Son varias las hipótesis que manejan los investigadores por el crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte. En ninguna de ellas aparece la posibilidad de que haya sido víctima de la interna por el poder de la barra brava de Rosario Central. Es otra muerte generada por el crimen organizado de una ciudad que parecía haber retomado la calma. Esa es la razón por la que autoridades provinciales y nacionales han decidido intervenir para esclarecer cuando antes el hecho y así evitar consecuencias mucho más graves.

El sábado por la noche, después del partido contra San Lorenzo, Bracamonte estaba junto a su mano derecha Daniel “Rana” Attardo recibiendo el dinero recaudado por las diferentes actividades ilícitas que habrían desarrollado en el “Gigante de Arroyito”. Las víctimas, según los resultados de la autopsia, recibieron cinco balazos cada uno que le provocaron la muerte casi en el acto.

Ayer, en una conferencia de prensa, se confirmó que serán tres los fiscales que investigarán el caso. A Alejandro Ferlazzo se sumaron Georgina Parola y Luis Schiappa Pietra que manejan los expedientes en los que aparece mencionado el barrabrava como víctima y como acusado.

Los investigadores aportaron algunos detalles del mortal ataque. Aclararon que fueron tres los atacantes que utilizaron pistolas nueve milímetros para concretar los homicidios. También reconocieron que antes de que se registraran los crímenes hubo un apagón en el alumbrado público y que en la zona no había ningún efectivo, pese a que estaba muy cerca del estadio y en plena desconcentración de espectadores. La posibilidad de que se haya liberado el lugar crece con el correr de las horas.

Las hipótesis

Los fiscales que están al cargo del caso reconocieron que son múltiples las hipótesis que se manejan sobre el caso. “Excede la cuestión del manejo de la barra brava y extiende a otros posibles negocios ilícitos. Por eso las teorías de trabajos son múltiples para establecer de dónde pudo venir ese ataque”, sostuvo Ferlazzo.

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Martín Stoianovich, es periodista del diario “La Capital” de Rosario y especialista en el mundo narco de esa ciudad. Sobre el caso en particular publicó: “Se ve un panorama delicado que requerirá una investigación transparente, lo que implica reconocer que para llevarse a cabo un crimen de esta magnitud se pueden necesitar movimientos más sofisticados que lo que puede limitarse a tres sicarios”. “Un homicidio de este tipo implica mucho en una ciudad como Rosario, donde otros casos similares determinaron el destino de las estructuras criminales y repercutieron con violencia en las calles. Por más obvio que parezca, que se mantenga impune -en cuanto a la autoría material pero sobre todo intelectual- puede ser un objetivo tan importante como el crimen en sí mismo”, añadió.

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Los investigadores saben que “Pillín” no sólo vivía del fútbol. El deporte, en realidad, fue el motor que lo vio crecer hasta transformarse en un pujante “empresario”. Aliado con varios sindicatos, especialmente la Uocra, tenía empresas que daban las viandas y alquilaba los baños químicos para obras de construcción y también tenía firmas que hacían servicios de limpieza. Claro que usaba la extorsión como principal medio para conquistar clientes.

Nunca fue imputado en una causa por drogas, pero su estrecha relación con “Los Monos” hacen pensar que al menos sabía de qué se trataba su negocio. Con su homicidio, los investigadores comenzaron a atar cabos. El 1 de julio, Gendarmería Nacional secuestró un cargamento de 460 kilos de cocaína. Uno de los detenidos y después liberado fue Martín Leopoldo “Pitito” Martínez, hombre de peso en la barra brava “canalla” y supuesto heredero del liderazgo de la hinchada.

Preocupación

Lo único cierto en este mar de dudas es la preocupación que generó este caso. “Vamos a poner todo lo que esté al alcance desde la provincia, la Nación y el municipio para evitar que este hecho sea utilizado para instalar un regreso al pasado”, aseguró Pablo Cococcioni, ministro de Justicia y Seguridad santafesino. “Nos costó mucho salir de una dura situación con los dos años anteriores que cerraron con 300 homicidios dolosos. Vamos a cuidar al máximo lo logrado en estos once meses de trabajo conjunto para que los rosarinos puedan seguir viviendo tranquilos”, añadió.

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Para las autoridades, se trata de un caso grave. La secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, arribó el domingo a esa ciudad para analizar los pasos a seguir. “Estamos garantizando la situación con los recursos que sean necesarios porque es importantísimo para la ciudad y para el país devolverle la tranquilidad a la ciudadanía”, finalizó.

Detalles: un violento recordado por los tucumanos

Andrés “Pillín” Brancamonte no fue desconocido para los tucumanos. En el estadio de Atlético se enfrentó mano a mano con la Policía el 24 de marzo de 2013. El líder de “Los Guerreros” terminó con el rostro ensangrentado por haber recibido postas de goma. El buen trato y los gestos de camaradería entre “Los Guerreros” y la barra brava de San Martín lleva tantos años que son pocos los memoriosos que pueden dar fe de sus inicios. Por Ciudadela recuerdan haberlo visto caminar cada vez que Rosario Central visitaba la provincia o, incluso, cuando debía llegar hasta Jujuy. Tucumán se convertía en un paso obligado para el violento rosarino.