El jueves puede resultar una fecha clave para los intereses del Gobierno Nacional y para el futuro del reciente integrante que se sumó a la Corte Suprema de Justicia, Manuel García-Mansilla. De momento, el Gobierno tiene la intención de no retirar los pliegos de sus candidatos para el máximo tribunal (Ariel Lijo y García-Mansilla) a pesar de que el Senado dejó todo listo para rechazar sus designaciones, que se hicieron por decreto.

La oposición en el Senado quiere dar una señal clara acerca de que el Presidente no puede nombrar jueces por decreto. En este contexto, la sesión que llevó adelante la Comisión de Acuerdos del Senado, la semana pasada, permitió que el kirchnerismo y el radical Martín Lousteau, junto con Guadalupe Tagliaferri del PRO, reúnan las firmas necesarias para obtener los dictámenes en los que admiten los pliegos de ambos candidatos.

Un tercio mas uno

Con esta estrategia, se les dio entrada a los pliegos y se posibilita la votación de ambos en la próxima sesión. Así las cosas, basta con que se junten 25 senadores, es decir un tercio mas uno, para que los pliegos sean rechazados, y naufrague la intención del gobierno de nombrar a sus jueces.

Sobre el pliego de García-Mansilla está más claro que la oposición puede juntar los 25 votos necesarios y rechazar su pliego. Teniendo en cuenta que García-Mansilla, que ya es juez de la Corte por decreto, juró y asumió, se podría esperar que renuncie a su cargo y de un paso al costado ante la presión política. Otro escenario es que el Senado rechace su pliego, pero García-Mansilla se quede en la Corte y judicialice la situación, detalló La Nación.

Senado: UxP solicitó una sesión para tratar los pliegos de Lijo y de García-Mansilla

En cuanto al juez federal Lijo, la Corte le denegó la licencia para asumir en la Corte por lo que decidió quedarse con su juzgado y esperar a que el Senado le de acuerdo. Los votos del kirchnerismo pueden resultar claves en esta instancia.

El otro escenario es que el Gobierno dé marcha atrás y retire ambos pliegos antes de exponerse a una derrota política, de un proceso que lleva más de un año.

En medio de esta disputa, la figura de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, vuelve a tomar trascendencia porque es ella quien debe definir si acepta la solicitud de Unión por la Patria para que el Senado sesione.