Un 2022 pesado para Alfaro y un 2023 incierto

SONRIENTE. Germán Alfaro confía en que podrá llegar acuerdo con sus socios. SONRIENTE. Germán Alfaro confía en que podrá llegar acuerdo con sus socios.

El fin de año llega para Germán Alfaro (PJS) con un gran signo de interrogación. El intendente carga con un 2022 pesado, tanto en lo político como en lo institucional. Decisiones o planteos judiciales que obligaron a frenar importantes proyectos municipales y un feroz enfrentamiento con la Casa de Gobierno provocaron un desgaste anticipado. Es una muestra de lo que será un 2023 marcado a fuego por lo electoral.

Dentro de Juntos por el Cambio (JxC), Alfaro tampoco lo tuvo cómodo. Las tensiones y las fricciones con Roberto Sánchez (UCR) fueron in crescendo. Se abrió un abismo de silencios y desconfianzas entre dos que aspiran a la Gobernación. No se observan señales que convoquen a la unidad. La incertidumbre es absoluta en una alianza que cruje y que tiene poco de “juntos” y mucho de distanciados.

A pesar de la bruma que rodea al líder del Partido por la Justicia Social, su brújula interna lo mantiene en la senda. Se muestra con la certeza de quién tiene largos kilómetros recorridos en la zigzagueante y traicionera ruta política. Porque al margen de las incógnitas que escapan de sus manos, tiene muy en claro lo que ansía. Está convencido de que quiere ser gobernador en 2023, siente que es su momento. Muestra vocación de poder. Está seguro de que lo avala la gestión de estos siete años. Es consciente de que el gobernador interino Osvaldo Jaldo lo eligió de contrincante y que no lo bajará del ring de combate hasta el 14 de mayo. Confía en la solidez de la alianza que tiene con el presidenciable Horacio Rodríguez Larreta. Y todos saben que siempre guarda una carta bajo la manga.

El primer semestre de Alfaro estuvo signado por gestos, algunos de los cuales terminaron desdibujándose. Generó sorpresa el acercamiento con el legislador Ricardo Bussi, luego de largos años de enemistad. Pero como la política “es el arte de lo posible”, el líder de Fuerza Republicana y el intendente se pidieron disculpas mutuas por las agresiones del pasado y se comprometieron a mirar hacia adelante. Este encuentro le costó al alfarismo la partida de algunos dirigentes. Con Bussi ya en carrera, hoy parece difícil algún tipo de acuerdo para 2023. Pero no se puede dar nada por descartado hasta que se resuelva el laberinto de JxC.

Los primeros seis meses del año también dieron cuenta de cómo se fundió la relación del jefe municipal con Jaldo. Comenzó con reiterados pedidos de audiencia con el tranqueño y un compromiso de ser recibido. Pero las críticas a la gestión provincial por las inundaciones en la Capital, un “no saludo” en los actos del 25 de Mayo y las acusaciones de que Jaldo es temeroso y que tiene “un sillón prestado” esfumaron la posibilidad de un acercamiento. Desde entonces sólo hubo ataques mutuos con munición gruesa y ni una palabra de amor.

En lo que respecta a la interna de JxC, en abril se comenzaron a erosionar los puentes de diálogo y a ampliarse la grieta entre Alfaro y Sánchez. Tal vez disgustado por la falta de acuerdos, el capitalino acusó al concepcionense de ser “un tipo especial porque no habla”. El diputado le remarcó que él fue el más votado en la interna de la alianza en 2021. Una forma sutil de marcarle la cancha y decirle que se encolumne detrás suyo.

JUNTOS. Alfaro tiene la bendición de Horacio Rodríguez Larreta. JUNTOS. Alfaro tiene la bendición de Horacio Rodríguez Larreta. FOTO LA GACETA/DIEGO ARÁOZ

La segunda mitad de 2022 fue todavía más turbulenta para Alfaro. La suspensión del servicio de estacionamiento medido 45 días después de su puesta en marcha fue tomado como un mazazo judicial. La millonaria obra del Mercado del Norte también tiene planteos en la Justicia, lo que provocó dolores de cabeza en el alfarismo y la marcha atrás de otras licitaciones porque no perciben seguridad jurídica. El intendente acusó al jaldismo de estar orquestando estas acciones contra su gestión.

El jefe municipal también concurrió a la Justicia para abrir fuego contra el oficialismo. Primero por el adelantamiento de los comicios provinciales y luego por el fallo de la Corte tucumana que allanó el camino para que Juan Manzur pueda ser candidato a vicegobernador en 2023. En el medio, atacó al Ejecutivo de hacer una distribución discrecional “con fines electorales” de fondos para municipios oficialistas, en el marco del “Pacto Social”.

La fallida reunión para formalizar el frente de JxC deja un escenario político tan abierto como incierto para Alfaro. Al asistir al encuentro y firmar el acta constitutiva, el jefe municipal envió el mensaje de que no tiene intenciones de sacar los pies del plato. Pero no hay diálogo con Sánchez. ¿Podría haber un quiebre? En caso de que ocurriese, ¿quién se quedaría con la marca de JxC? Nadie se anima a arriesgar un pronóstico, pero en el horizonte del 2023 se ven nubarrones que anuncian severas turbulencias.

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