Liga Tucumana: se hizo justicia y Llorens avanza

Central Norte fue totalmente dominado en el complemento y perdió por penales.

MISIÓN CUMPLIDA EN LULES. Así celebró el plantel de Llorens en la cancha de Almirante Brown. Fue más ambicioso durante los 90’ y encontró su premio. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA MISIÓN CUMPLIDA EN LULES. Así celebró el plantel de Llorens en la cancha de Almirante Brown. Fue más ambicioso durante los 90’ y encontró su premio. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA

Algunas veces el dios fútbol no se toma licencia. En ese instante, la dinámica de lo impensado se vuelca un poco más hacia el costado lógico y el resultado final termina quedando más a tono con lo que ocurrió durante un partido.

En el mismo instante en que Gustavo Rivas detuvo el penal de Juan González; ese que le entregó a Deportivo Llorens el pasaje a los cuartos de final de la Copa “Provincia de Tucumán”, un hincha “bolsonero” lanzó un grito de desahogo. “Se hizo justicia”, espetó.

Los dirigidos por Omar Nieto no merecieron sufrir hasta los penales para asegurar la clasificación a la siguiente instancia. Fueron más que Central Norte durante casi todo el partido; pero una mano insólita de Ricardo Romano dentro del área les había complicado la tarde.

El “cuervo” sólo tuvo 15 minutos iniciales a toda furia. Antes del penal que Juan González cambió por gol, ya había hecho los méritos suficientes para ponerse en ventaja. Después de eso se pinchó, se desinfló, y el equipo de la “Perla del Sur” lo fue llevando contra el arco de Juan Herrero.

Si en algo pecó el “cuervo” fue en no saber aprovechar los espacios que dejaba un Llorens urgido, impulsado por ese puñado de hinchas que “invitaba” a sus jugadores a ir hacia adelante, a dejar la vida en cada pelota y a empatar el partido. Yamil Martínez, Ezequiel Rossi y el propio González no capitalizaron las chances y su rival se lo hizo pagar.

Cambia la mano

“Vamos con todo; falta mucho y una vamos a tener”, le dijo un colaborador de Nieto a Esteban Bulacio cuando estaba a punto de ingresar, ya en pleno segundo tiempo. El “petiso” entró “eléctrico”, propuso el mano a mano y siempre se mostró como una opción de pase en un Llorens que a esa altura ya merecía algo más que el empate.

La clave, de todos modos, ya venía desde el entretiempo. Allí Nieto comenzó a ganarle la pulseada a Roy González. El DT de Llorens mandó a la cancha a Franco Quiroga en reemplazo de Patricio Mariani y su equipo comenzó a mostrar un dominio casi absoluto.

El gol de Franco Zelarayán -cabezazo tras un córner- marcó la paridad. En los penales, Llorens no falló y contó con un Rivas “gigante”. Así sigue en carrera, porque la justicia apareció por Lules.

Los octavos de final siguen hoy con el partido que protagonizarán los mejores equipos de la fase regular: Atlético Concepción y Concepción FC. Jugarán a las 16 en cancha de Ñuñorco y las entradas costarán $ 1.500 (populares) y $ 2.000 (plateas).

Hubo más policías que hinchas

Faltaban 15 minutos para el inicio y en el estadio de Almirante Brown de Lules parecía que iba a disputarse un partido a puertas cerradas. En la tribuna norte, un puñado de hinchas de Central Norte (a esa altura no llegaban a 30 personas) intentaba ponerle algo de color al asunto. Golpeaban las manos y cantaban tratando de contagiar a sus jugadores, que estaban realizando las tareas precompetitivas prácticamente en el arco opuesto.

El ingreso al estadio era tan fluido como llamativo. Ambas parcialidades ingresaron por el mismo portón; el ubicado detrás del arco en el que Gustavo Rivas se vistió de héroe. Los que viajaron desde barrio El Bosque se ubicaron detrás de uno de los arcos; los de Llorens en la zona de plateas.

La concurrencia fue escasa; no había más de 150 personas en el estadio cuando Sebastián Romano pitó el inicio del duelo. Lo curioso del caso es que en el estadio resaltaba el personal policial.

“¡Cómo van a mandar 40 efectivos a este partido! Imaginate el operativo que van a armar cuando se enfrenten dos equipos con mucha concurrencia”, se quejó José Luis, un amante del fútbol que no era ni hincha de Central Norte, ni hincha de Deportivo Llorens. Él se había acercado al estadio “marino” con la idea de disfrutar de una tarde de “buen fútbol”.

Durante todo el partido hubo gritos cruzados, cargadas y algunas chicanas entre ambas parcialidades. Pero no pasó de eso. En la cancha, todos se tomaron con seriedad un partido en el que había mucho más que tres unidades en juego.

El comportamiento fue óptimo; en la cancha y en las tribunas. Lo que debería ser algo normal terminó siendo una rareza, producto del bastardeado fútbol tucumano.

BIEN. Tras la derrota, los hinchas “cuervos” despidieron a su equipo con aplausos. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA BIEN. Tras la derrota, los hinchas “cuervos” despidieron a su equipo con aplausos. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA

La relajación y las risas se esfumaron cuando el partido terminó con el 1-1 en la pizarra. La clasificación iba a definirse con remates desde el punto del penal y a nadie le hacía gracia ese “pequeño” detalle.

“No se vayan. Tampoco se den vuelta. Viajaron 70 kilómetros y no van a ver los penales. Vamos que ganamos, tengan fe”, arengó a su tropa el hincha más efusivo de Llorens.

Cuando el “bolsonero” aseguró el pasaje, sus hinchas agradecieron a los jugadores y prometieron que el equipo de Omar Nieto tiene cuerda para rato en el torneo.

La Policía armó un “megaoperativo” para la desconcentración. No hacía falta, nadie se pasó de la raya y la tarde terminó en paz.

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