La Pachamama expone el deterioro de un camino

18 Febrero 2023

Miles de personas saldrán a las rutas este fin de semana para disfrutar del carnaval. Quizás los festejos más convocantes del NOA sean los que se realicen en Jujuy, pero en Tucumán existe una fiesta en particular que, en estas fechas, atrae a miles de personas: se trata de la Pachamama, que se celebra en Amaicha del Valle.

Si bien las actividades en la localidad vallista arrancaron hace algunos días, mañana domingo será la jornada más importante: se elegirá a la mujer que encarnará por un año a la Madre Tierra, con todo el simbolismo que eso implica. Esto se concretará en un marco ecléctico en el que convivirán ceremonias ancestrales y juegos en los que la pintura y el agua se convertirán en los protagonistas.

Tal vez la Pachamama sea un buen motivo para analizar un aspecto fundamental que puede garantizar el éxito de una convocatoria de este tipo o conspirar contra ella: las vías de comunicación. Y particularmente en este caso, la ruta 307.

Se trata de un camino que el pasado 17 de enero cumplió 80 años. Fue proyectado entre 1938 y 1940 por el ingeniero Ricardo Maury y construido por la Dirección Provincial de Vialidad. El 25 de junio de 1941 llegó el primer auto a Tafí del Valle, aunque la inauguración oficial recién se dio el 17 de enero de 1943, un año y medio después.

El camino, de 117 kilómetros, inicia en Acheral y concluye en el llamado Acceso 17, pasando Amaicha del Valle. Alcanza una altura máxima de 3.042 m.s.n.m, en El Infiernillo. En el medio, atraviesa localidades como Santa Lucía, Tafí del Valle, El Mollar y Ampimpa, entre otras.

Según datos brindados por el Ente Tucumán Turismo es transitada por más de 100.000 turistas cada año, número al que hay que sumar los miles de tucumanos que también suelen movilizarse por allí.

Históricamente, el tramo más deteriorado de este camino es el que arranca en El Infiernillo y conduce hacia el noroeste, precisamente hacia Amaicha, pasando por Ampimpa, localidad a la que atraviesa. La traza angosta, la falta de señalización vertical y horizontal, y los innumerables baches fueron siempre motivo de queja entre aquellos que debían circular por ella. Es una paradoja que, frente a un paisaje tan imponente como el que se abre frente a los ojos de los viajeros en este tramo del camino, la ruta presente un deterioro tan marcado.

El año pasado, el Gobierno comenzó con las tareas de repavimentación, que ya permitió mejorar varios tramos del recorrido (cabe destacar que en esos sectores aún falta la señalización horizontal, tan importante especialmente durante la noche). De todos modos, quedan otros sectores que continúan tan deteriorados como en el pasado.

Ahora las lluvias han sumado un obstáculo más en esta ruta: la rotura del puente que cruza el río Santa María y que conduce al empalme con la ruta nacional 40, a través de la cual se puede llegar a Colalao del Valle y a Cafayate. Las fuertes tormentas de hace unas semanas generaron crecientes que dañaron la estructura. Esto obliga a realizar un rodeo extra de 24 kilómetros desde Amaicha hasta la localidad catamarqueña de Santa María, donde se encuentra el otro puente que permite atravesar el río.

La ruta 307 constituye, sin dudas, el camino turístico más importante de la provincia de Tucumán. Los números lo confirman. Debería ser una prioridad del Estado mantenerla en las mejores condiciones posibles, ya que, de lo contrario, puede convertirse en una invitación a no volver.

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