Barrabravas de San Martín de Tucumán: “Se identificaron como socios”

Personal de seguridad del complejo habló del apriete de la barra al plantel, mientras la dirigencia afirma: “no le damos trascendencia”

AYER HUBO PAZ. Durante el partido reinó la calma en la cabecera de la Rondeau. Del apriete al plantel habrían participado todas las facciones de la barra brava. AYER HUBO PAZ. Durante el partido reinó la calma en la cabecera de la Rondeau. Del apriete al plantel habrían participado todas las facciones de la barra brava. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Si bien el “santo” logró golear en La Ciudadela a su homónimo sanjuanino, en el complejo “Natalio Mirkin” -que ayer estuvo desolado por el feriado de Pascuas- quedaron secuelas de lo sucedido durante la jornada del sábado, cuando un grupo de barrabravas amenazó al plantel.

“Llegaron en autos y camionetas, era una gran cantidad de hinchas. El plantel estaba por entrenarse en la cancha de siempre y se reunieron con todos los jugadores. Parecía que ya se armaba”, le confío personal de seguridad del complejo a LA GACETA. Todavía estaban sorprendidos por la gran cantidad de barras concentrados en los alrededores del gimnasio. “Todo sucedió en cuestión de minutos y Alexis Ferrero habló con ellos para que no pasara a mayores. En la semana se hablaba de que algo así podía suceder, pero a veces sólo queda en rumores”, agregó.

En otro sector brindaron más detalles. “Justo coincidió con varios eventos en el complejo. Había partidos de rugby y de voley, por ende una gran cantidad de gente esparcida por todo el predio. Tenemos entendido que se identificaron en la entrada como socios e ingresaron de esa manera”, explicaron.

“En casos como estos se les pide pacíficamente que se retiren. Nunca recurrimos a la violencia en primer término. Lo mismo hacemos con la gente que intenta ingresar al complejo para robar algo o simplemente para hacer daño”, añadió uno de los guardias, que recordó episodios registrados en los alrededores. “En este sector, siempre hay inseguridad. Al haber una villa al lado intentan treparse de a varios para robar algún arco, utilería del plantel o simplemente tirar piedras”, explicó, tras solicitar a LA GACETA que no se publicara su nombre para evitar represalias.

Por su parte, la dirigencia “santa” -que presenció el partido en La Ciudadela- también habló sobre lo sucedido e intentó ponerle paños fríos al asunto. “No le vamos a dar más trascendencia. Es algo que no está bien, pero que sucede en todos lados y clubes. Nos sorprendió cuando nos contaron lo que pasó. Lo cierto es que siempre vamos a recibir críticas”, dijo el vicepresidente Bruno Sogno. “La gente pedía a Iván Delfino -mucho antes de que llegáramos nosotros- y lo trajimos, pero lamentablemente los resultados no acompañaron. Ahora quieren a la dupla de Favio Orsi y Sergio Gómez. Además, trajimos a Ferrero para manejar el fútbol, un manager de experiencia y que conoce el club”, añadió Sogno.

Por otro lado, en conferencia de prensa, Ferrero -que ayer se calzó el buzo de DT por primera vez- también se refirió al apriete que terminó de caldear la previa. “No es grato pasar un momento difícil de esa manera, pero son cosas que pasan. Los hinchas están en todo su derecho de expresar su descontento”, aseguró Ferrero al ser consultado sobre la amenaza de la barra brava.

“Claro que participé y fui la representación de la voz de ellos (los jugadores). Les pedí que nos apoyaran, que si hacían eso podíamos salir. Estábamos convencidos y bueno, gracias a Dios se dio”, enfatizó Ferrero con la intención de dar por cerrado el asunto y enfocar todas las energías en el próximo partido.

Pensando en el futuro

Al ser consultado sobre si se tomarían medidas con respecto a lo sucedido, el vicepresidente Sogno fue contundente. “Contamos con una gran seguridad en el complejo, pero frente a estas cosas a veces no podés hacer mucho. No creo que vuelva a suceder. Repito, no le damos trascendencia”, sentenció el dirigente. Apuntó también que continúan trabajando en la búsqueda de un técnico para San Martín, que intenta dejar atrás el mal momento a base de buenos resultados.

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