¿Qué le pasa al dólar libre? La cotización informal cayó por cuarta rueda consecutiva y se ubica en los $ 1.000 para la venta, en un mercado que, según los analistas, está seco. El mismo recorrido tuvo el MEP, que cerró en $ 995,36. El único que aún se mantiene por encima de ese nivel, en $ 1.055, fue el Contado con Liquidación (CCL), empujado por una oferta de dólar “blend” (un mix por el 80% del valor del dólar oficial y un 20% por el Contado con Liquidación) cada vez más voluminosa con la cercanía de la venta de la cosecha.
Mientras los operadores monitorean una excesiva oferta de divisas, principalmente a través de los exportadores por el CCL, anticipan que esa dinámica se extendería a corto plazo ante la llegada de las estacionales mayores liquidaciones desde el campo, indica el economista Gustavo Ber. “Frente a una economía que se sigue desmonetizando, los dólares financieros continuarían su etapa de relativa calma, con una reducida brecha, aunque potenciando las preocupaciones respecto a ir incubando un atraso cambiario a futuro al combinarse con un crawling-peg, que sigue anclado en el 2%, y corre aún muy por detrás de la inflación”, completa el analista en su diagnóstico diario de mercado.
La economía argentina atraviesa un proceso de reacomodamiento de variables macroeconómicas teniendo impulsados por la licuadora y la motosierra. En un contexto fuertemente recesivo, donde la inflación si bien continúa desacelerando, está en niveles mensuales muy altos. Con recesión y una fuerte licuación del poder de compra del peso, empresas y personas desde hace unos meses empezaron a desahorrar. Venden dólares para hacerse de pesos para pagar cuentas, advierte el economista Eduardo Robinson.
La liberación de precios con el propósito de reacomodar precios relativos, llevó a que haya valores que no dejan de subir, servicios de telefonía y cable, medicinas prepagas, combustibles, indumentaria, transporte, materiales de construcción, entre otros. “Con niveles inflacionarios altos y un freno en la actividad económica considerable, el dólar desde comienzos del mes de febrero empezó a mostrar una clara tendencia a la baja”, recuerda el consultor. A este cuadro que caracterizó el primer trimestre del año se le agregan para el segundo trimestre el inicio de la cosecha de soja que tiene buenas perspectivas este año en relación con el año pasado. El Banco Central viene en un proceso de recomposición de reservas y todo indica que habrá un fortalecimiento de esas reservas producto de dólares provenientes de la soja. Además, el gobierno lleva adelante conversaciones con el FMI y fondos de inversión para contar con alrededor de U$S 15.000 millones para levantar el cepo cambiario. “Esto es, avanzar con la unificación del mercado de cambios lo que implica un desvanecimiento del mercado del dólar blue”, completa Robinson.
La pregunta es, ¿podrá seguir bajando el dólar? Con el cuadro descripto, todo indicaría que es probable que se acerque aún más a la cotización del dólar oficial desapareciendo la brecha cambiaria, señala el economista. “El problema es que esta apreciación del tipo de cambio le resta competitividad a la economía. Esto es, con elevada inflación, que por ahora sólo se está tratando de bajar con un fuerte apretón monetario y con recesión, el relativo fortalecimiento del peso alentará las importaciones, que por ahora siguen restringidas y desalentará las exportaciones”, detalla. De esta manera, el gobierno se encuentra con la premura de levantar las restricciones cambiarias, es decir el cepo, liberar las importaciones y avanzar con un esquema de libre movilidad del dólar, pero con una economía en recesión. Un peso apreciado, además de no estimular las exportaciones, quita incentivos a la inversión porque se encarece en dólares.
¿Qué hacer en este contexto con los excedentes en pesos? Según Robinson, todas las miradas vuelven a los exiguos valores de las tasas de interés en pesos y a los Fondos Comunes de Inversión que han tenido buenos rendimientos por el optimismo que atraviesan los bonos de la deuda argentina. “Los desafíos siguen, que baje el dólar no siempre es el inicio de la solución de los problemas, Falta saber cómo seguirá el marco político y las expectativas una vez que pase el aluvión de dólares sojeros”, finaliza.