Tucumán atesora lugares paradisíacos, ricos en historia pero, inexplicablemente, poco explotados por el turismo y casi desconocidos hasta para los propios comprovincianos. Es el caso de Villa Batiruana, un paraje montañoso, salpicado de ojos de agua cristalina, donde los bañistas pueden refrescarse rodeados de la espesa vegetación de la yunga.

El sitio se encuentra al sur de la provincia, dentro del departamento de La Cocha, a escasos 25 km de la ciudad de Juan B. Alberdi y muy cerca del dique Escaba.

Villa Batiruana es un puñado de casas pequeñas en medio del inmenso pulmón verde de la yunga, con un origen poco común. Su historia nace con la construcción del dique Escaba para la generación de energía hidroeléctrica y regulación de las crecidas del río Marapa. Los trabajos comenzaron entre 1937 y 1948, a cargo de la empresa Sollazzo Hnos S.A. Los obreros encargados de la obra hicieron sus viviendas en ese lugar.

UN PARAÍSO. Agua, vegetación frondosa, aire puro, todo para disfrutar.

La villa llegó a albergar a 33 familias de trabajadores durante más de seis años. Contaba también con una escuela, enfermería, una capilla, una sala de cine, canchas de fútbol y de básquet y un taller industrial. Cuando la obra terminó, los obreros se marcharon y la villa quedó casi vacía.

Muchos años después, gracias a la comuna de Yánima y a la Municipalidad de Alberdi, con el apoyo del Ente Tucumán Turismo y de un grupo de emprendedores, el lugar renació. No obstante, todavía hace falta que el Estado brinde ayuda a la zona para que pueda convertirse en un destino turístico cultural competitivo.

ACTIVIDADES. Las caminatas entre las yungas son una alternativa ideal.

Además del imponente paisaje, Villa Batiruana cuenta con alojamiento, balneario, servicios de gastronomía y venta de artesanías, a lo que se suman propuestas culturales que reflejan la historia del lugar.

A toda esta iniciativa turística, se agrega el interés científico, dado por la presencia de la Estación Biológica Batiruana, conformada por biólogos del Conicet y de la Fundación Miguel Lillo.

Allí los científicos realizan estudios de flora y fauna, dictan cursos y reciben visitas de estudiantes.

Cómo llegar

Hay que tomar la ruta nacional 38 hacia el sur, con destino a Juan Bautista Alberdi, y empalmar con la ruta provincial 308 en dirección a Sierras del Aconquija. Tras unos 16 kilómetros de recorrido se llega a Batiruana.

PASEOS. El encanto de andar en bicicleta es mayor entre estas montañas.

Dónde alojarse:

- Hostal Lluq’ana: está emplazado en donde era la escuela del lugar. Tiene capacidad para 60 personas. Contacto: 3865-668984

- Hospedaje familiar Alpa Misky para 30 personas. Contacto: 3865-445042.

Dónde comer:

- Bar cultural y casa de té “Las Yungas”.

- Parrillada.

Actividades para realizar:

-Caminatas entre las yungas en el sendero “bosque energético”

- Visita a las cascadas del río Marapa, donde hay bajadas para bañarse.

- Recorrido por el Segundo Remanso a un kilómetro de la hidroeléctrica.

- Balneario

Accesibilidad

Unas de las razones por las que Batiruana, Escaba y muchos otros “paraísos” de Tucumán no pueden ser explotados turísticamente es por su escasa accesibilidad. De los 25 kilómetros de la ruta 308 que une Escaba con Alberdi, apenas 13,5 kilómetros poseen carpeta asfáltica, el resto es de puro ripio hasta Escaba de Abajo. El problema es que este tramo pavimentado se encuentra con fisuras o baches y no existe ninguna clase de señalización horizontal ni vertical que ayude al visitante.

No solo hace falta bacheo, sino también calzada asfáltica, ensanche y consolidación de la calzada no pavimentada en la zona de montaña, como también que se coloquen gaviones para estabilizar el suelo y señalización vertical como lo establece la Ley Nacional de Tránsito.

Patrimonio cultural: presentan un proyecto de ley

La legisladora Silvia Elías de Pérez, junto a sus pares José Seleme y Manuel Courel, presentó un proyecto de ley para incluir a Villa Batiruana en la Ley de Protección del Patrimonio Cultural de la Provincia. De esa manera, tal como dice la iniciativa, el Ente Cultural de Tucumán se encargaría de poner en valor, preservar y promocionar el lugar, de increíble belleza, y, a la vez, invitar a los emprendedores de la zona a desarrollar sus actividades. Los legisladores también pidieron que se hagan las obras necesarias para mejorar el estado de la ruta y la señalización.