El duelo de debutantes fue para la dupla y Atlético Tucumán se desahogó

Martínez, en Huracán, y Gómez-Orsi, en el "decano", mostraron sus primeras armas en dos clubes que venían muy golpeados en lo deportivo.

POCO PARTICIPATIVO. Mateo Coronel disputa la pelota entre dos jugadores de Huracán; el ex delantero de Argentinos estuvo controlado y no tuvo muchas posibilidades de remate al arco. POCO PARTICIPATIVO. Mateo Coronel disputa la pelota entre dos jugadores de Huracán; el ex delantero de Argentinos estuvo controlado y no tuvo muchas posibilidades de remate al arco. Foto de Matias Napoli Escalero (Especial para La Gaceta)

“Técnico que debuta gana”, dice el axioma popular. ¿Y qué sucede cuándo se estrenan en un mismo partido dos técnicos, o como en este caso un técnico y una dupla técnica? Lo único seguro: no hay forma de que ambos banquillos se retiren victoriosos simultáneamente.

Este poco habitual hecho (debuts en sendas conducciones y no al inicio, sino en la recta final de un torneo) fue todo un síntoma del momento de los dos contendientes, atravesados por las urgencias.

Mucho más el equipo local, claro. Los resultados previos de la fecha 23 confirmaron a Huracán en puesto de descenso, incluso venciendo a Atlético en la fresca noche del jueves en Parque Patricios.

Por supuesto, no es que Atlético haya llegado al “Tomás Ducó” con mucho más margen. Por algo, ni la victoria sobre Unión de Santa Fe logró evitar la crónica de un desenlace anunciado, el final de la era de Lucas Pusineri al frente del “decano”. Y el desembarco de la dupla de Favio Orsi y Sergio Gómez.

Pero quizá porque Huracán arrancó el año con otras pretensiones –buen inicio de la Liga bajo la batuta de Diego Dabove, incluso con la ilusión de clasificar a la fase de grupos de Copa Libertadores o de avanzar de ronda en Copa Sudamericana- la decepción de los hinchas del “globo” en la previa del choque con Atlético andaba por las nubes.

“El ciclo de Sebastián Battaglia fue, tal como dicen sus números, muy malo. Perdió casi todo lo que jugó y se dieron a conocer las internas en el plantel en un momento delicado”, afirmó a LA GACETA Nicolás Ortín, estudiante de periodismo deportivo y fana del “globo”.

“El principal factor de esta debacle es la dirigencia. Se fueron jugadores claves del año pasado y los refuerzos que trajo no estuvieron a la altura de lo que es Huracán”, argumentó el joven de 20 años.

“¡Bienvenidos al Único Palacio del fútbol argentino! se ufanó la voz del estadio a 20 minutos del pitazo inicial de Jorge Baliño. El estadio lucía por entonces semivacío, como probable confluencia de varias razones: la malísima campaña, el horario del partido, la fecha del calendario. Ni siquiera los aires nuevos que todo nuevo proceso insufla, en este caso con Diego Martínez a la cabeza, lograron conmover en demasía al pueblo “quemero”, más allá de que el ex entrenador de Tigre fue recibido con un cálido aplauso.

“Ni loco voy esta noche”, dijo José Batocchi a LA GACETA más temprano. Dueño de una parada de diarios y revistas en Caballito, el sexagenario quiosquero que generalmente va a la cancha reconoce haber sido uno de los que insultó a más no poder a Battaglia tras su último partido en el Ducó. “A ese técnico no le corre sangre por sus venas”, criticó.

Batocchi le apuesta alguna ficha a Martínez, pero con cautela. “No tenemos jugadores”, dijo. El joven Ortín se mostró más esperanzado: “esperemos que sea el indicado. Da ilusión por cómo habló en su primera conferencia de prensa pero bueno, sabemos que es un momento delicado y Huracán necesita salir de esta como sea”.

Los que sí llegaron a la intersección de las avenidas Luna y Alcorta a alentar, lo expresaron de inmediato así: “Porque al ‘globo’ lo quiero, lo vengo a alentar, en las buenas y en las malas muchas más…”

En ese contexto, bajo ese clima, Orsi y Gómez tuvieron su estreno en el otro banco.

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