Revelaron que un tripulante del submarino Titán recibió mensajes informando graves problemas de seguridad en la nave

Un especialista habría advertido sobre los peligros del sumergible.

Stockton Rush, el CEO de OceanGate. Stockton Rush, el CEO de OceanGate.
27 Junio 2023

Una cadena de medios británica tuvo acceso a una serie de mails que se enviaron a Stockton Rush, el CEO de OceanGate y una de las cinco víctimas de la implosión del submarino Titán. Un especialista le habría pedido que tuviera cuidado, pero no fue oído.

La BBC hizo públicos los mensajes que intercambiaron Rush y Rob McCallum, especialista en aguas profundas, durante 2018. Hace cinco años, el CEO había recibido un llamado de atención por las habilitaciones de su submarino, pero las subestimó llamándoles “llantos infundados”.

Los mensajes de alerta que recibió el tripulante del submarino

experto en profundidades oceánicas le había solicitado a Rush que dejara de utilizar la nave y esperara las habilitaciones que él considera correspondientes. “Creo que, potencialmente, te estás ubicando a vos y a tus clientes en una dinámica peligrosa”, le escribió McCallum en marzo de 2018.

“En tu carrera hacia el Titanic, estás reflejando el famoso grito de ‘es inhundible’”, espetó el especialista a Rush. Pero el jefe de OceanGate decidió responder. “Hemos escuchado estos llantos infundados de ‘vas a matar a alguien’ bastante seguido. Tomo esto como un serio insulto personal”, retrucó hace cinco años la víctima de la implosión.

Pero McCallum no agotó sus intentos de ser escuchado e imploró al CEO tener “mucho cuidado” en sus pruebas de viajes en el mar y ser “muy, muy conservador”. Sin embargo, Rush siguió considerando que se trataba de un ataque.

Las respuestas del tripulante a las advertencias de peligro

Por ello, le contestó que sus advertencias sólo eran motivadas porque las grandes empresas no querían que “los nuevos participantes ingresen a su pequeño mercado”. “Estoy bien calificado para comprender los riesgos y problemas asociados con la exploración submarina en un vehículo nuevo”, escribió Rush.

Pero McCallum consideró que serían “las pruebas en el mar las que determinen si el vehículo puede servir” para lo que el submarinista de OceanGate pretendía hacer con él.

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