16 Enero 2023

El 1º de enero se celebró la “Jornada Mundial de la Paz”. Actualmente, ¿existe la dichosa y esquiva paz mundial? ¿Se trata de una aspiración real global o “simplemente” de uno de los tantos deseos ficticios del “Año Nuevo”? Destaquemos algunos hechos relevantes que atentan contra la paz: 1) Guerra Rusia-Ucrania y derivados; 2) Conflictos en Oriente Medio, Africa, Europa, América Latina, China, Corea del Norte, etc.; 3) violencia de género y/o femicidios exponenciales; 4) violencias y/o discusiones familiares/populares, callejeras, estados alterados, psiquis post-pandemia y/o post-alcholemia o drogas, festejos “sin control y desmedidos” por el fútbol; y por último y, sobresaliente, la desigualdad, el hambre, la pobreza, el rechazo de migrantes y el descarte de la “dignidad humana” (Ver Proyecto Akamasoa del Padre Pedro Opeka). Todos buscamos la tan ansiada paz, pero no es fácil hallarla. Para estar bien con los demás, primero debemos estar bien con nosotros mismos, es decir, lograr la paz en nuestros corazones, para desde ahí, difundirla en nuestras familias, comunidades, países y, por último, en todo el mundo. Existe una regla básica para estar bien con el prójimo: «No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti». ¿El mundial de fútbol unió a “todos los pueblos” o, en el fondo, generó controversias, suspicacias, envidias, comparaciones, etc.? Aprovechando la “transitoria” unión de los argentinos, en el mundial, unámonos “en oración” a “María, Reina de la Paz”, sin distinción de razas, credos ni religiones, por la paz en nuestros corazones, en nuestras familias, en Argentina y en el mundo entero. Como bien decía Jesús: “La paz sea contigo”.

Marcos A. Machado

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios