“No estamos ante una aceleración del tiempo, sino ante la atomización y dispersión temporal. Cada instante es igual al otro y no existen ni un ritmo ni un rumbo que den sentido a la vida…”, expresa el filósofo norcoreano Byung-Chul Han.
En ese concepto basa Jenny Benavente Elías su obra “El perfume del tiempo”, al frente de Mudra Danza Jazz. Hoy a las 20, con más de 30 artistas, la obra subirá a escena en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez).
“En ‘El perfume...’ relaciono la cotidianeidad, el arte, la danza específicamente como lenguaje artístico, que se convierte en tamizador de emociones, del espacio-tiempo, que se modifica una vez que los danzantes se ponen en movimiento. Entonces todo pasa a segundo plano y por un instante entran en un espacio sanador, sutil, alejado de todo lo que es preocupante”, explica la coreógrafa.
“‘El perfume...’ muestra una sociedad contrastante; nadie es igual que el otro, pero todos hacemos lo mismo. Vamos sistemáticamente por los mismos caminos, anulando los deseos propios. Es un mundo extrañamente contrario a la esencia del ser humano, sumido en una feroz competencia, indiferencia, esclavo del tener, del aparentar,y del no envejecer. Con nuestra danza exaltamos el arte como quimera. Trabajamos como disparador un poema de la escritora tucumana Nelly Benavente, extraído de ‘Raíz del grito y ocho poemas de amor’”, agrega.
Mudra Jazz Dance es un grupo formado en 1986. Desde aquella época fueron pasando integrantes y participando en distintas puestas en escena, planteos coreográficos, teatro musical y en eventos diversos. “Actualmente es heterogéneo: cuenta con integrantes de entre 25 y 65 años, lo cual lo enriquece en experiencias y es muy motivador a la hora de poner en escena una obra. Me acompañan el profesor de teatro Marcelo Cáceres y también Patricio Jerez, excelente bailarín que colaboró en toda la puesta. Agradezco a todo el grupo, a los más jóvenes y a aquellos que superaron sus propios límites y se siguen animando a danzar”, concluye Benavente Elías.