Oficialmente no se informó cómo hicieron los gendarmes para detener un móvil policial trasladando más de 420 kilos de cocaína. Las primeras versiones hablaban de una investigación que se venía desarrollando. Luego surgió otra que daba cuenta de que el hallazgo fue fortuito. Pero en las últimas horas surgió otra más llamativa: podrían haber sido los mismos compañeros de los detenidos los que avisaron a los efectivos de la fuerza federal de la existencia del cargamento de droga.

El escándalo se desató el miércoles por la mañana. Cerca de las 7, en la ruta 34, cerca de Salvador Mazza, personal de Gendarmería Nacional detuvo a un móvil de la fuerza en el que se trasladaban tres efectivos. Uno de ellos descendió de la camioneta y salió corriendo al monte. Efectuó varios disparos para cubrir su huida, por lo que se produjo un enfrentamiento que no generó heridos. Sus compañeros fueron rápidamente reducidos. Al requisar la camioneta, descubrieron que transportaban 420 kilos de cocaína, por lo que quedaron detenidos.

Según los investigadores, los sospechosos habrían cargado la droga en esa ciudad y se dirigían hacia Orán, localidad que se transformó en un centro de acopio de cocaína que luego es distribuida a lo largo y ancho del país.

Sospechas

La detención de los tres efectivos de la fuerza se produjo a menos de un mes de una polémica visita que realizó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a esa zona junto al gobernador Gustavo Sáenz. Si bien es cierto que no trascendieron muchos detalles sobre su visita, la funcionaria le había advertido su preocupación por la falta de eficacia en los decomisos de droga por parte de la fuerza provincial. A los días, el mandatario salteño desplazó a la cúpula policial.

En esa visita, la ministra Bullrich no recorrió Aguas Blancas, señalada como una puerta de ingreso de droga. “Éticamente no era lo correcto”, había explicado la funcionaria. Ocurre que el intendente de esa localidad Carlos “Conejo” Martínez fue mencionado en la causa en la que se investiga la muerte de su hermano César “Oreja” Martínez, señalado como líder de una organización que se encargaba de trasladar drogas de Bolivia a Orán.

El tiempo pareciera darle la razón a la funcionaria. Los policías detenidos por trasladar la sustancia, prestaban servicios en la división Grupo de Intervención Conjunta (GIC) creado en la localidad de Salvador Mazza precisamente para investigar los delitos complejos como el narcotráfico, propios de la frontera caliente. Algunas versiones dan cuenta de que los sospechosos eran hombres de confianza del ex jefe de esa unidad que había pasado a retiro cuando el gobernador Sáenz desplazó a la cúpula policial.

Los investigadores dudan sobre el motivo de la “entregada” de los uniformados. Algunos sostienen que fue para continuar con la “limpieza” en esa división, otros apuntan que se trató para limpiar su imagen ante la presión de sus superiores, pero tampoco descartan que haya sido para quedarse con el negocio.

Antecedentes

En lo que va del año, este es el tercer decomiso que concretó Gendarmería de droga que era trasladada en un vehículo que tenía algún tipo de vínculo con el Estado salteño.

El primero de ellos, se registró en marzo pasado, cuando dos jóvenes fueron sorprendidos transportando 314 kilos de cocaína en una camioneta de los Bomberos Voluntarios de Aguas Blancas. El jefe de esos servidores públicos, padre de uno de los arrestados en el procedimiento que se desarrolló en la ruta que une esa localidad con Orán, también terminó siendo detenido.

El otro polémico procedimiento se concretó en Santiago del Estero. Gendarmes apostados en Monte Quemado detuvieron a una ambulancia que transitaba por la ruta 16. Al requisarla, descubrieron que debajo de la camilla en la que se trasladaba a una mujer, había 114 kilos de cocaína. Si bien es cierto que el móvil era de una empresa privada, los traficantes habrían contado con certificados médicos oficiales obtenidos en Orán.

Los casi 850 kilos de cocaína secuestrados en los tres procedimientos tenían un denominador común. Todos los panes tenía el sello de un delfín y estaban envueltos en un papel color ocre. Para algunos especialistas en la materia, ese es el logo de la droga que comercializa Delfín Castedo, conocido como “El Patrón del Norte” y que está detenido en una cárcel federal de Buenos Aires purgando una pena de 16 años por tráfico de drogas.

Silencio

Las autoridades salteñas no realizaron por el momento declaraciones sobre el caso. Sí informaron que los dos detenidos fueron separados de la fuerza hasta tanto se defina su situación procesal. La investigación recién comienza y ayer se realizaron numerosos allanamientos para descartar que otros efectivos estén involucrados.

El intendente de esa localidad Gustavo Subelza realizó declaraciones sobre el caso. “Es algo que no compete al municipio, pero sí a nuestra sociedad. Los encargados de responder a esto serán los de Seguridad y su Ministerio”, expresó en una nota publicada por el diario “El Tribuno”.

El funcionario también aseguró que “hay abiertos 150 pasos ilegales que traen inseguridad al pueblo de Salvador Mazza, tenemos un estado nacional totalmente ausente y las Fuerzas Federales hacen lo que pueden con lo que tienen”.

Subelza también cuestionó que Bullrich no haya visitado esa ciudad. “Nuestra frontera es más peligrosa, porque tenemos frontera seca, pero parece que la foto más linda es en Orán, pero nosotros necesitamos que vengan acá también y equipen a las fuerzas federales con más personal”, finalizó.