La caída de árboles volvió a causar trastornos y daños materiales a causa de la lluvia que castigó la ciudad en la madrugada de ayer. Se contabilizó tres árboles de gran porte que se desplomaron, uno de los cuales además rompió un poste de alumbrado. “Por suerte los daños solo fueron materiales, no hubo anegados ni heridos; lo único que ocurrió fue la caída de un árbol encima de dos autos sin pasajeros”, dijo el director de Defensa Civil.
En el programa Buen Día de LG Play, el dueño de uno de los autos dañados, dijo que tuvo suerte: “el árbol apenas rayó la pintura y lo abolló un poco, pero el auto funciona. Me volvió el alma al cuerpo. Son árboles muy viejos y la Municipalidad se debería encargar del problema para que esto deje de ocurrir”. En este sentido, se recuerda que hace pocas semanas, durante una tormenta con fuertes vientos, un funcionario municipal estimó que se habían derrumbado unos 100 ejemplares, además de que hubo intensa caída de ramas. No hace mucho hubo episodios dramáticos en la capital, con la tragedia de un estudiante a quien le cayó encima una pesada rama, y con el accidente del parque Avellaneda, cuando un ejemplar se desplomó sobre chicos que jugaban, a raíz de lo cual resultó herida una niña.
El director de Espacios Verdes dijo que se está llevando a cabo un proyecto en conjunto con la Dirección de Arbolado. “Trabajamos en un relevamiento para reconocer cuáles son los árboles que necesitan tratamiento, ya sea que necesiten ser erradicados o que deban recibir una poda más profunda. Además, hay un programa de plantación de ejemplares que se hará para fines de abril”, indicó el funcionario. Esto fue anticipado por la Intendenta en su discurso de la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, cuando aseveró que se realizan “los estudios y análisis necesarios para incorporar áreas verdes y zonas de sombra en la ciudad. Vamos a volver a tener el inventario del arbolado de San Miguel de Tucumán. Vamos a plantar 3.000 árboles en nuestro primer año de gestión”. Según el titular de Arbolado, “la idea de la primera etapa es plantar 1.000 árboles antes de abril y terminar el año con más de 3.000 árboles sembrados”.
El relevamiento del arbolado urbano es importante pero siempre ha quedado incompleto. En Yerba Buena se hizo: hay unos 32.400 árboles en esa ciudad, que también recuerda una tragedia a causa de la caída de un eucalipto, hace una década, y un accidente reciente cerca del Cristo, donde un árbol dañó dos autos que circulaban por la avenida Aconquija. En la Capital ya se hicieron estos relevamientos pero hace falta un registro actualizado, así como un conocimiento preciso de los ejemplares en riesgo, ya sea por la edad -hay muchos de más de 70 años- y por los daños sufridos por plagas y por las constantes roturas que les generan las empresas de servicios al excavar cerca de sus raíces, así como por podas hechas con disímiles criterios.
En una carta en enero pasado, un lector recordó que en 2019 se llevó a cabo el Foro de Arbolado Urbano de la provincia, donde se dieron a conocer varias conclusiones, la más importante de las cuales, a su juicio, era que el arbolado debe ser una política de Estado. La intendenta así lo ha expresado en un documento previo a su asunción, al señalar que “se busca reforestar todos los parques, plazas y veredas con especies nativas con el fin de mitigar las olas de calor, los gases de efecto invernadero, la calidad del aire y una mejora de calidad de vida para la población”. Para que en el futuro no haya que temer, como el secretario de Servicios Públicos, que “si la lluvia no cesa, los árboles seguirán cayendo porque afloja el sustrato y llena la copa de los árboles”.