La clase media busca otro empleo para no caer en la pobreza

Uno de cada 10 trabajadores “full time” necesita otro empleo para cubrir los gastos familiares mensuales.

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La profundización de la crisis económica y el salto de la inflación junto a un mercado laboral frágil resultan determinantes para que los trabajadores ocupados intenten aumentar sus ingresos. Según la Encuesta Permanete de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en la Argentina hay 9,4 millones de ocupados remunerados. De ese grupo, 3,1 millones trabajan entre 35 y 45 horas semanales (lo que se considera “empleo pleno”). Aun entre estos “full time”, uno de cada diez está buscando otro trabajo. 

Con precisión, es el 13,1% de los ocupados plenos, dice un diagnóstico elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba. El informe revela que son los empleados que se ubican en lo que se conoce tradicionalmente como la clase media los que ahora tienen que salir a buscar otro ingreso para no caer en situación de pobreza. La vara es cada vez más elevada ya que la Canasta Básica Total (CBT) roza los $ 190.000 mensuales y, en gran medida, los asalariados no alcanzan cubrir ese monto para costear los gastos mínimos para sobrevivir, así como cubrir el presupuesto en alimentos.

El último dato del Indec muestra que el Gran Tucumán-Tafí Viejo evidencia el segundo registro más alto de ocupados demandantes de empleo de la Argentina, sólo superado por el Gran Córdoba. De acuerdo con los datos oficiales, el 25,6% de esos trabajadores (106.000 casos) están activamente buscando otro empleo para llegar a fines de mes.

Para un análisis más detallado, el instituto tomó la distinción de la población ocupada en cuatro clases sociales según el nivel de ingresos: clase baja (no alcanza la canasta básica total CBT), media-baja (alcanza hasta 1,5 veces la CBT), media (hasta 4 veces la CBT) y alta (más de 4 veces la CBT).

Para este trabajo se consideró como una sola categoría a los cuentapropistas y empleados que reportan una sola ocupación remunerada, que suman 3,1 millones en la Argentina. De ese global, son 410.000 los que buscan activamente otro empleo y son los denominados “ocupados demandantes”.

De esos 410.000, el 20,2% es de clase baja; 21,8% de media-baja; 53,3% pertenece al estrato medio y 4,6% al nivel más alto de ingresos.

Los datos revelan que los estratos sociales bajos y medios son los más afectados por la caída en el poder de compra, producto de los altos niveles de inflación. Se subraya que esos mismos segmentos son los más afectados por la informalidad laboral, que ronda el 37% en el país. Quien está afuera de la formalidad registra, en general, más pérdida del poder adquisitivo, indican los economistas Ariel Barraud y Agustín Ramírez, director e investigador del Instituto, respectivamente.

Un dato a considerar es cuánto representan los ocupados demandantes de cada uno de los segmentos sociales sobre el total de empleados de cada estrato.

El 13,1% de los ocupados plenos busca otro empleo. Desagregado, el dato muestra que el valor más alto está entre los más vulnerables, donde un cuarto de la clase baja y un tercio de la media-baja busca otra ocupación. Para la clase media y alta, los valores son 10,7% y 4%, respectivamente. “Los segmentos más vulnerables son los que con más intensidad buscan otra ocupación, empleo o actividad. Es en esos estratos donde se transparenta mayor “insatisfacción” con el puesto actual, sea por el ingreso o por otro factor”, detalla el diagnóstico al que accedió LA GACETA.

Sobre los ocupados totales -sin considerar cantidad de horas trabajadas a la semana- uno de cada cinco (19,7%) busca otro empleo. Es “ocupado demandante”. En consecuencia, a medida que asciende la clase social, la proporción que busca un empleo adicional resulta menor.

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