Crímenes en el campo: el ADN en una botella complicó a dos acusados

Se leyeron las pruebas generadas tras el crimen de Damián Florentino Gómez. Hoy comienzan a declarar los testigos del caso del productor José Porcel

LA ESCENA. Damián Florentino Gómez, de 78 años, fue asesinado en 2019 en su casa de Tala Pozo, donde además funcionaba una despensa. la gaceta / foto de franco vera (archivo) LA ESCENA. Damián Florentino Gómez, de 78 años, fue asesinado en 2019 en su casa de Tala Pozo, donde además funcionaba una despensa. la gaceta / foto de franco vera (archivo)

Las pruebas de ADN suelen tener un peso muy significativo durante los juicios orales. Ayer, durante el debate en el que se intenta esclarecer tres crímenes ocurridos en tres localidades rurales de Burruyacu, se subrayó que había material genético de dos de los imputados en la casa de una de las víctimas, Damián Florentino Gómez (78). Días atrás se había informado que había ADN de un tercer acusado en la escena donde mataron a José Antonio Gómez (68 años). Estas son dos de las causas de homicidio que ya expusieron ante los jueces Stella Maris Arce, Patricio Prado y Guillermo Puig. El tribunal comenzará a escuchar hoy a los testigos del tercer crimen, el del agricultor José Porcel (80 años).

Los tres hechos estarían relacionados con una banda.

 Zona rural del este. 1-  La Marta, donde mataron a José Antonio Gómez. Está a 15.5 km. de La Ramada de Abajo. 2-  La Ramada de Abajo, donde mataron a José Porcel. Está a 10.5 km. de Tala Pozo 3-  Tala Pozo, donde mataron a Damián Florentino Gómez. Está a 26 km. de La Marta. Zona rural del este. 1- La Marta, donde mataron a José Antonio Gómez. Está a 15.5 km. de La Ramada de Abajo. 2- La Ramada de Abajo, donde mataron a José Porcel. Está a 10.5 km. de Tala Pozo 3- Tala Pozo, donde mataron a Damián Florentino Gómez. Está a 26 km. de La Marta.

Crimen en Tala Pozo

Ayer terminaron de exponer el caso de Damián Florentino Gómez, quien fue asesinado el 5 de enero de 2020 en su despensa de Tala Pozo. Según la acusación, ese día Antonio Ismael Sánchez 
(36 años), Pedro Orlando Reynaga (38 años), Juan Alfredo Acosta (41 años) y José Ramón Rojas (29 años) fueron a su local y se sentaron a tomar una gaseosa y una cerveza. En determinado momento, atacaron al comerciante, lo ataron, amordazaron y estrangularon hasta causarle la muerte. Luego huyeron con una escopeta, un atado de cigarrillos, un celular y dinero.

Los peritos recolectaron material genético del pico de una de las botellas. Luego de la detención de los sospechosos, la pericia determinó que el ADN era coincidente con los perfiles de Rojas y Acosta.

Ayer también se leyó la autopsia que comprobó que la víctima tenía lesiones en la tráquea, producto de una presión. Se determinó una causa de muerte por asfixia mecánica por compresión cervical.

Acosta y Rojas no fueron los únicos que quedaron complicados con la pericia genética. Si bien fue en otro de los casos, también se encontró ADN coincidente con Sánchez en la mordaza que tenía puesta el sereno José Antonio Gómez cuando fue encontrado sin vida en una finca de La Marta, el 14 de noviembre de 2019. Por ese crimen también está acusado Rojas. Así comenzó a plantearse la posible conexión entre los acusados.

“Él estuvo ahí”

“Ese día pasé con mi tractor por la casa de Gómez. Como estaba en medio del trabajo le pedí que me fiara una gaseosa para poder seguir. En el lugar había tres hombres que llegaron en dos motos. Uno flaco y dos medio gordos”, describió el agricultor Bernardo Iván Kieffer, quien era vecino de la víctima. Como se conocían, el comerciante no tuvo inconvenientes en fiarle una bebida. “Me ofreció sentarme y quedarme un rato, pero le expliqué que no podía porque aún me quedaba mucho por hacer. Ahí uno de esos hombres me ofreció una bebida y me negué, pero hablamos un rato, me contaron que trabajaban en la caña. A dos de ellos los vi clarito; al tercero no porque tenía lentes de sol, gorra y me daba la espalda. Al final subí al tractor y seguí mi camino”, indicó el testigo.

Kieffer, que ya había señalado a Reynaga en una rueda de reconocimiento, se levantó ayer en el juicio y volvió a distinguirlo en presencia de los jueces. “Estoy seguro de que una de esas personas que vi está aquí hoy”, sostuvo, y señaló al imputado. “Él es el robusto de ojos claros que usaba camisa de grafa”, aseveró. Se trata del segundo testigo que reconoce a Reynaga. En ambos casos la defensa cuestionó por qué lo describían con ojos verdes. “Él estuvo; es la misma persona que vi”, reiteró Kieffer, que le quitó importancia a ese detalle.

Por un momento reinó el suspenso, dado que el testigo al comienzo había dicho que vio claramente a dos personas el día del hecho. Antes de irse agregó que creía que Acosta podía ser la otra persona que vio. “No estoy del todo seguro, pero creo que puede ser el otro corpulento que vi en la despensa”, concluyó. Además, pudo reconocer unos lentes de sol y otras prendas secuestradas a los acusados.

Testigos de la defensa

Los defensores de Reynaga, José María Molina y Antonella Battaglia, presentaron a testigos que intentaron reforzar la coartada del acusado. Reynaga sostiene que ese día estuvo en La Marta, donde vive, y que solo salió para ayudar a su suegra a carnear un cerdo. Elba Luna juró que llamó a su yerno ese día para eso. Dijo estar segura del día porque “ese domingo había carrera”.

Johana Karina Jiménez, vecina del imputado, también dio esa versión. “¿Cómo está segura de que eso fue ese día?”, preguntó la fiscala Estella Giffoniello. “Porque a la semana vi en la tele que lo acusaban”, respondió la testigo. La fiscala siguió indagando sobre la vida de la mujer. Finalmente le cuestionó a Jiménez que haya podido asegurar con tanta precisión qué vio un 5 de enero cualquiera y que no sea capaz de recordar en qué año nació uno de sus hijos.

Los imputados: las pruebas que les enrostraron

Por el crimen de Damián Florentino Gómez llegaron a juicio:

1- Pedro Orlando Reynaga (arriba), de 38 años. Dos testigos dicen haberlo visto en casa de la víctima antes del crimen. Es el único de los 4 imputados que está acusado solo en este hecho. No tiene antecedentes

2- José Ramón Rojas (medio), de 29 años. Hallaron su ADN en la escena del crimen. Acusado en dos hechos más.

3- Antonio Ismael Sánchez (abajo, a la izquierda), de 36 años. Un testigo reconoció algunas de las prendas que habría usado ese día. Acusado en dos hechos más.

4- Juan Alfredo Acosta (abajo, a la derecha), de 41 años. Hallaron su ADN en la casa de la víctima. También un testigo -aunque dudó- lo señaló como una de las personas que había visto ese día en la despensa de Tala Pozo donde vivía y trabajaba la víctima. Está acusado también por el crimen de José Porcel.

Manifestación: la Sociedad Rural y Apronor pedirán justicia hoy en Tribunales

Mediante comunicados, la Sociedad Rural de Tucumán y la Asociación de Productores Agropecuarios y ganaderos del Norte anunciaron esta semana que hoy se manifestarán frente a Tribunales, en avenida Sarmiento y Laprida, para pedir justicia por estos tres crímenes que ocurrieron en zonas rurales del este de la provincia. Tras estos hechos, sumados a otros que aún se investigan, los productores marcharon en varias ocasiones y tuvieron reuniones con el Gobierno para solicitar más recursos para la Policía en los destacamentos rurales. “Es importante que la Justicia dicte un fallo ejemplar para desalentar a los delincuentes que nos arrebatan la vida”, anunciaron en Apronor.

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