¿Qué motivó a Alberto Fernández a bajarse de la pelea electoral?

¿Por qué Alberto Fernández abandonó la carrera por la reelección presidencial? Aunque la respuesta puede ser un tanto lógica, debido a lo que sucede con la economía argentina, un 57% de los ciudadanos consultados por Berensztein-D´Alessio IROL respondió que el actual presidente de la Nación tuvo que renunciar a esa posibilidad porque sabía que le iba a ir mal en los comicios. Otro 16% contestó que se bajó por exigencia de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y otro 5% porque La Cámpora se lo reclamó públicamente.

El jefe de Estado no pudo resistir la presión del momento, con un dólar que vuela en el mercado informal, base de referencia para las operaciones financieras en la Argentina. Además, el malhumor social fue creciendo, en lo que va del año, por efecto del incremento acelerado de los precios, con una inflación mensual que se proyecta cercana al 7% para este mes. Frente a este contexto económico y a la debilidad en la imagen de la gestión y personal, Alberto Fernández no tenía demasiado margen para armar una estructura electoral que lo respalde si es que decidía pugnar por su continuidad en el cargo. Un 8% de los sondeados por las consultoras privadas ha señalado que esa situación obligó al mandatario a bajarse, mientras que otro 6% sostuvo que Fernández sintió que no iba a poder gobernar si ganaba.

Más allá del renunciamiento electoral del Presidente, la encuesta puntualiza que esa decisión no pronostica que mejoren las condiciones del mercado. En este aspecto, los caminos se bifurcan respecto de cómo reaccionará hacia el futuro. Aquellos que votaron por el Frente de Todos suponen que la inestabilidad financiera se mantendrá, mientras que la oposición considera que el clima económico y financiero irá recrudeciendo.

Al ser consultados acerca de qué es lo que hará Cristina Fernández, seis de cada 10 consultados contestó que no se presentará para la Presidencia, aunque un 32% -que representaría el núcleo de votantes- opina que esta es una nueva oportunidad para que la actual Vicepresidente busque regresar a la Casa Rosada. Entre los potenciales candidatos a la sucesión de Fernández, dentro del Frente de Todos se inscriben el actual embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli (66%) y los ministros Sergio Massa (Economía, con 62%) y Eduardo “Wado” de Pedro (Interior, con 45%). Más atrás figuran los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), y Juan Schiaretti (Córdoba), con 22% y 20% de preferencias, respectivamente. E n la encuesta de Berensztein-D´Alessio IROL figura un tercer lote de postulantes a la Presidencia. Allí se inscriben el ministro bonaerense de Seguridad, Sergio Berni (13%); el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno (11%), y el gobernador de Tucumán, Juan Manzur (9%).

El albertismo considera que el ex motonauta puede ser el candidato ideal para representar al espacio en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), aunque el actual diplomático no está del todo convencido de encolumnarse en esa corriente para competir con el postulante que el cristinismo designe. Aún más, Scioli cree que puede representar a ambas vertientes del oficialismo, aunque choca contra el hijo de la Vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner. En esas conversaciones también se inscribe Agustín Rossi, reemplazante de Manzur en la Jefatura de Gabinete de ministros. El tucumano, a su vez, señala que tiene la cabeza puesta en la puja electoral de la provincia. Un triunfo en los comicios del 14 de mayo le dará la fortaleza suficiente para sentarse en la mesa de discusión nacional, como un dirigente territorial de peso en esta parte del país. Manzur aceitó sus contactos con algunos de sus pares de distritos peronistas, con los intendentes del conurbano bonaerense y con la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) ante la posibilidad de avanzar en su proyecto “Juan 23”. No obstante, entre los colaboradores del mandatario provincial se consolida la idea de que este no sería el turno electoral ideal para que Manzur se presente, sino en 2027. A juzgar por las encuestas, su instalación en el mapa electoral no le garantiza escalar lo suficiente dentro de la interna.