Esto recién empieza. Tres palabras que sintetizan el pensamiento del plantel de San Martín tras el duro golpe que supuso la caída en rodeo ajeno ante San Miguel, tras una prestación flojísima en la primera etapa e inocua en la segunda.
“El técnico nos dijo que confía en nosotros, que hay que levantar la cabeza y seguir. Que tenemos muy buenos jugadores, que no hay que quedarse y que esto recién arranca, y hay que meterle para delante”, reveló el arquero Darío Sand cuáles fueron las primeras palabras de Diego Flores antes de abandonar el vestuario del estadio Malvinas Argentinas.
Con el antecedente adicional de la derrota en casa frente a Ferro, el "santo" se asemeja a un ciclista que necesita levantarse rápido para que sus recientes episodios de pérdida de equilibrio en medio del pelotón dejen la menor consecuencia posible a futuro.
La próxima “etapa” de la anhelada “vuelta a Primera” representa un gran desafío para San Martín, que ante Quilmes en La Ciudadela, el lunes, deberá recuperar confiabilidad de cara a la larga carrera que todavía tiene por delante.
Antes de desandar el camino de regreso a Tucumán, los jugadores no le esquivaron el bulto a los errores que les costaron tres puntos ante un rival práctico y voluntarioso, y también de recursos más bien modestos.
“Nos costó mucho el primer tiempo, no encontramos ni el juego, ni la presión, ni la manera de sentirnos cómodos”, reconoció Gonzalo Bettini.
“Sí, jugamos bastante mal la primera etapa y obligamos al técnico a hacer cambios”, apuntó Junior Arias en relación a las dos modificaciones introducidas por Flores antes del entretiempo.
“Está claro, no entramos a jugar el partido que veníamos a jugar”, unió su voz a la de sus compañeros Iván Zafarana.
Pese a la voracidad de los mosquitos ensañados con todo ser viviente en la región de Buenos Aires y a la frustración de una caída que no estaba en los planes de “carrera”, los jugadores dieron la cara y asumieron los errores. Pero también apuntaron a que los obstáculos aparecidos en la ruta pueden y deben dejar enseñanzas.
“Tenemos que ajustar más rápido y no entrar en la duda que el otro equipo te genera, y aprender a fortalecernos desde los aspectos positivos que tenemos, porque somos un equipo duro, intenso, que intenta… Estamos en esa búsqueda. En el segundo tiempo ajustamos algunas cosas y casi llegamos al empate”, señaló Bettini.
“Cada partido es otra historia. No es que antes encontráramos el funcionamiento y ahora no lo tenemos. Cada partido es muy diferente”, afirmó el lateral derecho, antes de completar: “Nuestro objetivo es ascender, por eso nos reprochamos el tipo de primer tiempo que hicimos. Somos autocríticos, pero no podemos dramatizar todo porque van cuatro fechas nomás y quedan un montón. Ni una cosa ni la otra”.
Por su parte, Arias apuntó: “¿Qué podemos rescatar? Siempre se hacen cosas buenas. En el segundo tiempo tuvimos al rival casi todo el tiempo contra su arco, jugando mal y todo obligamos a su técnico a poner muchos defensores, con nosotros yendo a buscarlo como manda San Martín”.
El delantero uruguayo, que prácticamente no dispuso de chances el lunes, insistió con ver el “vaso medio lleno”.
“Son partidos, son rachas, van dos partidos perdidos por dos errores que nos costaron caro. Es importante que todos nos demos cuenta que esos errores los tenemos que corregir”.
“No es bueno que pasen, pero es mejor que los errores pasen ahora que más adelante. Estamos a tiempo de corregirlos, es un torneo larguísimo”, añadió Arias.
“Hay que hacerse fuerte y el lunes volver a la victoria con nuestra gente”, deseó Arias, al tiempo que Bettini, también con Quilmes en la mira, clarificó el objetivo inmediato de San Martín: “Ganar y volver a reposicionarnos”.
Se sabe, caerse es parte del “juego” en el ciclismo. La cuestión pasa por sanar adecuadamente los eventuales raspones y volver rápido al camino. Y como decía un cartel en una gomería cercana al estadio de San Miguel: “Si me vuelvo a equivocar, que al menos sea un error nuevo”.