Una lluvia de piedras recibió a los policías de la Dirección General de Drogas Peligrosas cuando llegaron al barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) para realizar un allanamiento. La furia de los vecinos no pudo evitar que uno de los mencionados en la causa conocida como “narcosiprosa” fuera detenido junto a dos mujeres por comercialización de drogas.
Miguel “Liro” Andrade fue investigado por la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal a partir del año 2014. Los pesquisas señalaron que él era uno de los miembros de una organización que se habría dedicado al tráfico de cocaína y marihuana a gran escala para luego distribuirlas para su comercialización. Sospechaban además que podrían haber utilizado los depósitos del Departamento Móvil del Siprosa como lugar para ocultar las sustancias.
En diciembre de 2016, el fiscal federal Carlos Brito solicitó que se realizara el operativo más importante en la historia de la provincia para desarticular la organización. Eran en total 50 allanamientos en diferentes puntos del Gran San Miguel de Tucumán. Sin embargo, el juez federal Daniel Bejas rechazó el pedido porque consideró que no existían las pruebas suficientes para realizarlos. Ordenó que se profundizara la pesquisa, pero no hubo más avances, ya que el personal que realizó la tarea fue trasladado de destino o pasado a retiro.
En una investigación periodística difundida en “Panorama Tucumano”, el programa de LG Play, se reveló que “Liro” Andrade, Walter “Hombre Lobo” Cardozo y Rubén “Leke” Cardozo, todos mencionados en la causa de droga, eran empleados del Siprosa y que habían ingresado de manera irregular al organismo. Se confirmó que lo hicieron presentando certificados de conducta falsa cuando el titular del organismo era conducido por Oscar “Tonga” Heredia. Con el correr de los meses fueron cesanteados.
En medio de la investigación, quedó al descubierto que los tres sospechosos tenían vínculos políticos. Fueron parte de la estructura política del gremio de Atsa y apoyaban a René Ramírez y a José Luis Coronel.
La caída
Personal de la Digedrop, al mando de los comisarios Ariel Santillán Jorge Mastafa y Jorge Nacusse iniciaron la pesquisa por la denuncia de un vecino. Explicó que en un domicilio de ese barrio había un hombre que vendía drogas y que además le proveía la sustancia a una vecina para que hiciera lo mismo. El fiscal José Sanjuán avaló la pesquisa y, cuando sumó las pruebas suficientes, consiguió que el juez Guillermo Taylor autorizara los allanamientos.
“Liro” fue detenido junto a tres mujeres. Es su segunda detención por venta de estupefacientes. En su planilla de antecedentes figura que fue arrestado en un operativo que se realizó en 2005, pero no se consigna cuál fue el final de ese proceso.
Este es el segundo mencionado en la causa “narcosiprosa” que es detenido por drogas en menos de un año. El primero fue “Hombre Lobo” Cardozo. Fue acusado de comercializar sustancias en el mismo barrio. Fue procesado y la Justicia le dictó la prisión preventiva, pero está cumpliendo con la modalidad de arresto domiciliario por problemas de salud.
“El gobernador (Osvaldo) Jaldo fue claro al dar las instrucciones. Caiga quien caiga vamos a ir contra los que venden muerte. En este caso fue ‘Liro’ que estuvo vinculado a una conocida causa”, señaló el jefe de Policía Joaquín Girveau. “En este caso en particular, personal de la Digedrop llegó a probar que en su vivienda comercializaban droga. Fue un trabajo complicado porque fue en un pasaje de una cuadra y es difícil sumar pruebas”, añadió.
El titular de la fuerza confirmó además que los vecinos intentaron evitar que se realizara el allanamiento. “Es normal que eso pase, pero hubo una reacción inmediata del personal policial que rápidamente puso en orden y concretó la medida”, destacó.
“La ley de Narcomenudeo es una herramienta muy importante para nuestro trabajo. Pero ahora apuntaremos a las personas que manejan redes o varios puestos de ventas, como es este caso”, finalizó Girveau.