Hora de definiciones en el caso del crimen de Chacabuco 59

El ex marido de Picciuto, que fue detenido ayer, y los dos inquilinos, podrían ser acusados de homicidio en una audiencia que se desarrollará hoy. Cuáles son los indicios que hay en su contra.

EN PLENO PROCEDIMIENTO. Efectivos de Infantería custodian el frente de la vivienda de Yerba Buena mientras personal de Homicidios detiene a José Luis Fumero. EN PLENO PROCEDIMIENTO. Efectivos de Infantería custodian el frente de la vivienda de Yerba Buena mientras personal de Homicidios detiene a José Luis Fumero.

Todos los misterios que rodean el caso del crimen de Chacabuco 59 podrían develarse hoy con el desarrollo de una audiencia. El auxiliar Miguel Fernández, con instrucciones del fiscal Carlos Sale, detallará de qué y por qué acusa al ex marido de la propietaria de la vivienda, que fue detenido ayer a la mañana en Yerba Buena, y a dos inquilinos que llegarán al encuentro en libertad. Este es el segundo paso clave que se da en la investigación del homicidio de una mujer, que se cree que sería Laura Gabriela Picciuto, de 48 años.

El viernes 12 de mayo, un albañil que trabajaba en ese domicilio descubrió el cuerpo de una mujer oculto en una cisterna de agua. A partir de ese momento, personal de Homicidios, al mando de los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, trabajó en un misterioso caso que, con el correr de los días, fue presentando diferentes aristas. Lo primero que hicieron fue investigar al círculo más cercano de Picciuto, a la que todos llamaban “Gaby” y que era conocida en el barrio por ser una mujer problemática.

La primera detenida fue Sofía Alejandra Di Gianni (22), una joven trabajadora sexual que frecuentaba la vivienda de Chacabuco 59. La arrestaron porque en su poder encontraron el documento nacional de identidad y la tarjeta de débito de Picciuto. Esas fueron pruebas suficientes para que la auxiliar fiscal Luz Becerra consiguiera que un juez la acusara de homicidio y le dictara la prisión preventiva por 51 días. Pero el caso estaba lejos de esclarecerse.

Inesperado giro

La causa tomó otro impulso cuando, asesorados por los abogados José María Molina y Juan Pablo Bello, Alfredo Socci (45) y Natalia Liberman (37) dieron a conocer algunos detalles de lo que ocurrió en esa casa entre febrero (el mes que ellos se instalaron en las habitaciones de la planta alta) hasta el día que encontraron el cuerpo.

Además de aportar varios nombres, dejaron en claro que el ex marido de “Gaby”, José Luis Fumero (50), se había mostrado muy interesado en comercializar la propiedad. También señalaron que el hombre, a través del abogado Isaías M. y de su hermana Luciana M., les había informado que la propietaria estaba internada en una clínica de reposo porque quería hacer un tratamiento por problemas de adicción.

También dijeron que a principios de mayo, fueron informados de que un hombre había adquirido una parte de la vivienda y que debían retirarse del lugar cuando antes.

El hallazgo del cuerpo fue concretado por un albañil que estaba haciendo refacciones por pedido del nuevo propietario. Esos fueron datos suficientes para comenzar a profundizar una línea de investigación en contra de Fumero.

Dudas

Los pesquisas confirmaron que la casa de Chacabuco 59 está registrada a nombre de Picciuto y que era un bien ganancial, es decir, que la mitad le pertenecía a ella y la otra parte a él. En principio, sin la autorización de la desaparecida, no la podría haber vendido.

Los investigadores confirmaron además que Fumero es propietario de una empresa dedicada a la venta y reparación de ascensores. También constataron que estaba atravesando por un mal momento económico y que necesitaba recibir un capital importante para poder sacarla adelante.

Pese a que en principio no tenía autorización para hacerlo, vendió una parte de la propiedad a Walter M. Según confiaron fuentes judiciales, habría acordado el pago de $35 millones, que se terminaría de abonar cuando el vendedor le entregara la documentación del inmueble. Sólo habría abonado una seña de $3 millones y una motocicleta.

La madre y la hija de Picciuto mantuvieron una reunión con Sale y Fernández. Allí explicaron que Fumero nunca les había informado la intención de vender la casa. Sí explicaron que “Gaby” les había contado que, desde octubre pasado, estaba siendo presionada por personas para que vendiera la propiedad, pero que ella se negaba rotundamente. También explicaron que no podían informar quiénes eran los que la estaban obligando a que realizara la operación.

También quedó en la mira de los investigadores Walter M. El comprador habría sido denunciado en varias oportunidades de haber usurpado inmuebles que, después de refaccionar, los comercializaba.

Los otros sospechosos

Socci (muralista, músico y caricaturista que por necesidad también era “trapito”) es pareja de Liberman (empleada de la administración pública que está de licencia), pero al mismo tiempo tenía una relación sentimental con Di Gianni.

Ellos aseguraron que vieron por última vez a “Gaby” el 8 de marzo, pero señalaron que el 9 de marzo escucharon que la mujer y Facundo S. habían mantenido una fuerte discusión que tuvo un final abrupto. Dijeron también que al día siguiente observaron a dos desconocidos en la vivienda, pero que no pudieron saber qué hicieron.

La audiencia

Los investigadores sospechan que estos jóvenes tienen más información que no aportaron por alguna razón. Ambos tienen problemas de adicción y, principalmente el joven, contaría con antecedentes por robos, según confirmaron fuentes policiales y judiciales. Hoy, cerca del mediodía, se sabrá cuál será su futuro procesal. Podrían ser acusados de homicidio, pero el misterioso crimen de Chacabuco 59 está lejos de resolverse por ahora.

Protagonistas del caso

Laura Gabriela Picciuto (48 años), propietaria de la casa de Chacabuco 59. Está desaparecida desde marzo. Estiman que el cuerpo encontrado sería de ella

SIN RASTROS. Nada se sabe sobre “Gaby” Picciuto. SIN RASTROS. Nada se sabe sobre “Gaby” Picciuto.

Walter M. El hombre que le compró parte de la propiedad a Fumero y que comenzó a realizar obras en el frente de la casa. Sus albañiles hallaron el cuerpo.

José Luis Fumero (50 años), ex esposo de Picciuto. Vendió una parte de la casa sin autorización de la mujer desaparecida. Fue detenido el lunes.

Luciana M. Procuradora que habría buscado lograr una mediación entre Picciuto y su cliente, Fumero, para que acordaran vender la casa de Chacabuco 59.

Sofía di Gianni. Convivió un tiempo con una pareja que le alquilaba una habitación a Picciuto. Fue detenida porque se llevó el DNI y una tarjeta de la víctima.

Isaías M. Abogado. Explicó que acompañó a su hermana Luciana en algunos momentos porque consideraban que los inquilinos podían ser peligrosos.

SECUESTRO. Teléfonos de los sospechosos en un sobre cerrado. SECUESTRO. Teléfonos de los sospechosos en un sobre cerrado.

Alfredo Socci. Cantante y muralista que se instaló con su pareja, Natalia Liberman, y con di Gianni en una de las habitaciones que arrendaba Picciuto.

Lorena. Peluquera que alquilaba un local en esa casa. La joven se fue mal del lugar y denunciando que Picciuto le robaba sus herramientas de trabajo.

Natalia Liberman, pareja de Alfredo. Ambos presentaron un escrito indicando que en la vivienda pasaban toda clase de cosas.

Gabriel. Otro joven que alquilaba una de las habitaciones de la casa. Nadie informó que haya tenido algún problema con la propietaria.

Facundo S. Era novio de Picciuto al momento del hecho. Algunos vecinos indicaron que la pareja solía protagonizar fuertes discusiones.

Daniela. Ex inquilina que habitó en una de las piezas que ofrecía Picciuto. Poco y nada se sabe sobre esta mujer, apenas aparece mencionada en el expediente.

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