14 Julio 2023
El trastorno se desarrolla, mayormente, durante la infancia
Días atrás, Natalia Oreiro hizo púbico que padece de una extraña afección por la cual algunos sonidos particulares pueden perjudicarla. Se trata de misofonía. A raíz de ello, surgieron muchas preguntas entre sus seguidores y los más curiosos. Sucede que la misofonía no tiene cura y tampoco existe consenso absoluto sobre la forma de diagnosticarla.
"Tengo un tema con el ruido que me hace daño, que se llama misofonía, que es odio al sonido y hay ciertos ruidos que me dañan y eso sí es neurológico", contó Oreiro.
Pero sucede que existen muchos ruidos que, en la percepción común, pueden resultar incómodos y hasta molestos. No por esto quienes los sienten padecen misofonía. El trastorno neurológico produce consecuencias que afectan mucho más de lo normal a quienes tienen esta condición.
Qué es la misofonía
La palabra “misofonía” proviene de una conjugación de dos palabras latinas: “miso”, que significa “odio” y “phonia”, que significa “sonido”. Según los especialistas del Centro del Audífono de España, la misofonía es un trastorno perceptivo en el que ciertos sonidos que no se perciben demasiado fuerte, llegan a producir asociaciones negativas así como molestias y disgustos.
Entre los sonidos que pueden desencadenar el trastorno se encuentran los de la masticación, el choque de los cubierto, el golpeteo de dedos y una infinidad de ruidos más. La afección suele desarrollarse durante la infancia como reacción a sonidos del propio entorno en el que se desenvuelve el niño.
Cómo se diagnostica la misofonía
La mejor forma de identificar la misofonía es mediante las reacciones del individuo a ciertos sonidos. Un médico de cabecera u otro profesional sanitario pueden realizar pruebas y comprobaciones individualizadas, según indica la página sobre audición e hipoacusia, “Hear It”.
Pese a que no existe cura para la misofonía, un especialista puede recomendar distintos tipos de terapias para poder sobrellevarlo y aprender a convivir con la misofonía. Las terapias cognitivo-conductuales, en particular, demostraron dar buenos resultados para el tratamiento de esta afección.
Temas
Natalia Oreiro
Lo más popular
