Se conoció este jueves un informe de la Secretaría de Trabajo que muestra la pérdida de empleos registrados y grafica la realidad salarial.

El estudio remarcó que aquella tendencia de recuperación del poder adquisitivo de los salarios del sector privado, que acumulaba cuatro meses en alza, se vio interrumpida en agosto. Eso se dio incluso en un contexto de desaceleración del ritmo de precios. Ese mes el IPC había sido de 4,2%.

“En agosto de 2024, tanto los salarios efectivos del empleo asalariado registrado privado como las remuneraciones acordadas en los convenios colectivos de trabajo interrumpen la dinámica verificada en los cuatro meses anteriores, cuando se registraron incrementos salariales superiores a la inflación”, indicaron desde la cartera que encabeza Julio Cordero.

También consideraron que “la variación puntual no implica necesariamente el quiebre del proceso de recuperación del poder adquisitivo de los salarios, sino que refleja la tensión aún persistente entre los aumentos salariales definidos en la negociación colectiva y el aumento del nivel general de los precios de los bienes y servicios”, consignó Infobae.

El informe detectó que el poder adquisitivo del salario promedio del empleo asalariado registrado privado se contrajo 1,3% con respecto al mes anterior. La secuencia hasta hace poco tiempo atrás indicaba que el poder de compra perdido por la devaluación de diciembre, para el caso de esos ingresos del sector privado, según Trabajo, casi se había recompuesto en su totalidad.

“La capacidad de compra del salario medio se incrementó 12,6% en los primeros ocho meses del presente año, y consiguió así compensar prácticamente el deterioro del poder adquisitivo provocado luego de la devaluación de la moneda nacional en diciembre de 2023. En efecto, el salario medio real de agosto de 2024 se encuentra solo 0,3% por debajo de noviembre de 2023 (cuando en diciembre llegó a estar 11,4% por debajo de noviembre)”, detalló. Además, consideró que la comparación con las últimas devaluaciones muestra que en este caso la recuperación del poder de compra perdido se dio más rápido que en esos antecedentes.

Un asterisco que planteó la cartera laboral es que hay un perfil “heterogéneo” en la recuperación del salario. En un análisis desagregado por convenio colectivo –el informe toma en consideración 27–, la secretaría observó que “en 13 convenios el salario real se incrementó en promedio 6%; mientras que en los restantes 14 convenios el salario real se contrajo 9%”.

Casi 150.000 empleos privados menos

Por otra parte, el mismo reporte oficial dio cuenta de cuál fue la variación de la cantidad de puestos de trabajo formales. Entre noviembre de 2023, el último dato entero correspondiente al gobierno anterior, y julio de este año, el último dato disponible, la cantidad de empleos registrados privados cayó en 146.500. De todas formas, la tendencia de destrucción de empleo de este tipo ya había arrancado antes: en julio acumuló 11 meses consecutivos.

En comparación con el mes anterior, en términos desestacionalizados, se observó una variación del -0,1%, lo que implicaría casi 9 mil personas menos en ese segmento laboral. “Tras observarse tasas de variación mensual positivas en el empleo registrado privado de forma ininterrumpida entre agosto de 2020 y agosto de 2023, comenzaron a verificarse caídas del empleo a partir de septiembre de 2023. Inicialmente, las caídas oscilaban entre -0,1% y -0,2%”, describió la secretaría que conduce Cordero.

Desde ese momento, reconoce el reporte, la tendencia de caída “se intensificó” y llegó a picos de -0,6% en enero y de -0,4% en febrero y marzo, lo que representó un promedio de -0,5% mensual durante el primer trimestre de este año. “La caída del empleo es significativa y acumula ya once meses de variaciones negativas consecutivas. Durante los últimos once meses la caída del empleo fue generalizada (11 de 14 sectores contrajeron el empleo), aunque se explica fundamentalmente por la dinámica de la Construcción”, planteó.

En el análisis sectorial se observó que en la comparación interanual la cantidad de trabajadores con empleo asalariado en el sector privado se redujo un 2,6%, lo que se traduce en 168 mil trabajadores menos. La construcción perdió 95.400 empleos (-20,4%) y es con mucha diferencia el rubro que se llevó la peor parte de la recesión por el freno en la obra pública. Le siguieron la industria manufacturera (-2,6%, 30 mil trabajadores menos), Hoteles y restaurantes (-2,8%, 7,9 mil trabajadores menos), y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-2,3%, 21 mil trabajadores menos).

Algún brote verde en el mercado laboral se dejó ver en el otro informe elaborado por la cartera laboral, que es el Estimador de Indicadores Laborales (EIL) que tiene un mes menos de rezago –tiene datos hasta agosto– pero un alcance mucho menor ya que solo contempla empresas de al menos diez empleos en un grupo de centros urbanos de todo el país.

Si bien agosto marcó una contracción del empleo de 0,1%, el dato saliente fue el salto en la expectativa de contratación de personal en los próximos tres meses. “En esta ocasión, del 5,3% de las empresas que esperan tener cambios en su dotación de personal, el 3,8% espera aumentarla y el 1,5% espera disminuirla, resultando unas expectativas netas que ascienden a 2,3% en agosto”, indicaron. Como comparación, no se observaba un número así desde mayo de 2023.