lleno de reglas y convenciones y prejuicios. Y no ceder.

El populismo

Por Carlos Rosenkrantz

El primer rasgo y, a mi criterio, el más obvio y saliente, es filosófico; y es el hecho de que el populismo presupone la existencia de una entidad colectiva supraindividual, que es autónoma e irreducible a nosotros los individuos. El segundo rasgo del populismo, es que no solo cambia el cómo sino también pretende cambiar el quién de la acción política; esto es, pretende cambiar el sujeto y el destinatario de la política. En ese sentido, más allá de muchas diferencias relevantes, en todas las narrativas populistas el pueblo es el validante por antonomasia...

“Contar la historia de la fundación de La Plata nos permite comprender mucho de nuestro país hoy”

Por Hugo Alconada Mon

“Muchas de las luces y las sombras de aquella generación todavía están presentes en nuestro país. Lees los registros de aquella época y es como leer hoy para bien y para mal. En 1.891 lo quisieron matar a Roca y lo vemos ahora con lo de Cristina, y de ninguna manera le quiero bajar el precio, pero es el mismo grado de intolerancia. Los tipos de aquella época se piraban, armaron revoluciones entre ellos, contra ellos mismos, complots. Rocha en un momento hace un complot para tratar de derribarlo a Roca y lo aborta a último momento porque se da cuenta que Roca ya estaba al tanto. Estamos hablando del complot de un gobernador contra el presidente de la Nación. Hablame de grieta. Para bien y para mal, contar aquella época, contar aquella ciudad nos permite comprender mucho de nuestro país hoy”.

Sarmiento: la patria en un puño

Por Jorge Daniel Brahim

Genial y contradictorio, el cuyano fue desmesura, ego ardiente -sus oponentes lo apodaron “Don Yo”-, polémico irredimible e idealista romántico. La Argentina fue su sentimiento, su pasión y su locura. Tanto que, ya anciano, con la mengua de sus fuerzas vitales, no cejó en volver a la presidencia de esa Argentina agonal a la que nunca dejó de amar. Ya lo había intentado al final del gobierno de Avellaneda, y ahora que Julio Argentino Roca presidía el país y operaba su sucesión en favor de Juárez Celman, vuelve a la carga. Está indignado y lo hace saber a través de sus diatribas en la prensa. Roca tratando de calmarlo va de visita a su despacho. El genio iracundo de Sarmiento se deja ver en el siguiente intercambio:

-General, meta el dedo en el tintero.

-Está seco -le responde Roca.

-Sí, claro, está seco porque acabo de escribir cinco artículos contra usted.  

Carlos Fuentes y la Edad del tiempo

Por Carmen Perilli

Carlos Fuentes vuelve una y otra vez sobre la revolución fundante de la nación mexicana moderna. En La muerte de Artemio Cruz muestra al caudillo revolucionario entregado a la corrupción, traicionando la revolución. Artemio, después de la muerte de su compañera, se casa con la hija del terrateniente y se entrega a negociar con la revolución. La frontera Norte/ Sur se hace carne viva, herida sangrante, es el presente y el pasado beligerante, son “los mojados” que cruzan a buscar trabajo, es Texas arrebatada. Cristal e hierro, linde está la muerte y el anonimato. Queremos entrar a contar la historia de la frontera de cristal antes de que sea demasiado tarde, hablen todos. Esa frontera es espejo que recuerde que no somos más que reflejo.

La identidad israelí

A.B. Yehoshua

“No estoy de acuerdo con mi gobierno. En los últimos cuatro años algunos judíos han tomado distancia con Israel. Hay gente que dice que hemos perdido nuestro encanto. Tenemos que llegar a un acuerdo de paz. La clave del futuro de Israel está en la resolución del problema palestino…La mayoría de los judíos estaba en contra del judaísmo. La gente está empezando a creer que el problema judío es un problema que atañe al mundo entero. Luego de la Segunda Guerra Mundial a la gente le preocupaba el proceso de normalización de los judíos. Porque a los judíos no les gusta que los llamen normales…El problema es cómo seguir agrandando la identidad israelí. Empezamos esta operación hace 200 años, con la introducción legítima del judío secular dentro de la identidad judía, inclusive a ojos de los más religiosos. Tuvo éxito y la pregunta que tenemos que evaluar ahora es si seremos capaces en los próximos 50 o 60 años de separar, poco a poco, el vínculo oficial entre nacionalismo y religión para normalizarnos como cualquier otro pueblo del mundo”.

“1966 fue el annus horribilis de nuestra historia”

Por Roberto Pucci

“Ya en la época del arribo del ferrocarril a Tucumán, cuando se comenzaban a erigir los modernos ingenios con sus trapiches y máquinas de vapor importadas de Europa y los Estados Unidos, con la tecnología más avanzada del momento, la prensa y los políticos de la Capital sostenían que esas fábricas eran  pura chatarra; que el clima y la tierra de la provincia resultaban inapropiados para el cultivo de la caña; que sus industriales eran unos señores feudales y que debía ponerse fin a todo el experimento del desarrollo industrial tucumano. Tal fábula era interesada, porque los porteños querían conservar su papel de intermediarios importadores, y les sirvió para desatar una guerra política, económica y cultural que triunfó en toda la línea y que llegó a convencer a los propios tucumanos. Estuvieron cien años repitiendo el ataque, hasta que en 1966 el puño de hierro de la dictadura militar de Onganía aplastó a la sociedad tucumana, con la desgraciada complacencia de casi todo el país…No existe, quizás, otro momento que resulte más decisivo en la historia del Tucumán contemporáneo. Trazó una frontera indeleble entre la provincia que fue y la que le sobrevivió: se demolió una gran parte de su aparato productivo, se aplastó a sus pequeños productores cañeros, se redujo a su proletariado a menos de la mitad, se exterminó a muchos de sus más destacados dirigentes políticos, sindicales, agrarios, estudiantiles, y también a sus empresarios. Surgió una segunda provincia fantasmal y flotante, formada por 250.000 tucumanos, los que pasaron a vivir en el exilio interior, como refugiados extranjeros en el Gran Buenos Aires”.

Manuela Sáenz

Por Florencia Canale

“Ocupa un lugar preponderante al lado de otras mujeres como Rosita Campusano y demás. Una protagonista fundamental para la construcción de esta independencia. A la par de Bolívar y San Martín. Entonces era indispensable que protagonizara su novela. Manuela Sáenz es una mujer importante dentro del continente, reivindicada después de mucho tiempo”.

Cañas y trapiches

Por Juan Antonio Tríbulo

Al bucear en el pasado para reconstruir la historia del acontecer teatral de nuestra provincia, recurrimos a los pocos documentos disponibles: fotos, notas periodísticas, críticas, programas de mano, afiches y, fundamentalmente, a los textos dramáticos. Cuanto más antiguos son los períodos investigados, menores son los testimonios que pueden encontrarse. El material indispensable para nuestra tarea es la obra teatral. Al analizarla, apreciaremos su valor literario y determinaremos su género y si continúa alguna corriente ya iniciada o propone novedades y rupturas en su temática y su estructura. Al haber rescatado del olvido Cañas y trapiches, de Alberto García Hamilton, que la compañía Esteves-Arellano puso en escena en el Teatro Belgrano en 1909, pudimos establecer que es la primera obra teatral con la que se cuenta -hasta este momento- escrita por un autor residente en Tucumán, que trata un tema local y cuyo valor se acrecienta cuando advertimos que lo hizo con originalidad e ingenio.

“Tocame Bach, limpiame el alma”

Por Miguel Ángel Estrella

“En medio de unas sesiones de tortura apareció la imagen de mi hermano Jorge, mi mejor amigo. Intenté reconstruir el momento más antiguo de mi niñez en que nos veía juntos. A esa imagen se sumó la música de Marta, la mujer con que viví quince años. Escuchaba su voz, cantando Bach, y, mientras me tenían colgado y me picaneaban, traté de identificar qué instrumentos la acompañaban para distraerme. De esa forma pude resistir el dolor que me dejaba las manos infladas como pelotas de futbol por la picana debajo de las uñas. A los nueves meses de estar preso, por una gestión de la reina de Inglaterra, me llegó un teclado mudo. Pero yo no sentía mis manos, hasta que un 29 de septiembre, el día de San Miguel, volvió la sensibilidad mientras no paraban de caerme lágrimas y mi compañero de celda me decía que la música todavía me esperaba…Atahualpa sembró esa idea en nosotros porque estuvimos muy unidos a él desde niños. Se sentaba al lado de mi piano y me decía: ‘Changuito, tocame Bach; limpiame el alma’”.

“La memoria de una sociedad se construye  con infinitas capas y vertientes”

Por María Teresa Andruetto

“Me gusta pensar en las memorias, así, en plural, como una trama, un entramado, porque creo que la memoria de una sociedad se construye con infinitas capas y vertientes. En cuanto a las razones de esa búsqueda, me parece que todo lo que he escrito va hacia el núcleo común de identidad. Pasa que, buscando mi propia identidad, o la de mi grupo social o la de mi región o la de mi género, voy entendiendo siempre algo más de la sociedad en la que vivimos…

Me interesa mucho la música de la lengua, sobre todo las hablas, la oralidad como el lugar más inestable de la lengua, el más preciado y el más difícil de apresar no en su literalidad (porque una podría grabar voces de personas y transcribirlas y no sé si funcionaría) sino en su verosimilitud, que es también su poeticidad. Escucho mucho, eso sí, siempre escuché de modo empático, amoroso, y mucho de eso anida (y se transforma también) en la memoria y solo le doy la palabra a un narrador o a un personaje si encuentro en mí, su voz”.

“La literatura es mejor cuando alude a la realidad  y no cuando la interpreta”

Por Sergio Chejfec

“Todos tratan de entretener al lector. Cualquier libro es un contrato de comunicación y la literatura debe ser persuasiva, en el sentido de que el lector debe creer que en lo que está leyendo anida alguna parte de verdad. Es una discusión que no me inspira mucho atractivo, básicamente porque hay autores que escriben de manera muy diferente de como escribo yo y que me gusta mucho leer, es el caso de Bioy Casares. No sé muy bien dónde está la diferencia. A lo mejor la diferencia radica no tanto en la primacía de la trama, sino en cómo se representan los matices. Puede haber literaturas que no le dan importancia al argumento, divagantes, reflexivas, morosas, que desprecian el avance de la acción, y puede ocurrir que esas literaturas estén escritas a espaldas de los matices. Una buena literatura tiene que ser una literatura que se proponga traducir su visión del mundo en términos de matización de la realidad, no de blanco y negro, una literatura que no te diga esto es así, yo lo entiendo, entonces aquí te estoy ofreciendo un pedazo de realidad claro. No me gusta lo asertivo en la literatura, ni los escritores que están muy seguros de sí mismos. La literatura es mejor cuando alude a la realidad y no cuando la interpreta”.

Putin y la invasión a Ucrania

Hinde Pomeraniec

“Hay una frase que está al comienzo de mi libro: ‘Es demasiado pronto para enterrar a Rusia como una gran potencia’. Y otra frase que dice: ‘Quien no lamenta la desaparición de la URSS no tiene corazón y quien quiere recrearla como era no tiene cabeza’. Ahí está todo el ideario de Vladimir Putin en relación con lo que fue la Unión Soviética. Y el miedo en la Unión Soviética fue un capital único que tuvieron las autoridades para poder manipular del modo que lo hicieron durante 70 años esas mentalidades. Y eso es algo que no se va tan fácil. Pero creo que sí se puede ir en los más jóvenes porque nacieron con Putin y que, si bien es autoritario, no es estrictamente la Unión Soviética. Y por eso también esa idea que queda de ‘cualquiera puede ser un comisario político’ o ‘cualquiera que está al lado tuyo puede denunciarte’. El miedo es algo que en los rusos sigue muy fuerte, por un lado. Y por otro lado está la idea épica y heroica que ellos tienen de sí mismos -y que tienen de dónde aferrarse-, la cantidad de muertos que ellos entregaron en la Segunda Guerra es una cosa de locos y el sitio de casi tres años, el sitio de Leningrado, demuestra también los huesos duros de roer que pueden llegar a ser. ¡Ojo!: los ucranianos también pueden ser eso, lo están demostrando en estos días”.

“Yo era uno de los que despreciaban a Borges”

Por Juan José Sebreli

“Descubrí a Borges cuando sacaron en Les temps modernes, de Sartre, un cuento suyo. Yo no leía Sur jamás. Mirá lo que es la paradoja. Para mí Sur era una revista para las señoras de Barrio Norte, no tenía para mí el más mínimo interés. Pero leía Les temps modernes todos los meses. Todo lo que decía para mí era sagrado. Es decir que leí por primera vez a Borges ah…¡en francés! (se ríe). Después comencé a seguirlo y cambié de idea. Me gustan algunas cosas de él, no todas. Los primeros poemas y ciertos ensayos. El cuento fantástico no es un género que a mí me guste. Por ejemplo, “El escritor argentino y la tradición” es un ensayo que admiro mucho y que siempre cito. Y me interesa el Borges oral. Con sus conferencias, hablando, era encantador. Ese es el Borges que me atrae”.

“El Borges íntimo era diferente al de su literatura impecable”

Por Alberto Manguel

“Yo fui uno más de los que le leyó, a Borges; en realidad, quienes lo visitaban le leían. Lo que quería él, era que le prestáramos los ojos para ver en concreto algo que recordaba haber visto en una página de un libro. Su prodigiosa memoria era como la de Oscar Wilde. Un hombre con su inteligencia suprema, sin embargo, se permitía comentarios racistas, misóginos, discriminatorios, con los prejuicios de su generación y de su familia. El diario de Bioy Casares sobre Borges es muy revelador, porque expone a un autor que no está en su literatura, que es ética e impecable”.

Los temas en la literatura

Por Guillermo Martínez

“Es verdad de que si uno se pone genérico y con un espíritu clasificatorio puede decir efectivamente que los temas son quince o cuatro. Recuerdo que Alicia Steimberg decía que eran cuatro: amor, locura, homosexualidad y muerte. Piglia decía que eran dos, que toda novela era un viaje o un crimen, La Ilíada o La Odisea. Yo creo que no es así… las grandes etiquetas sí son pocas pero luego cada época tiene una sensibilidad diferente; tiene algunos ejemplos interesantes; irrumpen costumbres nuevas; la misma sensibilidad de las personas, cambia. No es lo mismo la homosexualidad en la época de Oscar Wilde, que la homosexualidad en el San Francisco contemporáneo. No es lo mismo la locura en la época de Dickens, que la locura tal como se percibe ahora. Y si bien hay algo común que uno podría encontrar en los temas, está justamente la rueda del tiempo… y de nuevo la idea de Pierre Menard, que hace que podamos ver la misma cosa de manera diferente”.

La posverdad, en el mundo de hoy

Por José Claudio Escribano

La posverdad se halla a la orden del día en los movimientos populistas de derecha y de izquierda: en Estados Unidos, Europa, América latina. Asombra cómo las ideas, e incluso las ideas estructuradas de forma sistémica en ideologías, ceden a la efervescencia de la narración, o el relato político hábilmente, perseverantemente concebido. La inconsistencia populista de esos relatos, que postergan indefinidamente el reencauzamiento del país por no pagar ningún precio en elecciones siempre cercanas, es una de las explicaciones del tobogán por el que se ha deslizado la Argentina durante mucho tiempo.

Lo nuevo de la apelación a la posverdad es que se potencia por la gravitación cósmica de las redes sociales. Su lado positivo ha sido la mayor democratización de la información en la historia de la humanidad y las conquistas forjadas en la transmisión instantánea de conocimientos que han acelerado el progreso mundial. El lado negativo de las redes ha sido la inhabilidad para infundir confianza sobre la verosimilitud de una parte considerable de lo que se dice o se muestra por conductos digitales. Desde las cajas negras de los algoritmos, las redes se han convertido en hábitat natural de la posverdad.

“Descubrimos que los límites del ser humano estaban mucho más allá de lo que imaginábamos”

Por Roberto Canessa

“Lo primero que aprendimos allí fue que, hasta entonces, vivíamos en una sociedad privilegiada, donde teníamos muchísimo más de lo que necesitábamos y hacíamos mucho menos de lo que éramos capaces. Lo segundo que entendimos fue qué era lo esencial y qué lo accesorio, y que antes del accidente habíamos estado concentrados por adquirir lo segundo, sin valorar lo primero, dando por sentada su presencia en nuestras vidas. Finalmente, descubrimos que los límites a los que puede llegar un ser humano estaban mucho más allá de lo que imaginábamos”.

Publicar hoy

Por Martín Caparrós

“Hoy es más fácil publicar, cuando yo empecé era todo más complicado, se hacía todo artesanal. Ahora apretás un botoncito. La cosa es, como siempre, tener algo que valga la pena ser leído. Es más fácil acceder a que te lean, sí, pero también son más fáciles la chabacanería, la tilinguería, el insulto fácil, la denostación. Tiene sus más y sus menos. Es cierto que ahora cualquier falacia puede ser desactivada en media hora. A mí me atrae más este momento en que no hay una hegemonía sobre la verdad, como hace 30 o 40 años cuando no podías desmentir a un medio hegemónico”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios