Amín seguirá saliendo del penal para poder visitar a su hija

El juez de Impugnación Maggio confirmó que el condenado por matar a su esposa continuará con salidas transitorias. Un largo proceso.

EN LA ACTUALIDAD. El santiagueño condenado a perpetua tuvo un comportamiento ejemplar durante las audiencias que se hicieron. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO EN LA ACTUALIDAD. El santiagueño condenado a perpetua tuvo un comportamiento ejemplar durante las audiencias que se hicieron. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

La Justicia atendió los deseos y los derechos de una niña de nueve años. El juez de Impugnación Facundo Maggio avaló los permisos de salidas transitorias que había otorgado la jueza de Ejecución Ana María Iácono para que Pablo Amin, condenado a perpetua por haber asesinado a su pareja, pudiera visitar a su hija.

En octubre de 2007, el santiagueño de 24 años arribó a Tucumán con su pareja María Marta Arias para participar de un congreso de Herba Life. Por la tarde, protagonizó una serie de incidentes en el microcentro y en la Catedral al denunciar que alguien lo estaba persiguiendo. Por esa razón, fue llevado a la sede de Patrulla Urbana y de allí fue derivado al hospital Padilla donde le dieron el alta después de haberlo compensado. De allí la pareja fue a cenar con sus amigos y luego se dirigieron a la pieza de un hotel ubicado al frente del parque 9 de Julio.

Horas después se desencadenaría uno de los crímenes más cruentos de los últimos 25 años. Amín golpeó hasta matarla a su pareja. Luego, con un bisturí, le extrajo los globos oculares. Fue descubierto cuando arrastraba el cuerpo de Arias por las escaleras. Allí fue aprehendido por la Policía. Luego de permanecer varios meses internado en el Obarrio, terminó en la cárcel. En diciembre de 2009 fue condenado a prisión perpetua al ser encontrado culpable del delito de homicidio agravado por ensañamiento. En ese tiempo, no existía la figura de femicidio como agravante.

El santiagueño, por sus antecedentes, fue alojado en la unidad de máxima seguridad, el sector de la cárcel de Villa Urquiza que estaba reservado a los delincuentes más peligrosos de la provincia. El régimen de encierro era durísimo, puesto que casi no tenía contacto con los otros reos ni veía la luz del sol.

En la cárcel conoció a O.S. (su nombre se mantiene en reserva) que habría sido familiar de otro reo. La pareja terminó enamorándose y, después de haber tenido una hija, decidieron contraer matrimonio en el penal en diciembre de 2019.

Tiempos

Tal como estipulan las normas vigentes, ya había pasado el tiempo necesario para que el condenado pudiera solicitar que se le otorguen las salidas transitorias. El trámite se inició en diciembre pasado y, después de casi seis meses de audiencias, la Justicia terminó dándole la razón.

Los defensores Mariela Mayer y Álvaro Zelarayán solicitaron los permisos correspondientes por dos razones. Pretendían que el santiagueño cuente con salidas transitorias para que pueda fortalecer sus vínculos familiares y, fundamentalmente, visitar a su hija. “Ella no quiere seguir haciéndolo en el penal porque no tolera más las requisas invasivas que debe sufrir cada vez que va a ver a su papá”, indicaron los profesionales.

HISTÓRICO. Pablo Amín fue internado horas después del crimen. HISTÓRICO. Pablo Amín fue internado horas después del crimen.

Después de cinco meses, la jueza de Ejecución Iácono aceptó que Amín pueda gozar de dos salidas por mes de tres horas cada una. Para que pudiera hacerlo, debería estar acompañado por tres custodios y con una pulsera para asegurar su seguimiento. El Ministerio Público Fiscal impugnó la resolución que se cumplió en cuatro oportunidades.

La confirmación

La audiencia que se realizó ayer tuvo varias aristas. La primera, el duro cruce de opiniones entre el auxiliar fiscal Gonzalo García y los defensores. La segunda, el comportamiento que tuvo el condenado durante el debate.

Hace 14 años, cuando fue enjuiciado, Amín desplegó una conducta que, según coincidieron en señalar los especialistas, apuntaba a fortalecer la teoría de que era inimputable. En el debate, por ejemplo, golpeó a su defensor, Roberto Flores, dijo ser presidente del club alemán Bayern Münich y amenazó al secretario del tribunal al decirle “¿querés que te saque los ojitos?”. Pero ahora, en esta oportunidad, su comportamiento fue ejemplar.

Se mostró respetuoso con todas las partes, obediente con sus defensores, educado cuando tomó un cortado y comió una tortilla y hasta saludó al periodista de LA GACETA levantando la mano y diciéndole hola con una sonrisa.

En lo estrictamente jurídico, el auxiliar García insistió con su planteo. “Hay informes psicológicos, psiquiátricos y sociales, que son contundentes y que indican que no está apto para salir. Lo que señalan es que se trata de una persona que no controla sus impulsos y que sufre de paranoia. Desde 2013 que dejó de medicarse por decisión propia”, insistió. “Debemos proteger a su pareja y a su hija de que no vuelvan a sufrir las consecuencias de un nuevo ataque”, argumentó.

“No hay que estigmatizar a Amín, ni tampoco hacer esto de una cuestión personal. Es mentira que los profesionales que lo hayan atendido dijeran que existía la posibilidad de que vuelva a sufrir un ataque. Nadie puede asegurar eso. Y, sobre la cuestión de la medicación, dejó de tomarla porque no era necesario. De ahí en más su conducta fue ejemplar”, explicó Zelarayán.

Mayer, la defensora, insistió en que los médicos en ningún momento aseguraron que no estaba en condiciones de tener salidas transitorias. “Me parece atinado que se tenga en cuenta el informe del Servicio Penitenciario sobre las cuatro salidas que tuvo en estos tiempos. Tuvo un comportamiento ejemplar”, comentó.

El juez Maggio rechazó el planteo del Ministerio Público confirmó la sentencia de Iácono, pero le hizo algunas modificaciones. Ordenó que antes de que se concretara cada salida, profesionales de la salud deben comprobar si Amín está en condiciones de realizar la visita a su familia. También recomendó al personal que se encargará de custodiarlo que lo haga de civil para no generarle un daño a la pequeña.

Este es un beneficio al que accedió el santiagueño por tener una conducta ejemplar. Desde el penal, el condenado trabaja organizando los turnos de la peluquería de su mujer. También le organiza las clases que da en su academia. Al homicida le quedan unos 19 años para cumplir la pena y entonces comenzar la libertad condicional. Sí puede solicitar una ampliación de salidas transitorias más adelante.

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