Triunfazo en el Nuevo Gasómetro. La última bala le quedó a Renzo Tesuri y dio en el blanco para que Atlético sintiera al menos provisionalmente el gustito de subirse al primer escalón de la tabla y profundizara la crisis de San Lorenzo.
En el complemento, Facundo Sava y los suyos apostaron a la contra y mejor no les pudo salir.
En tiempo de descuento, el error del arquero Facundo Altamariano regalando un córner en la última del partido, la marca ineficiente del nervioso equipo anfitrión, la asistencia exquisita de cabeza de Marcelo Estigarribia para que el Tesuri devenido en goleador no fallara, su tercera fue la vencida para que el “decano” sumara su cuarto triunfo en fila.
Sellado el 1-0 final, el festejo del conjunto tucumano contrastó con un silencio incrédulo que dio paso a insultos y silbidos a granel por parte de la hincha del “ciclón”, que pone en jaque a la dirección técnica de Leandro Rogmanoli y sobre el tapete a la presidencia de Marcelo Moretti.
Hasta ese momento, un mediocre San Lorenzo había sido levemente superior a un “decano” bastante anémico de fútbol, que, así y todo, de contra, había contado con al menos cinco ocasiones muy claras para romper el cero y llevarse el premio mayor del estadio Pedro Bidegain.
Atlético comenzó a dar signos de un nuevo “mal de ausencia”: sin Joaquín Pereyra y con un “Pulga” Rodríguez –jugó solo la etapa inicial- poco participativo, el equipo de Sava no tuvo volumen de juego. Pero lo que le faltó en ese sentido, lo tuvo en otro aspecto de juego: fue punzante de contra, sobre todo en el complemento.
Durante los primeros tres minutos se jugó por completo en campo de San Lorenzo. La presión alta de la visita fue todo un mensaje: la visita quería la victoria. Con el mismo elenco estelar con el que había abrochado tres victorias al hilo, con una única e importante excepción: listo para emigrar “Joaco”, su lugar fue ocupado por un Justo Giani intrascendente.
Claro que el envión se fue diluyendo a medida que el doble cinco del anfitrión lograba afirmarse. En particular, Atlético comenzó a sufrir en el sector izquierdo defensivo, bajo los embates del tándem Matías Real-Alexis Cuello. Hubo un par de salvadas in extremis, de Tomás Durso y de alguno de sus compañeros. En tanto, la amenaza que suponía la batería aérea del anfitrión no pasó de ello.
¿Y la visita? La falta Pereyra se hizo sentir. Le costó hacerse de la pelota y sobre todo hacerla circular. Aun así, Tesuri tuvo dos ocasiones claras para marcar en esos primeros 45 minutos, gentileza de errores o desatenciones de su oponente. Elías Baéz estuvo atento y providencial, salvando ambas chances.
Por si quedaban dudas de que la performance del equipo en ofensiva no conformaba a Sava, el entrenador movió el tablero por partida doble en el entretiempo: no extrañó la salida de Giani, sí la de Luis Miguel Rodríguez, sobre todo porque del botín de la “Pulga” siempre puede esperarse algo diferente (y Mateo Bajamich no había hecho demasiado como para permanecer en cancha).
Eso sí, los ingresos fueron a priori indiscutibles: saltaron a la cancha Estigarribia y Mateo Coronel, con la idea de ganar el partido. Pero a Atlético le siguió faltando fútbol. Por ello, más pronto que tarde Sava rompió el doble cinco y apostó por un Nicolás Castro, a la postre nuevamente intrascendente.
Un remate que se desvió en Romero y dio en el travesaño, y a continuación una deficitaria definición de Reali dentro del área chica podría haber volcado la chapa del marcador a favor del local. Pero el equipo de “Pipi”, mejorado un poquito con los ingresos de Andrés Vombergar y del exTalleres Nahuel Bustos, está claramente desangelado.
Es cierto que a la altura de los descuentos el cero parecía clavado. Pero también lo es que el “deca” había dado muestras de no resignar su ambición de llevarse los tres puntos.
El 1-0 pudo llegar antes, en caso de que Coronel le reventara el arco a Altamirano en lugar de intentar definir con sutileza una pelota que le cayó por sorpresa. Además, el ex Argentinos casi mete un golazo cerca del final, lo evitó el arquero.
Poco después se precipitó el desenlace. Y Atlético volvió a festejar en el Bajo Flores como en el 2018, en ese 2-0 con goles en contra de Nicolás Navarro tras un penal del “Pulga” y otro de José San Ramón.
Para desesperación del pueblo “cuervo” e ilusión inmensa del mundo “decano”.