Acompañada de su pequeña hija, Carolina mira las vidrieras de una juguetería en calle 24 de Septiembre, analizando posibilidades de regalos para el próximo domingo, que se celebra el Día del Niño. Claro, el panorama no es sencillo con el contexto económico, agravado por la devaluación aplicada el pasado lunes, tras el resultado de las PASO. “Ya no busco precios, busco financiación”, cuenta a LA GACETA.
¿Por qué esta afirmación? Según pudo averiguar este medio, en muchas jugueterías ya no son una posibilidad los programas de financiación en cuotas, lo cual dificulta aún más las compras para padres, tíos y abuelos. “Son pocos los que tienen en cuotas sin interés”, dijo Carolina, explicando el por qué de su primera frase.
El incremento en los precios tras las PASO también se nota, afirma. “Vengo buscando hace una semana, y han habido subas. Uno de mis hijos me pidió un Funko Pop, que están carísimos. Ella (señala a su pequeña hija) quiere todo, así que la saqué a que vea las vidrieras”, relata, al tiempo que sostiene que el movimiento, comparado con la víspera del Día de la Niñez en años anteriores, es bastante menor. “Hay mucha menos gente, antes dos, tres días antes solía estar lleno”, subraya.
Lo expresado por Carolina no es algo aislado, claro. Son muchos los clientes que se asombran con los precios de los juguetes, y que deben encontrar la manera de afrontar el gasto.
“La diferencia entre la semana pasada y esta es mucha”, señala Natalia, que lleva una bicicleta para su hija, además de otros juguetes más chicos. “Algunas bicicleterías casi no tienen productos”, revela Natalia, exponiendo otra de las complicaciones post PASO: la provisión de mercadería. Claro, con los aumentos, muchos proveedores decidieron no entregar productos a los locales, ante la incertidumbre de cara al futuro; principalmente, con los productos importados.
“Hay mucho menos movimiento de gente que en años anteriores”, apuntala Facundo, que, acompañado de su mujer, trata de buscar la opción más económica. “Los precios también limitan lo que se puede buscar”, asegura, ante la consulta de qué juguetes busca para su bebé y para sus sobrinos.
Elizabeth, mientras buscaba juguetes para sus nietos, notó también la disminución en el movimiento de gente en torno a las jugueterías, comparado con años anteriores, y también coincidió en que los precios subieron en estos últimos días. Sin embargo, confiesa que esperaba una suba mayor. “Aumentaron pero no tanto, pensaba que iban a estar más caros los juguetes”, cuenta a LA GACETA.
Pura incertidumbre
El contexto no lo sienten sólo los clientes, claro; también se nota en los locales.
“En otros años teníamos el local lleno, hacíamos hora corrido. Ahora estamos haciendo horario cortado, hay poco movimiento”, reconoció Mirta, encargada del local “Ta Te Ti”. Señaló que, tras la devaluación del lunes pasado, los precios subieron “un 20% en todo lo que es importado”, algo que afecta fuertemente al local, donde “el 80% del local son productos importados”.
Eso, claro, genera problemas con la provisión de ese tipo de productos. “Lo que hay es lo que tenemos. El que tiene mercadería no quiere vender, y el problema es que todo lo importado te lo multiplican al dólar blue. Tenemos paralizadas las compras”, comenta Mirta.
Algo similar indicó a LA GACETA Franco, encargado de un local de “Su Niño”. “Hemos tenido problemas con las importaciones, los proveedores no querían vender, prefieren tener la mercadería guardada. Hubo muchas trabas, hay productos que no han llegado”, manifestó.
Al igual que Mirta, Franco reconoce que la gente está yendo menos a las jugueterías este año. “Hay menos movimiento por los aumentos de precios. Han aumentado un 15%, la gente se dio cuenta cuando vino a comprar”, aseguró.
Sabrina, vendedora de un local de “Kalabacha”, también admitió un menor movimiento que en años anteriores, y un impacto directo por las últimas novedades económicas. “La gente entra pensando en un precio, y se da cuenta que es mucho”, cuenta. Esto hace que, en casos como las muñecas Barbie, terminen eligiendo las opciones alternativas, es decir, no las originales, por la gran diferencia de precio.
“Ayer nos hicieron cambiar los planes de tarjeta, y por eso mucha gente se fue, pero después volvió, pero estaban igual en casi todos lados”, relató Sabrina. Y también remarcó la complicación de obtener mercadería importada.
Tanto Héctor Sosa, encargado de un local de Guindi, como Salvador, vendedor de Judy Luly´s, remarcaron, contrariamente a lo que sucedió en buena parte de las jugueterías, que allí no se aplicaron aumentos de precios.
Sin embargo, ambos admitieron que los clientes buscan cómo aliviar el bolsillo. “Es más difícil comprar un regalo, en otros años quizás ya estarían haciendo cola para pasar. Optamos por tener la opción B del producto sin bajar la calidad”, afirmó Sosa. Salvador, por otra parte, dijo que, en el caso de las Barbies,, “el precio lleva a los padres a elegir muñecas similares”. (Producción periodística: Joel Katz)