Una familia tucumana precisa $6.626 diarios para no caer en la pobreza

En junio se requirieron $96.492 sólo para costear los gastos en alimentos. Cómo evolucionaron los precios.

Una familia tucumana precisa  $6.626 diarios para no caer en la pobreza

¿De cuánto dinero debe disponer una familia tipo tucumana para no caer bajo la línea de pobreza? Un matrimonio con dos hijos pequeños necesitó en junio pasado a razón de $ 6.626 diarios para cubrir los gastos en alimentación y en los servicios mínimos que se requieren para sobrevivir cada jornada. Ese cálculo surge del dato de la Canasta Básica Total (CBT) que, el mes pasado, alcanzó los $ 198.773, de acuerdo con los cálculos de la Dirección de Estadística de la Provincia. La variación mensual de esta canasta estuvo medio punto porcentual por encima de la inflación del mes que, en Tucumán, ha sido del 6,5%. Durante el primer semestre del año, el incremento de la CBT ha sido del 49,7%, mientras que en la comparación interanual, el aumento trepó al 115,5% en consonancia con el proceso inflacionario provincial.

En el caso de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), el impacto de los aumentos fue inferior al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Los precios de la canasta alimentaria registraron en junio una variación promedio del 5%, según los cálculos oficiales. De esa manera, una familia tipo requirió de $ 3.216 por día para no caer en la indigencia costeando de ese modo los productos que se requieren para la alimentación. Ese matrimonio con dos hijos pequeños requiere de $ 96.492 al mes para no ser considerado indigente en la provincia. En la comparación interanual, esta canasta subió 121,8%, por encima de la inflación de ese período para la provincia.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) había informado que, en junio, una familia tipo argentina requirió $ 232.427 mensuales para no ser pobre, mientras que se necesitaron $104.227 al mes para superar el límite de la indigencia.

El incremento de los precios de las canastas básicas se profundiza cuando el análisis se efectúa tomando en cuenta la evolución de los valores de lo que la población consume en los barrios. Así, por ejemplo, en el Gran San Miguel de Tucumán, la Canasta Básica Alimentaria costaba $ 93.795,25 para una familia tipo, mientras que la Canasta Básica Total barrial mensual llegaba a $ 209.163,41 mensuales, de acuerdo con la medición efectuada por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci). La variación interanual es de 120,94% para la CBA; y de 119,96% para la CBT, respectivamente.

Por la inflación, cada vez cuesta más llenar el carrito del supermercado. Por la inflación, cada vez cuesta más llenar el carrito del supermercado.

Al hacer un diagnóstico más detallado sobre los componentes de la Canasta Básica Alimentaria, el Isepci observa las siguientes variaciones.

• En junio pasado, una familia tipo gastó $ 44.781,60 mensuales en la compra de artículos de almacén. En este caso el aumento ha sido del 64,7% en el primer semestre, mientras que en la comparación interanual el reajuste fue del 134,7%.

• Más profundo ha sido el incremento en las verdulerías de barrio. Esa familia tuvo que disponer de $ 19.663,52 al mes, con lo que la variación semestral fue del 68,2%, mientras que la interanual trepó al 179,8%, la más alta tomando por rubros y muy por encima del nivel general de inflación en la provincia.

• En cuanto a las carnicerías, los tucumanos que viven en barrios capitalinos gastaron el mes pasado $ 29.350,12, una variación acumulada desde diciembre del 58,28%, mientras que el aumento interanual fue del 79,6%, el más bajo en la serie de estos tres rubros medidos por el Isepci en los barrios metropolitanos.

Lo preocupante del reporte privado es que los mayores aumentos se evidenciaron en artículos de consumo masivo. Por ejemplo, el caso del kilo de azúcar que, en el último año, aumentó un 400%, según el Isepci, como así también el de la lenteja (234%) y el del arroz (229%).

En el caso de las frutas se destacó el salto que pegó el precio de la banana en el último año y en las verduras, la papa fue la producción que más incremento registró: un 275% interanual.

En las carnicerías, el asado registró una variación anual del 75%, en línea con el promedio general, mientras que la carne molida subió un 50% en ese período, de acuerdo con el reporte barrial del Isepci. Los mayores reajustes se evidenciaron en los otros cortes cárnicos. Por ejemplo, el valor del pollo subió cerca de un 76% interanual, mientras que el del pescado se reajustó en torno de un 125%.

Según un informe de la Fundación Mediterránea, la carne bovina es uno de los productos que más está contribuyendo a la baja de la inflación, a diferencia de lo que sucedía a comienzos del año, cuando su aporte iba en la dirección contraria.

En los últimos dos meses, el precio interno de la carne ha crecido por debajo del 2% mensual. Por detrás de este fenómeno se encuentra un fuerte crecimiento de la producción de carne (que acumula un 10% en el primer semestre), que tiene mucho que ver con la sequía, la falta de pasturas, los problemas financieros y la necesidad de muchos productores de desprenderse de animales (importante aumento de la tasa de extracción de hembras) y acortar los plazos de engorde mediante sistemas intensivos. Se suma también una demanda externa firme en volúmenes, pero con mucho menor capacidad de pago que el año pasado, indica el informe al que accedió LA GACETA. De este comportamiento del mercado cárnico depende la evolución de la canasta básica. Si bien hay una desaceleración inflacionaria en los últimos dos meses, los analistas creen que será inevitable el incremento de la pobreza y de la indigencia en el primer semestre de este año.

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